Borrar
CULTURA

Un prócer de la cultura vasca

JOSÉ LUIS LIZUNDIA

Jueves, 28 de abril 2011, 04:15

Cuando falleció Juan San Martín dijimos que acabábamos de perder un 'todo terreno' de la cultura vasca. La inesperada muerte de José Antonio Arana Martija me ha hecho pensar que otro 'todo terreno' nos acaba de dejar, como ha sucedido hace un mes escaso con el fallecimiento de Xabier Gereño. Pero en el caso de José Antonio hemos preferido calificarlo de 'prócer' en la acepción que da el DRAE: :1. alto, elevado, eminente; 2. Persona de la primera distinción. Alto, no solamente de estatura física, también de formación cultural elevada, figura eminente en la vascología y musicología del país.

Había nacido en Gernika-Lumo hace 80 años. Recibió una sólida formación humanística en el seminario vitoriano, de profesores de la talla de un gran historiador como Andrés de Mañaricua. Estudió Derecho en la Universidad de Deusto, licenciándose en la de Valladolid el año 1954. Más tarde estudió en la Facultad de Ciencias Económicas en Sarriko. Me relacioné con él el año 1965 con ocasión de la I Feria del Libro y Disco Vascos de Durango, ya que entre otras cosas quiso crear, al igual que lo habíamos hecho en la Merindad de Durango con la asociación cultural Gerediaga, una similar en la Merindad de Busturia, para lo que redactamos un borrador de estatutos. Una inoportuna detención, fruto de la represión franquista, le desistió del proyecto. Eso sí, continuó en actividades culturales locales, sobre todo musicales en el que además de su praxis como fundador y director de la coral Andra Mari y otras actividades investigó sobre música y músicos vascos como el P. Donostia, R.M. Azkue, J. de Riezu, J. M. Iparraguirre, J. B. Elizanburu, Manterola, B. de Ercilla, publicando varios volúmenes sobre música vasca, amen de una densa bibliografía sobre esta materia.

Porque la bibliografía, en general, no solamente sobre la música, sino sobre el euskera, la imprenta, la historia local, era una de sus mayores aportaciones a la cultura del País Vasco. No queremos, ni podemos olvidar su dedicación a la Real Academia de la Lengua Vasca, ya que con el apoyo total del presidente P. Villasante le contratamos como bibliotecario de Euskaltzaindia el año 1978. Al año siguiente una sesión académica le nombró académico correspondiente y en 1988 miembro numerario. Además de una ingente tarea para montar, organizar - tenía una gran capacidad organizativa - y dotar de medios a su obra predilecta, la Azkue Biblioteka, -es decir, el archivo y biblioteca de la Real Academia-, participó en varias comisiones académicas y en la Junta de Gobierno de la institución, como tesorero, desde 1989 hasta comienzos del 2008 en el que aquejado de una enfermedad, a su propuesta, le tuve que sustituir. Fue también miembro de la Biblioteca Nacional de Madrid, aparte de entidades culturales vascas como Eusko Ikaskuntza -que en diciembre pasado le concedió el premio Manuel Lekuona- que, en fecha próxima hubiera recibido y ya tendrá que hacerlo su viuda.

No queremos pasar por alto su faceta de hombre público,ya que como miembro del partido ESB fue concejal en la villa natal y Apoderado de las Juntas Generales de Bizkaia por la circunscripción de Busturia-Markina en la primera legislatura de 1979-83. En esa su breve vida política pública me limitaré a mencionar la Comisión foral sobre Gernika y su entorno, con otros que representábamos a PNV, PSE, UCD y EE en un proyecto ilusionante y plural sobre lo que representaba Gernika, como símbolo de los fueros y libertades, del primer Gobierno Vasco, del bombardeo, del ''Guernica' Gernikara' de Picasso, del 'Zain dezagun Busturialdea', de Santimamiñe y de Ibarrola y que tras numerosas reuniones de trabajo se fue unilateralmente al traste.

A su inseparable compañera Maiteder Bareño, a sus cinco hijos, pero también a su fiel secretaria y colaboradora Josune Olabarria, un sentido pésame y un gran abrazo.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Un prócer de la cultura vasca