Zero Zabor consigue el apoyo de partidos políticos y sindicatos al Pacto de Usurbil
M.G
Miércoles, 20 de abril 2011, 05:16
Una docena de representantes locales de partidos políticos y sindicatos respondieron a la convocatoria de Zero Zabor y han firmado un documento que reclama a la Diputación una moratoria de seis años en el proyecto de incineradora de residuos en Zubieta.
Durante este espacio de tiempo debería desarrollarse un programa cero residuos que combine con el compostaje el mejor sistema de recogida selectiva adecuado a cada municipio, de forma que se pueda evaluar después si es posible gestionar los residuos sin incineradora.
La petición de la moratoria, es uno de los puntos incluidos en el documento titulado 'El Pacto de Usurbil' que Zutik, Ezker Batua-Berdeak, Aralar, Alternatiba,Ezker Abertzalea, Bildu, ELA, LAB, EHNE, EILAS y ESK rubricaron en un acto celebrado en la Casa de Cultura.
Representantes de todos estos grupos estamparon su firma en el texto al que también han podido adherirse estos días particulares gracias a una mesa informativa instalada en la plaza.
La idea que defiende el texto es que «no tiene sentido quemar aquello que se puede reaprovechar».El pacto de Usurbil parte de la base de que «las soluciones al problema de la gestión de residuos deben anteponer la salud de los ciudadanos por encima de cualquier otra consideración».
Esta convicción, añade, «no significa que no debamos considerar otras cuestiones, tales como el medio ambiente, la economía o los puestos de trabajo».
Los promotores del texto coinciden en su compromiso para superar los vertederos y para excluir la incineración de sus propuestas y líneas de intervención. Por ello, apuestan por los sistemas «que posibiliten la mayor tasa de recogida de materia orgánica», como el que ha sido respaldado recientemente por los vecinos en una consulta popular en Usurbil.
El modelo puerta a puerta, afirma el documento, ha demostrado ser «muy eficaz al lograr un 85% de recogida selectiva», y además ha dado unos resultados «inmediatos». A demás defienden que «es el sistema más barato y crea empleo».