Las empresas invitan a los trabajadores a compartir la gestión y el capital

El 85,66% de las 50 mayores empresas de Gipuzkoa de propiedad vasca, que dan trabajo a un total de 24.000 empleados, tienen algún tipo de participación de los trabajadores en el desarrollo de la compañía. El dato revela perfectamente el peso que históricamente ha tenido el asociacionismo en el tejido empresarial guipuzcoano y cuyo máximo exponente ha sido la Corporación Mondragón. Con el fin de dar un paso más, la Diputación Foral de Gipuzkoa logró ayer que el tejido empresarial guipuzcoano firmara un documento en el que se compromete a potenciar la participación de los trabajadores en el capital y la gestión de las empresas, «con una vinculación tanto en los buenos como en los malos tiempos».

En total son 17 los firmantes del acuerdo, entre ellos la Diputación, Adegi, la Cámara, el grupo Mondragón, CAF, Gipuzkoa Berritzen; Pasuen Forua; Asle; Etxe-Tar; Alcorta Forging Group; Sayma; Grupo TTT; Grupo ALFA; Grupo I68; Azcue&cía; Lanik y Norgestion.

El compromiso no supone barra libre. Recalca que cada empresa lo hará «en su ámbito y con las competencias-facultades a su alcance», y se traducirá en varios tipos de colaboración: en los proyectos, en la gestión, en la participación de los resultados empresariales y en la propiedad de la empresa. «Se trata de evolucionar hacia un modelo que puede ser intermedio entre la empresa tal y como se concebía en el siglo XIX, que tiene ya un período de caducidad, y las cooperativas guipuzcoanas», señaló el diputado de Hacienda Pello González.

Su homólogo en el departamento de Innovación fue más allá. «Esto va con nuestra cultura. Lo que tenemos en Gipuzkoa es ya referente mundial», subrayó José Ramón Guridi, quien consideró demostrado «que estas sociedades participativas son buenas también para la salud física de las personas».

Entre la cascada de elogios que recibió la iniciativa por parte de los empresarios destacó algún que otro tirón de orejas. Entre ellos, el que dio Mikel Zabala, director de gestión social de MCC. «No podemos pedir a los trabajadores que se alineen con la empresa en momentos críticos si antes no se ha sembrado», recordó.

Para lograr esa implicación empresa-trabajadores, el presidente de Adegi, Eduardo Zubiaurre, defendió la necesidad de recuperar valores como el trabajo, el esfuerzo, el compromiso, la cooperación, la integridad, el talento, el espíritu de servicio y el sacrificio que son antagónicos con la cultura del pelotazo».