Shalunov se exhibe en Eibar
El ruso del Locomotiv atacó a 34 kilómetros de la meta para vencer. Tiene 19 años, ha corrido mundiales de pista y carretera y es su primer año en la categoría sub 23
BENITO URRABURU
Lunes, 4 de abril 2011, 10:07
Evgeny Shalunov tiene 18 años, cumple su primera temporada en el campo aficionado y parece un profesional consumado. Ganó ayer, bajo una lluvia constante que minó de una forma importante las fuerzas de los chavales, el Memorial Valenciaga.
En esa líneas que hemos escrito hay dos cosas que llaman la atención: la primera, la edad con la que ha ganado, que le convierten en uno de los vencedores más jóvenes en toda la historia de la prueba. La segunda es que para vencer realizó una exhibición tal que nos lleva a pensar que estamos ante un nuevo fenómeno ruso.
Y la exhibición la realizó en el Valenciaga, no en cualquier carrera. Esa es la gran diferencia.
Atacó al pasó por la meta volante de Eibar cuando quedaban 34 kilómetros para la meta. Realizó un final de carrera de esos que no se olvidan, y más en un chaval tan joven, sin experiencia en el campo aficionado, frente a corredores que le sacan cuatro y cinco años de edad.
Shalunov es de San Petersburgo, de la escuela ciclista que nutre al Lokomotiv, que compaginan la pista y la carretera, dos escuelas complementarias que suelen producir buenos ciclistas. Vive en Tortosa, como el resto de sus compañeros y ya había ganado otra prueba de la Copa de España, el Gran Premio Macario. Ha corrido con profesionales en la Vuelta a Murcia de este año y en la Copa del Mundo de pista el año pasado que se disputó en Cali; estuvo en los mundiales juveniles de pista donde corrió la persecución, y también en los de carretera. Corrió la Vuelta a Colombia.
Es un chaval muy joven con unas cargas de trabajo muy grandes, parecidas a las que hemos visto por estos lares con Rodinov, ganador de una Vuelta al Bidasoa, o Nikita Eskov. Si nos tenemos que guiar por lo visto ayer, estamos ante un nuevo fenómeno. El tiempo lo dirá.
Lo más curioso es que estuvieron a punto de no venir a correr en Eibar. En su última temporada como juvenil, hace un año, corrió varias pruebas por etapas del calendario nacional, como la Vuelta al Besaya, en la que finalizó segundo en la general, además de ganar una etapa, o en la Vega Baja, en Granada, donde cuajó una buena actuación.
No se puede decir que haya surgido de la nada, pero sí que lo que demostró en Eibar llamó mucho la atención. Shalunov estuvo omnipresente en toda la prueba. Fue segundo en alto de Meagas y ¡en el kilómetro 44 ya estaba escapado!
Seis kilómetros después ya tenían Shalunov y Valero (Ceuta), 1:30 de ventaja. Llegarían al 1:57, con un pelotón incapaz de darles alcance. Nunca dejaría de estar delante ese ruso de piel blanca que parecía disfrutar bajo la lluvia.
Lo máximo que permitió fue que subiendo Areitio se les uniesen en cabeza Mikel Hernández (Debabarrena, Mitxelena (Bidelan), Herrero (Camargo), Gregori (Mutua) y Holgado (Extremadura). Pareció tomarse un descanso el corredor del Locomotiv.
Resultó un espejismo, bajo la lluvia, pero espejismo: en la meta volante de Eibar se quedaría solo. Atacó de forma demoledora, de tal forma que nadie le pudo seguir. Faltan adjetivos para explicar bien lo que hizo.
Quienes le vieron disfrutaron. Seguiremos sus pasos en el futuro para ver hasta donde llega este chaval que si viene a la Vuelta al Bidasoa puede destrozar la carrera, si es que para entonces no está atragantado de kilómetros, de entrenamiento y de competición.
Dejando a un lado a Shalunov hay que hablar del cántabro Jesús Ezquerra (El Soplao), que finalizó cuarto, de Javier Moreno (Caja Rural), de Omar Fraile (Seguros Bilbao), vencedor en Gorla, de todos los que consiguieron terminar una de esas carreras que es un joya para los chavales. Habría que decir que hemos visto a un fenómeno... pero con mucha prudencia. El tiempo dirá la realidad de Shalunov.