Las bibliotecas de Alderdi Eder y Aiete activan el servicio de autopréstamo

El autopréstamo llega a las bibliotecas donostiarras. Se acabó el esperar a que la persona que atiende la biblioteca quede libre. El usuario elige un libro, un cedé o un deuvedé de la estantería, coloca el carné de socio encima de un escritorio para que el aparato reconozca su código de barras, y seguidamente sitúa en este mismo escritorio el material seleccionado que se quiere llevar a casa. En apenas medio minuto puede salir por la puerta.

A la hora de devolverlo, otro tanto. Eso sí, la máquina en cuestión emitirá un comprobante con los títulos devueltos que dejará en unos carritos anexos. El funcionamiento del servicio de autopréstamo es sencillo a más no poder. Es un sistema similar a los cajeros de los supermercados. No hay excusas para no utilizarlo. De hecho el autopréstamo se usa en Europa en bibliotecas infantiles donde niños y adolescentes, sin ninguna dificultad, se prestan los libros que seleccionan. La máquina cuenta con una pantalla táctil que muestra al socio el material que se está llevando a casa y le guiará en este sencillo e intuitivo proceso.

Donostia Kultura ha decidido empezar por las bibliotecas de Alderdi Eder y Aiete. Por el momento los libros, cedés o deuvedés que se cogen con este servicio sólo pueden ser devueltos en estos dos centros. El servicio se ampliará pronto al centro cívico de Intxaurrondo, y el objetivo es extenderlo de forma progresiva a todas y cada una de las bibliotecas donostiarras, según anunció ayer el concejal de Cultura Denis Itxaso.

El autopréstamo no se puede hacer en todas las bibliotecas por ahora porque éste se basa en unas etiquetas con identificación por radiofrecuencia que hay que ir adjuntando en cada uno de los volúmenes disponibles, lo que se traduce en un coste importante para las arcas municipales.

Servicio personalizado

La implantación de este nuevo sistema no significa la desaparición del bibliotecario. De hecho, se entiende que repercutirá en una mejora de los servicios prestados, ya que las personas encargadas de prestar y recoger los libros podrán ofrecer una atención más personalizada a cualquiera de los 65.000 usuarios que actualmente tienen la 'kultur txartela'.

Los bibliotecarios, en cualquier caso, estarán también a disposición de los usuarios para resolver las dudas que puedan surgir a la hora de realizar el autopréstamo. De ahí que se haya optado por colocar las máquinas junto a los mostradores habituales. Entre las posibilidades que ofrece el autoservicio está el poder renovar el plazo de las devoluciones. Las indicaciones se pueden recibir en euskera, castellano, francés e ingles. El autopréstamo está funcionando ya en la biblioteca pública de Durango, en la Alhondiga y en la de Deusto, en Bilbao.

Este servicio busca la promoción de la lectura y el uso de las bibliotecas. El año pasado se contabilizaron más de medio millón de préstamos, lo que equivale a 2,8 por habitante, sabiendo que no todos los donostiarras disponen del carné de cultura. De esos 522.388 préstamos, 329.046 correspondieron a libros.