La Fiscalía pide al Juzgado que ordene la detención de Julián Argilagos

La Fiscalía de Gipuzkoa ha solicitado por segunda vez al Juzgado de Instrucción número 1 de Azpeitia que ordene la detención del arquitecto de origen cubano Julián Argilagos, el único imputado en relación con las presuntas irregularidades que pudieron cometerse durante un tiempo en la gestión del proyecto del museo dedicado a Cristóbal Balenciaga en Getaria que todavía no ha declarado ante la titular del juzgado, la juez Laura Mateos.

Según indicaba ayer la agencia Efe citando fuentes judiciales, el Ministerio Público ha pedido el arresto de Julián Argilagos para tomarle declaración «debido a los indicios» que se han puesto de manifiesto en su contra en una causa en la que comparte carácter de imputado con el ex gerente de la Fundación Balenciaga y la Sociedad Berroeta Aldamar y ex alcalde de Getaria, Mariano Camio, y el arquitecto, también de origen cubano, Rolando Paciel.

Con el proyecto de museo definitivamente reorientado y a punto de inaugurarse, y con las cuentas políticas ya saldadas en el Parlamento Vasco mediante una comisión de investigación ante la que tampoco acudió a declarar Argilagos, el único fleco que queda del 'caso Balenciaga' es el judicial. La vertiente judicial del caso inició su curso cuando, en noviembre de 2008, la juez admitió a trámite la querella criminal interpuesta por la Fiscalía General de Gipuzkoa a raíz de la documentación puesta a su disposición por la Fundación Balenciaga y la Sociedad Berroeta Aldamar. Ambos organismos, responsables de la gestión del proyecto, detectaron posibles irregularidades en el comportamiento de los finalmente imputados.

Localizados Camio y Paciel, que lleva dos décadas residiendo en España y que, según indicó su abogado, al igual que Argilagos tiene un título de arquitecto cubano no homologado en España, el único que al parecer faltaba por ubicar era Julián Argilagos, que estableció su residencia en Miami en 2005. En junio de 2009, coincidiendo con la toma de declaración a Camio y Paciel, la juez solicitó a las Fuerzas de Seguridad del Estado que averiguaran el paradero de Argilagos, acusado de un delito continuado de administración desleal y de intrusismo profesional.

Casi un año más tarde, en mayo de 2010, hizo saber a través de un abogado que se personó en las actuaciones en su nombre que no tenía inconveniente en declarar. Se le citó para el 9 de septiembre, pero Argilagos no llegó a comparecer ante la juez y, cuando menos a la luz de lo que ha trascendido, desde entonces no parecen haberse producido grandes avances en la instrucción.

En su día se afirmó, citando también fuentes judiciales, que Argilagos había aducido motivos de salud para no desplazarse a Euskadi, mostrándose dispuesto a prestar declaración en Estados Unidos. En un extenso escrito que asegura haber remitido a la juez dos días antes de la fecha fijada para su comparecencia, Argilagos afirma que «yo he tratado de ir para comparecer ante la corte, pero mi situación económica actual no me permite ni pagar el pasaje de avión. He perdido todas mis propiedades, mi dinero y mi crédito. No tengo ni donde vivir».

En el mismo texto, Argilagos pone también en conocimiento de la juez que carece de representación legal porque «a partir de hoy mis representantes legales no desean cooperar más conmigo», hecho que su ex abogado confirma, y atribuye a «desencuentros» con su ex defendido. En el documento que dice haber enviado a la juez por fax y por correo, Julián Argilagos facilita a la juez su dirección de correo electrónico, su dirección postal -que corresponde a la lujosa vivienda de Golden Beach (Miami) que adquirió en 2005 y tiene en venta desde hace tiempo- y el contacto del Consulado de España en Miami.

Según Efe, la Fiscalía considera sin embargo que «no ha hecho esfuerzo alguno por comparecer ante la Justicia española» y que la carta contiene alegaciones «sin sustento alguno» que no pueden desvirtuar el hecho de su «ausencia de colaboración», así como la «elusión de la acción de la Justicia» y su «falta de asistencia y comparecencia» a los llamamientos judiciales.