Donostia gana puestos en la élite cultural

Sin autocomplacencia, pero sin exceso de autoflagelo, ahí están los datos: Donostia escala posiciones en el ranking de calidad cultural de las ciudades españolas y sube hasta el sexto puesto, detrás de Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia y Sevilla.

Pero más llamativo aún es el hecho de que el Festival de Cine de San Sebastián es la quinta «institución o programa cultural» más valorado en toda España, sólo superado por cuatro centros radicados en Madrid: el Reina Sofía, el Museo del Prado, el Museo Thyssen y la Casa Encendida.

Y un tercer titular: Donostia es la ciudad de su tamaño mejor situada en el listado general, y supera ampliamente a las urbes que rivalizan en la carrera hacia la capitalidad cultural europea del 2016. La primera competidora que aparece en la lista es Zaragoza, en el puesto 16 del ranking. Córdoba, la otra gran favorita en la carrera europea, se sitúa en el puesto 17 empatada con otros dos municipios.

Todos esos datos corresponden al barómetro que el 'observatorio de la cultura' de la Fundación Contemporánea acaba de publicar. Este barómetro se conforma con la votación de profesionales de la cultura de toda España: escritores, artistas, directores de museos o responsables de industrias culturales valoran «el estado y la tendencia» de la cultura actual. Un centenar de miembros del 'panel de expertos' votó los pasados octubre y noviembre en esta iniciativa de una fundación que pretende ser «lugar de encuentro» de la cultura española y que preside Alberto Anaut.

Euskadi, tercera comunidad

Los profesionales del sector eligen a Madrid, Cataluña y el País Vasco, por ese orden, como las comunidades autónomas más activas en materia cultural, aunque en lo relativo a innovación sitúan a Cataluña en primera posición, por encima de Madrid.

Por lo que respecta a las ciudades, Madrid y Barcelona ocupan la primera y segunda posición, invirtiendo el orden del año pasado. Les siguen Bilbao, Valencia, Sevilla y San Sebastián. La capital guipuzcoana es la primera de las ciudades de tamaño medio, y sube un puesto en la valoración específica de su innovación en materia cultural.

Pero esa clasificación permite una lectura añadida sobre las ciudades inmersas en la elección de la capitalidad cultural europea de 2016. Aunque ese tema no entraba en la valoración de la encuesta, sí se puede observar que San Sebastián es la ciudad más destacada de las seis que compiten por el título europeo. La primera rival que aparece en el ranking es Zaragoza, en el puesto catorce, empatada con León y Gijón. Córdoba sale en el puesto 17, con Girona y Granada.

La fuerza del Festival

Otro epígrafe del barómetro se refiere a las «instituciones y acontecimientos culturales más importantes» de 2010 en España. La encuesta se planteaba de manera abierta, sin aportar nombres por parte del encuestador.

Los cuatro más votados están radicados en Madrid: el Museo Reina Sofía y el Museo del Prado repiten en primera y segunda posición, seguidos por el Museo Thyssen (que sube diez puestos respecto al año anterior) y la Casa Encendida, centro de cultura contemporánea promovido por CajaMadrid, asciende seis posiciones.

El Festival de Cine de San Sebastián asciende hasta el quinto puesto, mejorando once en relación con el año anterior, por encima del Macba, el Teatro Real o el Guggenheim de Bilbao. Los votantes mencionaron hasta 134 instituciones y programas.

El panel de expertos ha valorado en este barómetro de nuevo la situación de las principales áreas de la cultura española. A la hora de valorar el momento actual de la creación, todas las ramas de la cultura planteadas superan el aprobado, con una media de 6.1 puntos, igual a la del año anterior. Destacan de nuevo en primer lugar la gastronomía (7,9 puntos), la arquitectura (7,2) y el diseño (6,8), con una valoración superior a las disciplinas puramente artísticas. En el otro extremo, el videoarte (5,2), y la música popular (5,5) son las menos valoradas. Las mayores variaciones son para el cine (sube 0,5 puntos) y el videoarte (baja 0,6)

Por lo que respecta a la repercusión internacional de la cultura española, obtiene peores resultados que en años precedentes, con una puntuación media de 4.8 puntos, frente a 4,9 el año anterior. La gastronomía y la arquitectura aparecen de nuevo claramente destacadas; en el otro extremo figuran el videoarte y la música clásica.

Las actividades que más suben en repercusión internacional son el teatro (2,0 puntos), la música popular (0,6 puntos) y el cine (0,5 puntos).

La situación del cine español

La nueva entrega del Observatorio de la Cultura se ha interesado específicamente por la situación del cine español. Y a la vista de que solamente consiguió una cuota de pantalla del 15,9% en 2009, se preguntó al panel por las causas del rechazo de los espectadores. Los especialistas consideran que «el cine español compite con dificultad en promoción y distribución frente a las grandes producciones internacionales». Un 38% de los consultados opina que «es rechazado porque el sector se ha creado una mala imagen de subvencionado y politizado», y un 36 % opina que «aunque produce buenas películas, no sabe comunicarlas bien ni sintonizar con el público».

El cuestionario pidió a los expertos que señalaran lo mejor y lo peor del cine español. El mayor número de menciones positivas es para los profesionales del sector, globalmente y con menciones específicas a los directores (32), actores (25) y guionistas (8); asimismo, se repiten las menciones a la nueva generación de jóvenes profesionales, a algunos grandes nombres con prestigio internacional y a los talentos individuales.

El mayor número de aspectos negativos mencionados (53) tiene que ver con la promoción, comunicación y distribución de las películas. Son numerosas las menciones específicas a la mala distribución en salas y a la falta de circuitos específicos de distribución; a la escasa fidelización del público; a la mala distribución internacional y a la escasa proyección exterior y desaprovechamiento del potencial del español; y a la insuficiencia de ayudas para competir.

Son también numerosas las menciones a la mala calidad de las películas y los malos guiones y se repiten calificaciones como «repetitivo, sin ideas nuevas, con poca imaginación, aburrido, vulgar, fácil y sin sentido del humor».