Enamorada de sí misma
San Sebastián es la ciudad que más se quiere a sí misma. Sus habitantes son los que más satisfechos de muestran de ella y también los únicos que la anteponen a cualquier otra como lugar de residencia
BORJA OLAIZOLA
Domingo, 14 de noviembre 2010, 03:14
Ni amantes ni queridas. Ni siquiera aventuras ocasionales en la línea de aquí te pillo aquí te mato. La fidelidad de los donostiarras a su ciudad está fuera de toda duda: no sólo son los encuestados que más satisfechos se muestran de la ciudad en la que viven sino que además la anteponen a cualquier otra como lugar de residencia. Y lo más curioso de todo es que el fenómeno, sin parangón en el resto del país, se repite por segundo año consecutivo.
No hay ciudad que se quiera tanto a sí misma como San Sebastián. El 'síndrome de La Concha' es una suerte de alteración que termina adueñándose de todo aquel que reside cierto tiempo en Donostia y que suele dejar perplejos a los estudiosos de los fenómenos urbanos. Que se lo digan si no a los autores del último informe Merco Ciudad, que se quedaron atónitos cuando por segundo año consecutivo los habitantes de San Sebastián fueron los que más satisfechos se mostraron con su ciudad. Por si ello no fuera suficiente, a la pregunta de cuál sería su lugar ideal para vivir volvieron a responder que Donostia, lo mismo que en 2009. Sólo los vecinos de Oviedo mostraron una querencia tan evidente por su ciudad en la última encuesta aunque hay que aclarar que son mucho menos fieles que los donostiarras (en el informe de 2009 ocupaba plazas bastante más retrasadas).
El aprecio tiene su razón de ser, no en vano San Sebastián emerge en el estudio como la primera ciudad de España dejando a un lado las urbes de más de 350.000 habitantes. Su quinto puesto en el ranking global -sólo Madrid, Barcelona, Bilbao y Zaragoza la superan-habla a las claras de la atracción que suscita entre los habitantes del resto del país. Una atracción que además crece año a año porque en 2009 Donostia ocupaba la décima plaza. El salto se debe, además de a la fidelidad inquebrantable de sus vecinos, a las buenas puntuaciones que obtiene en capítulos como ciudad ideal para trabajar, vivir, estudiar o hacer negocios. En la única tabla que no aparece es en la de la diversión. Pero esa es otra historia.