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Acto conjunto. Dantzaris bailan el aurresku ante los representantes de la treintena de organizaciones firmantes del documento de Gernika. :: TELEPRESS
POLÍTICA

ETA dice que irá «más lejos» de la tregua si se dan las «condiciones»

Fuentes próximas a la izquierda abertzale interpretan en clave positiva las palabras de ETA, al entender que suponen un paso «más contundente y firme»

ÁLVARO VICENTE |

Domingo, 26 de septiembre 2010, 11:44

ETA volvió a pronunciarse públicamente anoche, justo tres semanas después de haber anunciado el cese de sus «acciones ofensivas» y en vísperas del Gudari Eguna en el que se había dado por hecho que desvelaría sus intenciones. En el avance de una entrevista que hoy publica 'Gara', la organización terrorista se muestra dispuesta a decretar un alto el fuego «permanente y verificable», e incluso a «ir más lejos» en esa decisión, siempre y cuando se creen las «condiciones para ello».A la espera de conocer el contenido íntegro de sus manifestaciones, los dos etarras entrevistados enmarcan sus propósitos en un proceso de «resolución democrática» del conflicto político vasco y sostiene que corresponde a los agentes políticos y sociales vascos «fijar los objetivos del diálogo, el método, la constitución de la mesa de diálogo, las reglas de juego y la temática». Una apreciación que fue anoche interpretada por medios próximos al debate en Batasuna como la posibilidad de que ETA pudiera renunciar, en último término, a tutelar el fin de la violencia. Como en ocasiones precedentes, Interior se limitó a exigir el abandono irreversible de las armas.

Aunque los portavoces etarras circunscriben su respuesta al emplazamiento realizado por mediadores exteriores en la Declaración de Bruselas, su pronunciamiento se conoció poco después de que Batasuna, Aralar, EA, Alternatiba y Abertzaleen Batasuna (la izquierda abertzale del País Vasco francés), entre otros, reclamasen a la organización terrorista, en un acto celebrado en Gernika, «un alto el fuego permanente, unilateral y verificable por la comunidad internacional como expresión de voluntad para un definitivo abandono de su actividad armada».El documento 'Acuerdo para un escenario de paz y soluciones democráticas', de cuatro páginas, cuenta también con la adhesión de una treintena de organizaciones como los sindicatos LAB, ESK o STEE-EILAS o las asociaciones Etxerat o Herria 2000 Eliza.

En la entrevista, ETA aclara que sus palabras vienen a dar continuidad al comunicado que hizo público el pasado fin de semana, en el que se comprometía «a estudiar conjuntamente» con impulsores internacionales de la Declaración de Bruselas «los pasos que precisa el proceso democrático». Con el de ayer son tres las declaraciones hechas públicas por la organización armada en menos de un mes.

Fuentes próximas a la izquierda abertzale consultadas ayer por este periódico, una vez conocido el avance de la entrevista, interpretaron en clave positiva las palabras de ETA, al entender que suponen un paso «más contundente y firme» que el efectuado hace siete días; un pronunciamiento «tímido», según los mismos medios, que habría llegado a causar un cierto malestar en sectores de EA y Batasuna. Especialmente porque podía dar la impresión de que ETA estuviera intentando erigirse de nuevo en la vanguardia del MLNV marcando los tiempos. Estas fuentes sitúan la disposición anunciada ayer por ETA «más cerca» del comunicado del pasado día 5, cuando anunció la tregua.

La entrevista ha provocado un cierto desconcierto en el entorno que sigue el debate en el seno de la izquierda abertzale. Según algunas interpretaciones de urgencia, esta respuesta de ETA podría evidenciar las disensiones, el tira y afloja, que existiría dentro de una organización fuertemente lastrada por la presión policial y judicial, y la pérdida de apoyo social; en esta línea, no se descarta que la organización terrorista haya tratado de hacer valer su protagonismo coincidiendo con la oficialización del pacto del denominado polo soberanista de Gernika. A la espera de conocer el contenido exacto de sus impresiones, ETA podría aclarar en la entrevista si pone trabas o no a los pasos que está dando Batasuna y si asumirá las decisiones que vaya tomando en los próximos meses.

Sorpresa

Aunque la entrevista se realizó antes del acto de Gernika, los firmantes esperaban a la conclusión del mismo que su acuerdo fuera respondido «en los próximos días» por ETA en la clave que ellos manejan: es decir, con una declaración de alto el fuego permanente y verificable que pueda desembocar en el cese definitivo de la violencia y que pudiera forzar al Gobierno a tomar decisiones hacia un escenario de distensión «con garantías y de normalización progresiva». Una vez conocido el extracto de la entrevista realizada a los dos militantes de ETA, fuentes próximas a la izquierda abertzale ilegalizada entienden que la organización armada muestra una «decidida» disposición a decretar un alto el fuego en los términos en que se lo reclaman tanto los mediadores internacionales como el acuerdo de Gernika. Las mismas fuentes no dudaban en calificar de «sorprendente» que ETA haya mostrado su disposición a «ir más lejos» si «hay condiciones para ello». Según esta versión, la más posibilista de las recabadas anoche, la entrevista puede suponer un punto de inflexión en el camino hacia el final de la violencia y supondría un importante espaldarazo al acuerdo alcanzado ayer. El proceso estaría yendo más rápido incluso de la hoja de ruta que tenían diseñada sus impulsores, que ayer comparecieron en un escenario tan simbólico para las libertades y el autogobierno vasco como Gernika con expresiones de sintonía y satisfacción.

El acuerdo escenificado en la villa foral oficializa el documento de Batasuna y EA desvelado por este periódico el pasado 3 de septiembre, en el que ya se abogaba por la tregua verificable; un paso inédito en la trayectoria de la izquierda abertzale. El texto refrendado ayer no es idéntico al primero, aunque en lo esencial se ajusta al primero y se apoya de nuevo en los 'principios Mitchell' para avanzar hacia un final dialogado de la violencia. Al margen de apostar por un camino que conduzca a una tregua definitiva, la novedad del documento es la inclusión, a instancias de Aralar, de la mención a la amnistía como la estación término en la que desembocarían los cambios en la política legal y penitenciaria.

Internamente, los dirigentes de la izquierda abertzale se muestran «convencidos» de que el proceso que han iniciado no tiene «vuelta atrás». También Aralar puso ayer en valor el «cambio de mentalidad» que aprecia en Batasuna, que le llevó a sumarse a la fotografía de ayer. «Ha costado diez años pero han terminado viniendo a nuestras tesis políticas. Sólo podemos estar satisfechos porque el trabajo ha merecido la pena», apuntan las mismas fuentes.

Aralar era consciente de que no podía quedarse fuera de un acuerdo para el proceso -aunque esté liderado por Batasuna y EA- porque ésta es una demanda que conecta con el sentir de la mayoría de su electorado. Pero el partido de Patxi Zabaleta se ve, al mismo tiempo, en la necesidad de marcar un perfil propio y exigir, como ha venido haciendo en sus diez años de historia, la necesidad de un final definitivo del terrorismo. En todo caso, la implicación de Aralar con esta entente soberanista se limitará a la búsqueda de un proceso de paz, descartando cualquier unidad de acción electoral o colaboración estratégica.

El acuerdo firmado ayer evidencia que el mundo de Batasuna «tiene tomada la decisión de pedir que cesen las armas definitivamente». Este movimiento permitíría a la izquierda abertzale ilegalizada ganar credibilidad ante la sociedad vasca y la comunidad internacional, desengañadas por procesos anteriores que acabaron en fracaso. El arma de convicción con la que cuenta es demostrar que la vanguardia es ella y no ETA, la causa por la que fracasaron los anteriores intentos y lo que impediría su regreso a las urnas.

Más allá del Euskalduna

En la villa foral no faltaron ayer los dantzaris, ni la música de txalaparta. Presidió el acto una imagen del 'Guernica' de Picasso. El texto acordado fue leído en euskera, francés y castellano. Los firmantes fueron llamados uno por uno para firmar el documento entre los aplausos de los asistentes, entre los que se encontraban Aintzane Ezenarro y Jon Abril (Aralar); Tasio Erkizia y Txelui Moreno (Batasuna) y el histórico fundador de ETA, Julen Madariaga, entre otros. El documento, ya con la firma de todos, será custodiado por el alcalde de la localidad, José María Lorroño (EA). La puesta en escena fue similar a la del pacto del Euskalduna entre EA y Batasuna, si bien fuentes próximas a la izquierda abertzale desligan y diferencian un acto de otro. El del Euskalduna ofrecería según su visión las coordenadas para alcanzar una situación de desaparición definitiva de la violencia en la que se pudiera impulsar el 'proceso democrático', y el de ayer viene a sentar las bases de ese proceso.

ETA, conforme al avance de la entrevista, sería consciente de ese llamamiento. La organización terrorista recalca que para que «el proceso sea viable» es necesario que «todos los agentes puedan actuar en igualdad de condiciones, que se establezcan los derechos civiles y políticos», en alusión a la ilegalización de las formaciones de la izquierda abertzale. Además, los dos etarras entrevistados consideran necesario que «se desactiven los castigos añadidos impuestos a los presos políticos vascos y que, en general, se desactive toda situación de presión, injerencia y violencia».

ETA explica que si ha tardado en anunciar su decisión de no atentar es porque «el protagonismo debía corresponder a los agentes que están impulsado el cambio político. Haber hecho pública la decisión después de los acontecimientos de los últimos meses ha evitado que el paso de ETA se entienda de forma inadecuada», señala la organización terrorista, que acusa a Interior de mentir al advertir sobre posibles atentados. Cuestionados sobre si el cese de los atentados tiene fecha de finalización, los etarras se preguntan si hay alguien que quiera que haya tal fecha. «Nosotros, no», dicen y recalcan que «ETA quiere avanzar en el camino de la resolución, cada vez con mayor profundidad, hasta que en Euskal Herria alumbre una verdadera situación democrática».

En paralelo, y al margen de la petición a ETA, el acuerdo refrendado ayer en Gernika, reclama también «la desaparición de todo tipo de amenazas, presiones, persecuciones, detenciones y torturas contra toda persona por razón de su actividad e ideología política». Los firmantes exigen la «derogación de la Ley de Partidos Políticos, la revisión de los procesos judiciales contra personas y estructuras organizativas derivados de su actividad política», la supresión de «tribunales especiales» y «el levantamiento de las medidas restrictivas y/o prohibitivas en su actividad política impuestas a militantes independentistas». Junto a ello, piden medidas como el cese de la política penitenciaria», la liberación de los reclusos con graves enfermedades o la concesión de libertad provisional a los presos preventivos pendientes de juicio, a lo que añaden un reconocimiento a la realidad de las víctimas del terror. El corolario del proceso sería un diálogo multipartito e «incluyente» dirigido a pactar un nuevo marco político para Euskadi y su relación con el Estado, sin excluir opciones como la independencia.

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