Hernani debate el 'puerta a puerta'

Estos días no hace falta buscar tema de conversación en Hernani. El 'puerta a puerta' se lo lleva todo. El sistema que obliga a los vecinos a separar la basura en casa y sacarla a la calle en los días señalados para ello se estrenó la noche del domingo pero lleva tiempo acaparando los debates. El método lleva un año implantado en Usurbil y este mes llegará a Oiartzun, municipios, como Hernani, gobernados por ANV.

Que en Hernani no se habla de otra cosa lo atestigua el jubilado Pedro Gorostegi, que disfruta del sol del mediodía fuera de uno de los bares de la localidad. «Aquí no se habla de otra cosa», dice. Gorostegi vive en pleno centro del municipio y, según el acuerdo con el Ayuntamiento, los vecinos de su edificio depositan la basura en el portal, dado que se trata de un recinto espacioso.

«Ayer (por la noche del domingo) bajamos el cubo marrón con los residuos orgánicos y esta mañana lo he retirado yo, el primero de la familia que ha salido a la calle», explica. «Estaba vacío y lo limpiaremos, para volverlo a sacar cuando toque. Se necesita de la colaboración de todos para evitar malos olores». Reconoce que la instalación «no es especialmente estética, pero han tratado de hacerlo bien».

Pedro Gorostegi comenzó rechazando el sistema y ahora pide un poco de paciencia. «Al principio dije que no me gustaba, porque veía las pegas, pero me he dado cuenta de que es por el bien de todos. Va a aumentar el reciclaje, una apuesta social. ¿Por qué rechazar de entrada un sistema que nos beneficia?».

Hacia el mediodía de ayer, los postes con ganchos instalados en la zona centro de Hernani para que los vecinos depositen los distintos tipos de basura aparecían vacíos. El sistema se estrenaba con la recogida de residuos orgánicos. Ningún cubo marrón quedaba a la vista. Tampoco se veían las bolsas de basura depositadas el domingo en señal de protesta.

El vecino Pedro Gorostegi reconoce que los días previos han sido caóticos. «La gente se asustó y empezó a bajar muebles y trastos viejos de los trasteros», explica. Pide paciencia. «Hay cosas por resolver y el primer día no va a salir todo bien. Es pronto para hacer balance. Como toda novedad, requiere tiempo. Habrá que dárselo».

«Un nudo en el estómago»

Recién salida de una peluquería del centro de Hernani está una vecina del barrio de Santa Bárbara, que no se decide a dar el nombre pero se presta a hablar. «Tengo un nudo terrible en el estómago», asegura. «El tema me ha costado enfados con los vecinos de la casa, muchas reuniones en el Ayuntamiento y la gran decepción de esta mañana (por ayer), cuando he ido a recoger el cubo marrón y no lo habían vaciado».

La historia es larga y ella la relata en una mezcla de euskera y castellano. «Yo creo que hay que apoyar estas iniciativas», dice. «Ni se me ocurre sacar bolsas a la calle en señal de protesta. Somos cinco en la familia y siempre hemos reciclado, ese es el futuro». El nuevo sistema requiere de acuerdos y en su caso han fallado. «Propusimos para los postes de las basuras un lugar cerca de la casa pero alejado de la fachada, donde quería el Ayuntamiento. Porque ahí aparcábamos el coche. Pero los vecinos no apoyaron nuestra solicitud. Luego, cuando conseguimos sus firmas, fueron los del Consistorio los que la rechazaron».

La guinda a sus disgustos apareció hacia las 7.30 de la mañana de ayer, cuando salió a la calle a retirar el cubo marrón antes de ir a la peluquería. Estaba sin recoger. «Después de tantas reuniones, enfados y problemas, ocurre esto. A la primera nos han fallado. Hay que ser más serios».

En la farmacia Chucla Cuevas el tema del 'puerta a puerta' hace saltar chispas. «Pasa, pasa», dice María José, la propietaria. «Aquí dentro tenemos los contenedores. En el marrón no hemos echado nada porque la farmacia está cerrada el domingo, pero los restos de cualquier cosa que comamos tienen que esperar hasta el miércoles (por mañana)».

En la farmacia consideran que hay muchas dudas por resolver y problemas futuros. «Cerramos a las siete y media y hay que esperar hasta las ocho para poder sacar el contenedor que toque. Y luego, igual pretenden que alguien de nosotros venga a guardarlo por la noche. Porque si los roban, en el Ayuntamiento no se hacen cargo de reponerlos».

Dos señoras con ropa deportiva pasean a buen ritmo por la calle Mayor. «No estamos de acuerdo con el sistema y mucha gente, igual que nosotras», gritan al pasar a la periodista sin detener el paso.

¿Qué pasa en las carnicerías? «En ésta nos parece muy bien el sistema», dice uno de los responsables del establecimiento Pineda. «Las carnicerías siempre hemos tenido una recogida especial para los sebos. El 'puerta a puerta' se hace por el bien de todos. Nos va a posibilitar reciclar más. ¿Por qué criticarlo tanto? De hecho nos lo ponen más cómodo, porque la basura se deja fuera, en vez de tener que desplazarse a los antiguos contenedores. En casa siempre hemos reciclado más que en la carnicería, porque cuando cierras el negocio influye la pereza o la comodidad. Ahora nos están dando facilidades».

Este propietario asegura que el Ayuntamiento ha anunciado recogidas especiales para la temporada de fiestas con el fin de evitar actos de gamberrismo con los contenedores. «Estamos tranquilos y contentos. Como hay que hacerlo, se hace y punto».