Intxaurrondo, reino de cultura urbana

Todo en el centro cívico de Intxaurrondo quiere oler a innovación. Por un lado se van a combinar los usos deportivos con los culturales, pero, además, será la casa de cultura más grande de la ciudad y en la que se va a imponer la llamada cultura urbana sobre otras actividades más tradicionales. El reino del funky o del hip hop.

Las asociaciones de vecinos conocen ya las instalaciones que se construyen en la zona de Siustegi, en la trasera de la ikastola Hegoa. El concejal de Cultura, Denis Itxaso, ha acudido con representantes de estas entidades antes de que se empiece a tabicar la zona de los talleres de esta instalación que abrirá el año que viene. El objetivo, conocer su opinión y mostrar una de las grandes obras que se construyen en la ciudad.

Quedan aportaciones por recibir, pero lo que Itxaso ya tiene claro es que este va a ser el gran centro de cultura urbana, más parecido a lo que es Gazteszena en Egia y un universo en el que tendrán cabida las llamadas danzas urbanas, que cuentan con algunos grupos potentes en el propio barrio de Intxaurrondo.

«Ésta es una zona joven y muy activa que, además, va a estar muy bien comunicada con el resto de la ciudad con la parada del Topo de la plaza de Sagastieder. Vamos a contar con un centro cultural con múltiples espacios y al que vamos a someter a un uso intensivo».

Además del espacio escénico similar a Gazteszena, que puede funcionar de forma independiente alesto de las dependencias, se plantean salas de ensayo para grupos musicales de la ciudad con cabinas y salas insonorizadas. «Hay una gran demanda de este tipo de salas», afirma Itxaso, que es consciente de que un buen número de jóvenes precisa de este tipo de instalaciones para seguir ensayando. La situación de la cafetería, abierta al exterior y con horario propio e independiente, va a ser fundamental también para generar vida en la zona.

Pero no sólo de música vive la cultura y la demanda existe también para encontrar salas de exposiciones que sean bien valoradas por los artistas, caso, por ejemplo, de la del centro cultural Oquendo. «Tiene una lista de espera de dos años, por lo que queremos que ésta de Intxaurrondo sirva para enjuagar las peticiones que tenemos». Siguiendo la onda del resto del centro de Intxaurrondo, también aquí se apuesta por lo más contemporáneo a la hora de definir contenidos. Y por cuidar a aquellos que empiezan en el mundo del arte.

Graffiti

Se ha planteado también la posibilidad de organizar talleres para impartir cursos de graffiti, vinculados al respeto al patrimonio histórico público y recordando que son los muros degradados y los espacios industriales en declive su espacio natural. En el perímetro del propio centro cívico que se construye hay un muro con dibujos que ya se han quedado viejos y para el que se pretende convocar un concurso con nuevas propuestas graffiteras. Que podrían comenzar a ensayarse en el ámbito del puerto de Pasaia.

A pesar de esta apuesta por la llamada cultura urbana y las tendencias más juveniles, Itxaso recuerda que habrá una oferta variada para satisfacer también otro tipo de demandas del barrio. Por ejemplo, las aulas de la Escuela de Música y Danza para los más pequeños, que se trasladarán a esta complejo tal y como ha ocurrido ya en Altza. La iniciativa permite ampliar unas plazas de enseñanza muy demandadas, y a la vez, dotar de esta oferta no reglada a barrios alejados de la sede central situada en Atocha.

Tampoco hay que olvidar la gran biblioteca de novecientos metros cuadrados que se vuelca en un patio que surge en su planta, la del primer sótano, pero con iluminación y vegetación natural y un espacio para ordenadores, música, cine y, por supuesto, libros.

Y la plaza

Vecinos y educadores de calle están contentos con las previsiones de futuro. Al menos así se lo han expresado al concejal de Cultura, tanto por la marcha de las obras como por la orientación de un centro cívico en el que también hay un amplio espacio para el deporte cubierto y el ejercicio al aire libre.

«Las obras permiten ya vislumbrar lo que va a ser este lugar». Y la gran plaza que se genera. Porque como ocurre en esas salas de talleres en el que se ha optado por el hormigón visto en las paredes en lugar de revestimientos de madera, la plaza tiene un potencial importante para conseguir usos intensivos. Porque está pensada para que pueda albergar en superficie todo tipo instalaciones para fiestas populares, por ejemplo, con las posibilidades que da la cafetería de funcionamiento autónomo.