Covite coloca de madrugada 62 placas en San Sebastián y Bilbao en recuerdo a las víctimas del terrorismo

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) ha instalado la pasada madrugada 62 placas «clandestinas» en aquellos lugares de San Sebastián y Bilbao en los que diferentes grupos terroristas asesinaron a un total de 86 personas. Con esta «acción de activismo pacífico», la asociación que lidera Consuelo Ordóñez «desafía» a los ayuntamientos de las dos capitales a «cumplir con su compromiso» de recordar a los damnificados, al que «hasta ahora se han negado», critican.

Esta nueva iniciativa de Covite se enmarca en la campaña Una víctima, una placa, que este colectivo ya inició en 2014. Covite ha colocado esta pasada madrugada en las calles de Donostia un total de 14 placas en distintos puntos en los que ETA cometió 24 asesinatos. La asociación había instalado ya en 2015 rótulos en la capital donostiarra en memoria de 96 asesinados y que, salvo contadas excepciones, «apenas duraron horas o días», según una nota hecha pública ayer.

El Ayuntamiento, liderado por el jeltzale Eneko Goia, indicó entonces, recordó Covite, «que cumpliría con el acuerdo alcanzado en pleno accedería a instalar las placas siempre que las familias estuvieran de acuerdo». «Ante la inacción del Consistorio», lamentan, Covite recabó el apoyo de familias que integran el colectivo, quienes, aseguran, «han autorizado que se coloquen» los rótulos que «recuerdan a sus parientes». Entre ellas, figuran las de los casos del matrimonio formado por Miguel Paredes y Elena Moreno, tiroteados a la salida de un bar de la Parte Vieja, y el del primer teniente de alcalde del PP en San Sebastián Gregorio Ordóñez.

A su vez, en Bilbao, miembros de Covite han colocado por primera vez de forma masiva 48 placas en memoria de los 62 asesinados por el terrorismo en la capital vizcaína. Entre las víctimas recordadas hay 48 asesinados por ETA, tres por la Triple AAA y uno por los GAL. En diciembre, COVITE ya pidió al Ayuntamiento que cumpliera con el compromiso alcanzado en 2014 por el anterior alcalde, Ibon Areso, para colocar las placas en memoria de las víctimas. Según esta asociación, su sucesor en la Alcaldía, Juan Mari Aburto, ha evitado poner las insignias e incluso el pasado diciembre advirtió a COVITE de que las quitaría si el colectivo las colocaba. «Evitar recordar a las víctimas en los lugares donde fueron asesinados es un intento de evitar que buena parte de la ciudadanía se ponga ante el espejo de lo que ocurrió y se pregunte qué hacía mientras el terrorismo asesinaba, y no lo amos a permitir», indicaron.

Evitar el olvido

La presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, enmarcó esta iniciativa en una apuesta por impedir el olvido. «Evitar recordar a las víctimas en los lugares en los que fueron asesinadas es un intento de evitar que buena parte de la ciudadanía se ponga ante el espejo de lo que ocurrió y se pregunte qué hacía mientras el terrorismo. No lo vamos a permitir», expresaron desde el colectivo.

A su vez, Ordóñez acusó a ambos ayuntamientos de «irresponsables» por «incumplir sus compromisos en materia de memoria y de prevención de la radicalización». «Intentar ocultar la historia del terrorismo y sus consecuencias a las nuevas generaciones es un ejercicio de irresponsabilidad muy grave», recalcó. Si los Consistorios ordenan retirar las placas, Ordóñez tiene claro que de algo habrá servido su gesto. «Al menos tendrán que buscarlas e informarse de dónde se cometieron los crímenes», afirmó.