«Dimití en la Diputación y Murua pensaba que era broma»

Xabier Unzurrunzaga guarda buen recuerdo de sus años en las instituciones. «Me llamaron al Gobierno Vasco que nacía en los 80, con Garaikoetxea de lehendakari y Mario Fernández de vicelehendakari. Eran años en que todo estaba por hacer y nos beneficiábamos de los primeros efectos del Concierto Económico. Recuerdo acciones emblemáticas, como un cambio en el planeamiento de Bilbao para hacer el gran parque de Txurdinaga».

Luego siguió el trabajo en la Diputación, cuando se recuperó el hoy Koldo Mitxelena o se puso en marcha Arteleku en una vieja fábrica. «Cuando vi que no había más que hacer ahí dimití. Mi paisano Imanol Murua, entonces diputado general, pensaba que era una broma. Fui el primer cargo en dimitir en las instituciones de entonces».

Esa torrencial carrera queda reflejada en el libro 'Xabier Unzurrunzaga, construcción de la ciudad', editado por la Escuela y el Colegio de Arquitectos. Jonathan Chanca y María Iceta (que está realizando una tesis sobre Unzurrunzaga) se han encargado del trabajo de diseño y documentación de un volumen y una exposición que sigue la línea iniciada el año pasado con Miguel Garay, otro de los referentes de la arquitectura vasca. «Estamos encantados de recuperar la obra de profesionales que han marcado un hito en nuestro oficio», dice Juan José Arrizabalaga, director de la Escuela.

«Siempre he recordado lo que decía mi padre: devuelve a tu país lo que has aprendido en la universidad», explica Unzurrunzaga, orgulloso de que sus 'nietos' académicos (alumnos de sus alumnos) impartan ya clases. Y se despide con humor con otra máxima de la tradición vasca: «Gaizki esanak barkatu, ondo esanak kontuan hartu».