Zarautz experimentará un sistema que busca los mismos resultados que el PaP

El Ayuntamiento de Zarautz pondrá en marcha en otoño una experiencia piloto de un nuevo sistema de recogida selectiva de residuos sólidos urbanos que busca lograr un porcentaje de materia recuperada igual o superior al puerta a puerta, pero aprovechando los contenedores convencionales.

Este nuevo modelo ha sido propuesto por alumnos de la Escuela Superior de Arquitectura de San Sebastián en un estudio que ha coordinado el profesor Iñigo Lizundia, quien lo ha presentado hoy en una rueda de prensa a la que ha asistido el alcalde de Zarautz, Juan Luis Illarramendi, de Bildu.

El regidor guipuzcoano ha señalado que tiene previsto desarrollar esta prueba en un barrio que aún no han decidido durante un periodo de tres meses, tras el cual analizarán los porcentajes de reciclado que han conseguido.

Lizundia ha explicado que, además de reducir al fracción resto al "mínimo posible", otro de los objetivos del nuevo modelo es ser "limpio y respetuoso" con el medio ambiente y por ello plantea unas instalaciones adecuadas al espacio urbano, que no tendrían por qué ser idénticas y que incluso podrían aprovechar edificios en desuso.

La idea se apoya en una combinación del sistema tradicional mediante contenedores selectivos y el modelo de gestión y control de los "garbigunes", por lo que disminuirían los puntos de recogida con relación a los de los contenedores existentes ahora.

Los estudiantes, alumnos de la asignatura de Arquitectura Bioclimática, han planteado diferentes diseños de los puntos de recogida, aunque la mayoría proponen la creación de "un elemento envolvente" que acogería tanto los contenedores como un puesto de control, que consideran necesario hasta que la concienciación social "alcance cotas superiores" a las actuales.

Creen además que con un diseño adaptado a cada caso, la instalación podría tener "un alto valor estético", aunque admiten que su "importante" volumen puede "condicionar" su instalación en muchos lugares de la ciudad.

Si optara por colocarlo donde se ubican los actuales contenedores, es posible que sus dimensiones requieran, en muchos casos, la invasión de aceras y zonas peatonales que lo haga inviable".

Los futuros arquitectos entienden que el número de puntos de recogida debe ser "optimizado al máximo" , pero con "un control" de las distancias para ser recorridas a pie y que siga resultando cómodo al ciudadano.

La mayoría de los alumnos coinciden en que se reduzca el número de puntos aproximadamente a la mitad, aunque no el número de contenedores.

El volumen construido varía de unas propuestas a otras y, mientras alguna apuesta por encerrar únicamente los contenedores, otras incluyen el puesto de control, así como pasillos de circulación interiores.

Los alumnos de la EU de Arquitectura de San Sebastián aseguran que, entre las ventajas de esta solución, está su bajo coste, su simplicidad y fácil adaptación, la buena accesibilidad para limpieza y mantenimiento, y el fácil y rápido acceso al depósito y vertido de los residuos.