El 'transbordador' de Aldamar

DV. Se llama Santiago del Río y trabaja desde hace dos años en Fomento de Construcciones, la empresa encargada de la limpieza de las calles donostiarra. Habitualmente pilota una de las máquinas barredoras que limpia aceras y calzadas. Y ayer se convirtió en un héroe anónimo para cientos de ciudadanos, indefensos ante el temporal, que encontraron en este hombre alto y robusto el apoyo frente a un viento desbocado.

«¿Héroe? Ni se te ocurra llamarme eso: he hecho lo que debía y no quiero ningún protagonismo», responde el propio del Río. Pero como sentenció Javier Cercas en héroe es precisamente quien hace lo que debe en el momento oportuno.

«La gente volaba»

Santiago del Río madrugó ayer, como todos los días, y hacia las siete de la mañana se plantó en Amara para conducir su barredora. Pero ayer el día no estaba para limpiezas: en la empresa le encargaron dirigirse a la zona de la calle Aldamar, sometida a esa hora a unos vientos huracanados que ponían en peligro a los viandantes.

«Parecía increíble. La gente que quería cruzar hacia o desde la Bretxa era literalmente arrollada por el viento», recordaba después Del Río. «Espontáneamente me acerqué a ayudar a una señora que 'volaba' y la ayudé a cruzar. Entonces otra me pidió también que la sujetara. Y después un señor mayor. De pronto ví que la gente me esperaba para cruzar conmigo como soporte». Santiago del Río se convirtió así en el 'transbordador' de la calle Aldamar. Hasta el cocinero José Juan Castillo se benefició de su apoyo camino de su restaurante, Casa Nicolasa.

«He pasado cerca de tres horas ayudando a la gente. No sé a cuántas personas he pasado, quizás en torno a doscientas. Sólo trataba de echar una mano, como tantos compañeros», resumía Del Río. A mediodía llegó la brigada de relevo y se empleó a fondo, como el resto de servicios ciudadanos, para devolver la normalidad a San Sebastián. Y el 'transbordador' de Aldamar, al fin, descansó.