Argilagos, el eterno ausente

DV. Apareció por Getaria a mediados de la década de los noventa, protagonizó dos sonados proyectos en torno a sendos diseñadores gipuzcoanos - Balenciaga y Rabanne-, desapareció hace más de tres años dejando tras de sí un rastro difícil de borrar y, cuando se le esperaba, no ha vuelto a aparecer. Y eso que Julián Alberto Argilagos Pí, nacido en La Habana en 1951, tenía ayer dos buenas razones para acercarse a Euskadi. Por la mañana, podía haberse personado en un Juzgado de lo Social de Donostia y responder a la demanda «sobre resolución indemnizada de contrato de trabajo» interpuesta por una trabajadora contra Hemen Art SL Unipersonal, la sociedad con la que operó durante su estancia en Euskadi y que es titular de los derechos intelectuales del proyecto de museo. Por la tarde, le esperaban los parlamentarios. No se presentó a sus citas.

De hecho, hace mucho que Argilagos no se deja ver en público por estos pagos. Ya en 2003, a los pocos meses de ser despedido de su trabajo como conservador del Museo Balenciaga pese a seguir siendo el arquitecto del proyecto (tarea para la que estaba contratado desde 2001) y en pleno apogeo de un macroproyecto dedicado a Rabanne en Pasaia que nunca prosperó, constituyó en Florida la sociedad Hemen Fashion Art Inc, que permaneció tres años en la misma dirección de Sunny Isles, una lujosa zona de nuevo desarrollo al noreste de Miami. En julio de 2005, mediante uno de los controvertidos contratos realizados por la Fundación Balenciaga, se le autorizó expresamente a seguir prestando sus servicios desde allí, y ese mismo año la sede de la sociedad se trasladó a un emplazamiento todavía más lujoso en Golden Beach: una casona de los años 50 comprada aquel mismo año y exquisitamente decorada. La casa está en venta por casi dos millones de dólares-con una rebaja de medio millón de porque «urge»- y también se puede alquilar por días, semanas o meses, entera o por habitaciones. Artista además de arquitecto (está inscrito como miembro del American Institute of Architects) al igual que su intermediario Rolando Paciel -nacido en La Habana en 1952 y que tiene abierto un estudio en Bilbao desde hace años-, inauguró en 2007 en el de Miami una galería de arte con su propia obra, presentándose como auténtico del Museo Balenciaga. La galería no parece seguir en activo, y tampoco lo está desde hace más de un mes su página web, pero en la misma dirección tiene su sede una empresa que se sigue llamando Hemen Fashion Art. No se dedica al arte, pero sí a la ropa de mujer.