«Vamos a frenar el crecimiento salvaje, pero no la llegada de españoles»
El domingo ganó las elecciones al frente de una lista plural. Dice que en Hendaya «se gobernaba para los promotores, no para los vecinos, y eso va a cambiar». «Si los aviones pasaran sobre La Concha como por la playa hendayesa la pista se cerraría al día siguiente»
MITXEL EZQUIAGA
Martes, 18 de marzo 2008, 12:13
«Hay quien dice que Hendaya es ya un municipio de Gipuzkoa, pero no: Hendaya sigue siendo Hendaya». Lo dice con una sonrisa, pero con determinación. Jean-Baptiste Sallaberry, un empresario de 68 años que no milita en ningún partido aunque se autodenomina «de centro», ganó el domingo las elecciones municipales en Hendaya. Lo hizo al frente de una lista en la que había socialistas, nombres de la derecha local y nacionalistas.
Era una candidatura «de salvación» con un nexo principal: poner fin a lo que consideran «crecimiento inmobiliario salvaje» que ha vivido Hendaya en los últimos años y cuya responsabilidad encarnan en Kotte Ezenarro, alcalde socialista que perdió los comicios.
Sallaberry, concejal en la oposición desde 1995, tomará posesión el sábado. Ayer vivía con la resaca de la celebración del triunfo («me acosté a las cinco de la mañana») y contestó en perfecto castellano. También habla euskera.
- Parar el crecimiento inmobiliario que ha duplicado la población de Hendaya en pocos años ha sido su principal bandera electoral.
- Los hendayeses están muy enfadados con esta locura inmobiliaria. Hemos vivido una especulación terrible en los últimos años y era hora de decir «basta». No estamos contra la llegada de los españoles, porque aquí desde siempre hemos vivido con naturalidad la convivencia entre las dos orillas del Bidasoa. Pero no podíamos seguir creciendo sin orden.
- Y es que muchos de sus vecinos proceden del sur del Bidasoa...
- El último censo dice que Hendaya tiene 13.500 habitantes, pero yo pienso que en realidad somos unos 18.000. Y un 30% o 40% de la población es española. Lo inadmisible es que aún no conozcamos esos datos con fiabilidad. Mi intención es colaborar con la Hacienda francesa para aclarar todas esas cifras. Y en 2009 habrá un nuevo censo.
- ¿Por qué ha ganado usted las elecciones?
- El alcalde Ezenarro había anunciado que pensaba seguir la misma línea de crecimiento y eso no ha gustado a los vecinos. Yo llevo seis años luchando contra el urbanismo salvaje e incontrolado, y el plan de urbanismo que se inició en el 2003 y se revalidó en el 2005 había abierto aún más las puertas para la promoción inmobiliaria. Era un plan hecho más para los promotores que para los hendayeses.
- Pero las promociones que ya están en marcha no se pueden parar. Por ejemplo, el barrio que se construye sobre las vías del tren, entre los puentes.
- Sí, esa promoción no se puede parar, pero sí vamos a frenar prácticas que ahora son habituales. Por ejemplo, se compran villas antiguas del centro y se derriban para construir ahí grandes bloques de pisos, lo que quita a Hendaya calidad de vida y carácter. También se iba a autorizar construir edificios de cinco pisos en zonas como las llamadas «alturas de Hendaya», pensadas en origen para villas unifamiliares. Las asociaciones de vecinos se estaban movilizando contras esas prácticas, venían al Ayuntamiento y el alcalde no respondía. Yo sí voy a hacerlo, y por eso me han votado.
- Encabezando, además, una lista plural.
- Sí. Yo me considero de centro o centro izquierda pero no formo parte de ningún partido. En mi lista había socialistas, nombres de la derecha (UMP), algunos abertzales no afiliados... Era una lista «de apertura», aunque nos han querido presentar como la candidatura de la derecha. Pero hemos recibido muchos votos de izquierda. Hendaya sigue siendo de izquierdas: lo prueba que en la urna para las elecciones cantonales Ezenarro y el PS han ganado. La gente no le ha votado para el municipio porque quería un cambio. Existía la sensación en Hendaya de que el poder estaba en manos sólo de dos o tres personas que decidían todo. Hacía falta un poco más de democracia en el Ayuntamiento.
- El alcalde saliente tenía muy buena colaboración con Irun y Hondarribia en la mancomunidad de Txingudi. ¿Se mantendrá?
- El domingo vino el alcalde de Irun a saludarme y quedamos en hablar. En diciembre de este año tenemos que renovar el consorcio. Me gustaría darle más competencias y que afecten, sobre todo, a la vida cotidiana. Hay que dar más contenido a esa colaboración en materia económica y de medio ambiente. Hay que hablar del aeropuerto y de la navette marítima que une Hendaya y Hondarribia.
- ¿Por qué?
- Según el convenio suscrito en su día esa línea debe ser operada por una empresa española y una francesa. Pero hace un año las autoridades españolas prohibieron a la francesa desembarcar en Hondarribia por problemas legales. Desde entonces sólo trabaja la empresa española. El asunto está siendo tratado por los gobiernos de París y Madrid, pero va lento. Y pienso tomar medidas para agilizarlo...
- ¿Pondrá trabas a la compañía que ahora une Hendaya y Hondarribia?
- Tal vez... Así seguro que se agilizan los trámites y pronto pueden empezar a trabajar las dos para cubrir ese servicio.
«Plantearé una batalla legal contra el uso masivo
del aeropuerto de Hondarribia»
Sallaberry considera que «poner coto al uso masivo» del aeropuerto de Hondarribia es una de sus prioridades. Considera que el anterior alcalde, Kotte Ezenarro, fue demasiado tibio en la defensa de los intereses de Hendaya.
- ¿Cuál es su postura frente al aeropuerto de Hondarribia?
- Hay que atajar cuanto antes la actual situación. En primer lugar, por seguridad. Nos regimos por el convenio del 92 pero España lo ha superado en la práctica: hay más vuelos de los previstos y algunos de los aviones no cumplen las normas de seguridad. Nadie dice nada, pero si un día ocurre algo, ¿quién dará la cara? Son acuerdos entre los gobiernos de Madrid y París, pero nosotros tenemos que hacer algo.
- ¿Por ejemplo?
- Si la frecuencia de aviones que sobrevuela la playa de Hendaya en verano, casi cada cuarto de hora, con la arena llena de gente y a altura tan baja, pasara por encima de La Concha la gente se movería y habría soluciones al día siguiente. Hendaya también es una ciudad de turismo y los vecinos de la playa ven cómo los aviones rozan sus casas.
- ¿Cuáles son sus planes?
- Ir a los tribunales para tomar medidas rápidas. El alcalde Ezenarro ya recurrió a una prestigiosa abogada francesa, ex ministra de Medio Ambiente, para que protestara ante el Estado francés por dejación de nuestros derechos.
- O sea que no está contra el aeropuerto en general sino contra la frecuencia intensa de vuelos.
- Pedimos que se cumpla el convenio del 92, según el cual no puede haber más de 24 vuelos y tampoco pueden producirse operaciones de noche. España quiere subir hasta los 62 vuelos y eso no lo vamos a permitir. No es normal. Gipuzkoa es un territorio rico que debería tener un aeropuerto en condiciones pero en una mejor ubicación, no al lado de una zona tan poblada.
- En su momento también se proyectó que las basuras de Hendaya podrían resolverse en el marco de la comunidad de Txingudi.
- Sí, pero perdimos tiempo y dinero en esa historia. Hace ya meses se decidió que la basura de Hendaya se tratará en un «bizi garbi» junto a San Juan de Luz, con un método más moderno y efectivo. Y es mejor solución.
- Visto desde el sur del Bidasoa, con estas declaraciones, parece usted más duro que su antecesor.
- Me debo, sobre todo, a mis vecinos, que son los que me han votado. Pero entre mis vecinos hay muchos españoles. Y la gente de Gipuzkoa que viene a vivir a Hendaya busca también una calidad de vida, que es la que queremos cuidar. ¡No tendría sentido hacer en Hendaya un Errenteria nuevo!
- ¿Qué lectura hace de los resultados de las elecciones en el conjunto de Francia?
- Si confieso la verdad hoy lunes ni he leído los periódicos. He pasado el día con el teléfono. Sé que la izquierda ha ganado en casi toda Francia, y es curioso que Hendaya, que durante más de cuarenta años ha estado gobernada por los socialistas, cambie de manos precisamente ahora. Insisto en que pienso que los hendayeses siguen siendo mayoritariamente de izquierdas pero buscaban un cambio de personas.
- La lista encabezada por usted obtuvo 2.982 votos, la de Ezenarro 2.569 y una lista abertzale 479 votos. En función del sistema mayoritario francés, el gobierno municipal tiene 25 concejales, el PS sólo siete y la tercera lista uno. Y ahora, como alcalde...
- Dejaré mi trabajo privado y me dedicaré el cien por cien a la alcaldía: queda mucho por hacer.