Los donostiarras incrementan el reciclaje y frenan la cantidad de basura orgánica generada
La recogida de vidrio, cartón, envases, ropa y aceite usado aumentó entre un 1 y un 5%
A. MUNGUÍA
Jueves, 3 de enero 2008, 09:42
SAN SEBASTIÁN. DV. Los donostiarras han mantenido en el último año el volumen generado de basura orgánica, mientras que han aumentado ligeramente la separación y el depósito de residuos en contenedores de reciclaje. Cada ciudadano tiró de media 484 kilos de basura, de los que se lograron reciclar 28,5 kilos de vidrio, 37 de papel, 18,6 de muebles y 14,2 de envases y plásticos.
El concejal de Mantenimiento Urbano, Alberto Rodríguez, hizo ayer un balance positivo de la recogida de residuos sólidos urbanos durante 2007 y que colocan a la ciudad «en la cabeza de los municipios españoles en cuanto a reciclaje». La gestión de la basura domiciliaria es una competencia municipal transferida por el Ayuntamiento a la Mancomunidad de San Marcos, institución que recupera y trata los residuos de otras nueve localidades de la comarca de Donostialdea.
La proporción principal de los residuos sólidos urbanos sigue siendo la materia orgánica que se deposita en el contenedor general: 60.117 toneladas, que equivalen a un kilo de desperdicios por habitante y día. La noticia positiva es que este volumen se mantiene en las mismas cifras que en 2006. Según el concejal, no es que se consuma menos ¯«se consume igual o más»-, sino que «se recicla más en origen, en el propio hogar, lo que hace mantener estable esta cantidad». En este volumen de desechos orgánicos no están incluidos los residuos que se recogen en los centros comerciales y en polígonos industriales -que tienen un servicio específico-, ni las 240 toneladas de hojas caídas en el otoño y guardadas en el vertedero «para ver si podemos producir con ellas compost». Uno de los factores que ha contribuido a no incrementar la cantidad de residuos que va a vertedero es la puesta en marcha de un nuevo sistema de cribado en las playas que evita extraer junto con los residuos grandes cantidades de arena.
Los 370 contenedores para el depósito de botellas recogieron el año pasado 5.592 toneladas de vidrio en la ciudad, que si se suman a los 1.252 toneladas que se recogieron puerta a puerta en los establecimientos de hostelería de la Parte Vieja suman un total de 6.844 toneladas, un 2% de incremento respecto a 2006.
«Concienciación»
La recogida selectiva de cartón y papel ha registrado un incremento del 3%, con una cifra total de 10.976 toneladas que es «muy importante», según Alberto Rodríguez. En su opinión, si los datos de reciclaje no son mayores es porque hay una mayor concienciación en el escalón previo que es la generación de residuos: «Cada vez llevamos menos envases a casa y la labor de las administraciones y las instituciones también influye». De esta cantidad, 780 toneladas de productos a base de celulosa se reciclaron en centros escolares y administraciones públicas, 3.476 toneladas en comercios y 6.720 en los domicilios.
Aceite de Santo Tomás
El contenedor amarillo recogió el año pasado 2.588 toneladas de plásticos y envases, un 1% más que en 2006. Un residuo que no alcanza grandes cifras pero cuyo reciclaje es fundamental para que no se deterioren los colectores es el aceite usado. En 2007 el servicio de recogida con camioneta por los barrios recibió 40.332 litros de los donostiarras y retiró de la circulación 350.472 litros de los establecimientos de hostelería, lo que supone un incremento del 3% respecto al año anterior. «Sólo en Santo Tomás reciclamos 1.434 litros de los puestos de txistorra, ¿Se imaginan lo que supondría tirar ese aceite usado por el alcantarillado?», se preguntó Rodríguez.
Los donostiarras además aumentaron en un 5% la cantidad de ropa usada que se deposita en los 30 contenedores de reciclaje distribuidos por toda la ciudad. El reciclaje de pilas -25.800 kilos-, muebles -3.450 toneladas-, y de los catalogados como residuos peligrosos -48.600 kilos de ordenadores, bombillas, etc- se mantuvo en los mismos niveles que el año anterior. Rodríguez confió en que la Mancomunidad ponga en marcha este mismo año el primer garbigune de la ciudad, en las inmediaciones de Garbera, porque su funcionamiento facilitará a los donostiarras desprenderse de todo tipo de residuos generados en el hogar.
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