Gipuzkoa tendrá una planta de biosecado para reducir la basura orgánica a incinerar

SAN SEBASTIÁN. DV. La compleja red de infraestructuras que requiere Gipuzkoa para el tratamiento de la basura que se genera en el territorio se va perfilando en los documentos de la Diputación. El reto no es baladí. Cada año se producen más de 400.000 toneladas de residuos. En 2009 ya no se podrán depositar en los vertederos, debido a las normativas europeas y a los acuerdos alcanzados entre las mancomunidades guipuzcoanas, la Diputación y el Ayuntamiento de San Sebastián.

El Plan de Residuos de Gipuzkoa estableció una serie de plantas y sistemas a desarrollar hasta 2016. El esquema se está modificando en el Documento de Progreso, cuya finalización se prevé para febrero. La actualización obedece a que los positivos datos del reciclaje permiten impulsar métodos de tratamiento, como el compostaje, hasta unos niveles no previstos en el Plan de Residuos.

Carlos Ormazabal, diputado de Desarrollo Sostenible, acudió ayer a las Juntas Generales para explicar el desarrollo del Plan de Residuos y avanzar parte de las actualizaciones recogidas en el Documento de Progreso.

530.000 toneladas

Ormazabal explicó que se calcula que en Gipuzkoa en 2016 se producirán 538.000 toneladas de residuos. De esta cantidad, 224.000 serán reciclables (45,5%) y 53.000 se compostarán (10,8%).

El Documento de Progreso propone las infraestructuras precisas para hacer frente a esas previsiones. Algunas, como la incineradora, estaba recogida en el Plan de Residuos. Ormazabal reiteró que la planta de Zubieta se comenzará a construir en 2009.

La principal novedad estriba en la construcción de una planta de biosecado. Su objetivo, según señaló Ormazabal, será reducir en un 30% la materia orgánica a incinerar en la planta de Zubieta. La ubicación todavía no está decidida, pero lo habitual en este tipo de equipamientos es que se sitúen cerca de las incineradoras.

Otra de las novedades de la actualización del Plan de Residuos se centra en el impulso dado al compostaje. La Diputación pretende que los restos de comida cruda que se generan en los domicilios se depositen en un quinto contenedor. Estos desperdicios se transformarán en compost a usar en agricultura y jardinería.

El diputado indicó que como mínimo se requerirán tres plantas para transformar estos residuos. La primera entrará en servicio el próximo año en el vertedero de Lapatx (Azpeitia).

Una segunda se deberá ubicar en el eje Donostia-Irun. Esta última localidad podría acoger la instalación. La Mancomunidad de Txingudi renunció a construir una incineradora para su comarca y ha solicitado trasladar sus residuos a Zubieta. A cambio, podría aceptar la planta de compostaje.

Riesgos del compostaje

Ormazabal advirtió de las incertidumbres que conlleva apostar por el compostaje. Explicó que el material resultante deberá ser de la mejor calidad, con el fin de que encuentre salida en Gipuzkoa, una salida que además se limitará a la jardinería, debido a que el territorio es excedentario en abono para la agricultura.

La calidad del compostaje dependerá de que los ciudadanos depositen en el quinto contenedor sólo los restos de comida que previamente se hayan indicado.

La red de infraestructuras se completará con varias estaciones de transferencia. En éstas se com pactará la basura que posteriormente haya que trasladar a compostar o incinerar.

El esquema también prevé la construcción de una planta en la que tratar los materiales provenientes de obras de construcción y demolición.

A su vez, se distribuirán por el territorio 30 garbigunes y 58 minigarbigunes. Se trata de instalaciones en las que se pueden depositar electrodomésticos, muebles. ordenadores u otros elementos en desuso.

Una vez definidas las infraestructuras necesarias, queda por concretar su ubicación, excepto en los casos de la incineradora de Zubieta y de la planta de compostaje de Lapatx. El resto de equipamientos se recogerán en el Plan Territorial Sectorial, cuya terminación de prevé para finales del próximo año.