Los radares de paseo Bizkaia, Ategorrieta y Zumalacárregui multan desde mañana

Se acabó el periodo de pruebas. Dos nuevos radares y un sistema de control de los semáforos en rojo comenzarán a imponer sanciones a los conductores que se salten las normas a partir de mañana, como avanzó este periódico la pasada semana. Los conductores que rebasen los 50 kilómetros por hora en el paseo Bizkaia, en el cruce con el puente de Mundaiz, y en la avenida Alcalde José Elósegui, en el cruce con el paseo de Ulía, serán sancionados. Y lo mismo aquellos que se salten los semáforos en rojo situados en la avenida Zumalacárregui, a la altura del Bar Pepe en dirección al Centro, y en el Alto de Miracruz, en el carril en dirección a Pasaia a la altura del colegio de la Asunción.

Los nuevos radares y el sistema de control de los semáforos en rojo se unen a los seis puestos de control de velocidad fijos que ya vienen disuadiendo a los conductores de pisar el acelerador en los últimos años. Ahora, sin embargo, se introduce una novedad en estos seis puntos: a partir de mañana todos los cajetines grises contarán con aparatos de medición en su interior. Y es que puede que usted no sepa que el Ayuntamiento contaba únicamente con dos equipos de medición que los hacía rotar por los distintos cajetines de la ciudad debido al alto coste que tiene la adquisición y la homologación de cada uno de los aparatos: 30.000 euros. El efecto -hubiera o no hubiera maquinaria- era el mismo porque los conductores levantaban el pie cada vez que se aproximaban a uno de estos cajetines. La diferencia es que a partir de mañana todos, los antiguos y los nuevos, sancionarán a todas horas sin descanso, incluido el radar fijo del Paseo de La Concha que en los últimos tiempos ya no operaba. A éste se le suman el de la avenida de Tolosa (a la altura del edificio de la Cámara de Comercio), en del paseo Doctor Begiristain (a la altura del Oncológico), y los tres de la travesía de Intxaurrondo (Fernando Sasiain, Sibilia y paseo Otxoki).

A nadie se le escapa que el número de multas aumentará en los próximos meses respecto al último año cuando se contabilizaron alrededor de 7.000, o lo que es lo mismo, una media de 19 sanciones al día. El aumento de multas revertirá en las arcas municipales, pero el concejal de Movilidad, Jon Albizu, apunta que «no existe afán recaudatorio» en esta medida y «sí la búsqueda por garantizar la seguridad vial». Albizu apunta que el coste de los aparatos se autofinanciarán con las sanciones que se impongan a los conductores.

200 euros de multa

Los foto rojos harán que los conductores se lo piensen antes de saltarse los semáforos en rojo en la Avenida de Zumalacárregui y en José Elósegui porque de lo contrario serán sancionados con la pérdida de 4 puntos en el carné de conducir y una multa 200 euros -se reducirá la cantidad por el pronto pago-. Los dos foto rojos están situados en zonas de intenso tránsito de peatones. El que vigila el paso de cebra de El Antiguo es utilizado por un buen número de familias en su camino a la playa de Ondarreta y el del Alto de Miracruz por los alumnos del colegio de la Asunción. Se trata de una cámara (en este caso dos, una por carril) que está sincronizada con el semáforo en cuestión y que dispara dos fotografías al coche que cruza la línea cuando ya está en rojo el semáforo: una nada más cruzar la raya y la otra unos metros después. El sistema tiene además la posibilidad de grabar al infractor en vídeo, una prueba que se guarda por si el conductor emprende una reclamación judicial contra la sanción.

La decisión de colocar un nuevo dispositivo en el paseo Bizkaia se tomó unos meses después de un accidente de tráfico mortal que costó la vida a un joven que cruzaba el puente de Mundaiz en dirección a Amara y fue embestido por un vehículo que se saltó el semáforo en rojo y que, según un informe pericial de la Guardia Municipal, circulaba a 115 km/h.

El otro de los puntos donde empezará a funcionar el radar es la avenida Alcalde José Elósegui, también una vía muy transitada, de doble carril en los dos sentidos, que es una de las entradas y salidas de coches en la parte Este de la ciudad. Los radares en estos puntos están funcionando desde hace semanas, pero sin sancionar a los infractores ya que no se disponía de la certificación oficial que avalaba el correcto funcionamiento de los aparatos de medición. Este chequeo se llevó a cabo el pasado viernes y los dos aparatos superaron el test.

La oposición

Los tres grupos de la oposición valoraron ayer la apuesta del gobierno municipal por hacer lo posible para que peatones y conductores nos movamos por las calles de la ciudad con mayor seguridad, pero también ponen alguna pega.

El edil del PP, Iñigo Arcauz, y el del PNV, Martin Ibabe, apuntan a que el Ayuntamiento debería buscar otras soluciones para rebajar la velocidad a los vehículos más allá de los radares. Arcauz critica el «alto coste» y propone la instalación de señales luminosas para disuadir a los conductores de pisar el acelerador.

Ibabe comparte la medida «del todo acertada» del gobierno local por instalar radares pero apunta la posibilidad de instalar controladores de velocidad por tramos porque «ahora los coches circulan por encima de 50 kilómetros por hora y frenan cuando están cerca del radar, con el peligro añadido que supone».

La socialista Marisol Garmendia recuerda que más allá de radares «la responsabilidad última la tienen los conductores». «Hay que ser conscientes de que en el término municipal no se puede circular por encima de los 50», añade.