Piden un pacto de partidos para crear horarios racionales

El presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, Ignacio Buqueras, confía en que antes de que finalice este año los partidos políticos firmen un pacto y se comprometan a acabar con los actuales horarios «tercermundistas».

Buqueras compareció ayer a petición propia en la comisión de Políticas Sociales, Trabajo e Igualdad del Parlamento Vasco para exponer las iniciativas que está impulsando la asociación que preside, que lucha para «dar valor al tiempo y saber gestionar bien» los horarios laborales, algo que en su opinión no ocurre en España.

«Hablar de conciliación laboral es pura demagogia si no pasa por unos horarios racionales» como los que tienen otros países europeos, señaló Buqueras, quien explicaba que la Comisión está trabajando para impulsar grandes pactos a nivel nacional entre varios sectores sobre esta cuestión.

Buqueras avanzó que esta Comisión «está propiciando» un pacto entre los partidos políticos con representación en el Congreso, que espera que se firme antes de que acabe el año, para que impulsen iniciativas de adaptación de los horarios españoles a los europeos.

En su opinión, con mejores horarios se aumenta la productividad, se fomenta la conciliación, se produce un menor gasto y los trabajadores están más satisfechos. Recuerda que la productividad no está en función del número de horas, sino de optimizar las horas y trabajar «por objetivos».

También la Comisión mantuvo varios encuentros con organizaciones empresariales y sindicatos para alcanzar un pacto que racionalice horarios buscando la cultura de la «eficiencia y la excelencia».

Adelantar la hora de salida laboral a las cinco o seis de la tarde, impulsar el teletrabajo o fijar los tiempos exactos del inicio y fin de las reuniones son algunas de sus propuestas. «España es el país europeo que más reuniones diarias de trabajo celebra y más tiempo pierde», lamenta Buqueras.

También defendió alcanzar otros pactos en las administraciones con el fin de que las jornadas laborales concluyan mucho antes de lo que se hace ahora, y en las televisiones privadas y públicas, para que adelanten sus programas de mayor audiencia. A su juicio, las actuales programaciones televisivas nocturnas propician la siniestralidad laboral, el absentismo y afectan negativamente a la productividad.