Pasaia, la mayor revolución urbanística de Gipuzkoa

De una bahía gris con una actividad industrial pesada y llena de obstáculos en forma de pabellones o vías de tren a otra que invite a pasear al borde del agua, jugar en un parque elevado o permita salir a navegar en zonas ahora impensables. La regeneración de Pasaia es uno de los proyectos urbanísticos más ambiciosos, sino el que más, al que se ha enfrentado Gipuzkoa. Se trata de reurbanizar una zona castigada, de liberar espacios para crear parques, levantar viviendas, construir edificios para servicios comunitarios, generar empleos y, en definitiva, abrir al mar la vida de miles de guipuzcoanos que actualmente viven muy cerca de esa lámina de agua pero que en la práctica le dan la espalda como si residiesen a varios kilómetros.

El gran reto de mejorar la calidad de vida de los vecinos de Pasaialdea está plasmado en el llamado masterplan, que servirá de guía para transformar el urbanismo de una bahía en la que el frente marítimo se integrará en la trama urbana. El arquitecto guipuzcoano Ángel de la Hoz presentará hoy en una jornada organizada por Gipuzkoa Aurrera la versión definitiva de este plan, que ya fue avanzado por el equipo holandés KCAP, ganador del concurso organizado para diseñar esta transformación sin parangón en el territorio, en un congreso sobre urbanismo que acogió el Kursaal en octubre. La ingeniería LKS también trabaja junto a ellos en la concreción del proyecto.

La empresa no es sencilla y, tras la firma de ayer, aún harán falta muchos años para regenerar en su totalidad 70 hectáreas muy urbanizadas y en gran parte destinadas a actividades industriales. Hoy en día se habla de 2015 como fecha de finalización de una reurbanización progresiva en la que se propone conservar el patrimonio cultural portuario «y la apariencia de bahía».

El anteproyecto prevé reservar 250.000 metros cuadrados para parques y zonas verdes y otras 800.000 se acotarán como parcelas aptas para construir; de estas últimas, 96.000 metros cuadrados se asignarían a funciones públicas: sanidad, ocio, educación y servicios culturales. Según los redactores del plan, con la reurbanización se generarían 4.000 nuevas viviendas, el 60% de promoción libre y el 40% restante de VPO o tasadas. Además, se estima la creación de 8.000 empleos.

Barcos pequeños y grandes

Otra de las cifras más llamativas son los mil amarres que se contemplan en La Herrera, Antxo y Lezo, que contarán con sendas dársenas. Los puertos deportivos de La Herrera y la Marina de Lezo contarán con entre 200 y 300 atraques y están destinados más a aficionados con embarcaciones pequeñas, mientras que el de Antxo, con unos 400 amarres, permitirá el atraque de barcos de mayor tamaño.

La Herrera será la primera en cambiar de cara, según los tiempos que se manejan. El hecho de que no esté hipotecado por los muelles y el derribo de parte de pabellones hacen que la regeneración arranque en este lugar, que además de nuevas viviendas, contará con un un gran parque elevado que ocupará la zona central. Como curiosidad, debajo del parque se situarán comercios, así como un centro cultural y la tenencia de alcaldía.

Antxo se convertirá en un distrito metropolitano donde se prevé que la trama urbana ocupe los actuales muelles, una vez que se traslade la actividad portuaria. Pasos por encima y por debajo de la carretera y las vías del tren permitirán conectar el caso urbano actual y el que nazca al borde del agua.

Precisamente, es en Antxo donde se prevé la construcción de la mayor parte de las viviendas nuevas. Además, una pequeña dársena introducirá una lámina de agua entre estos nuevos edificios que se levantarán en primera línea de la bahía.

Una nueva salida en forma de parque-mirador conectará Errenteria con la bahía, mientras que la línea actual de costa se modificará parar trata de acercar el agua al pueblo.

El anteproyecto del master plan también se refiere a la central térmica, que dejará de ser operativa en 2022. Según KCAP, se convertirá en una incubadora de empresas y centro de aprendizaje para el desarrollo sostenible y permitirá transformar Pasaia en una economía de la innovación.