La UTE perdedora presenta alegaciones a la adjudicación

Tratándose del cambio del modelo de gestión de los residuos, un largo proceso que ha estado trufado de sonoras discrepancias y obstáculos, la adjudicación del contrato de construcción de la incineradora no se ha gestado sin cierta discordia. La UTE perdedora del concurso, encabezada por Befesa, ha presentado alegaciones a la decisión de adjudicar el proyecto a la otra candidata, con una oferta 10 millones más cara. El presidente del Consorcio de Residuos, Karlos Ormazabal, volvió a negar ayer «trato de favor», al igual que hizo en su comparecencia de la pasada semana en Juntas Generales. «El proceso de adjudicación ha sido escrupuloso y transparente», enfatizó. Y si la UTE perdedora decide presentar un recurso contra esta decisión, «convocaremos a la asamblea del consorcio, que resolverá a la mayor brevedad», dijo Ormazabal, quien reconoció, no obstante, que las próximas elecciones de mayo darán lugar a una nueva composición del Consorcio, «aunque no antes de septiembre», añadió.

Después de los comicios

El consejero de GHK y concejal de Ezker Batua en Lasarte-Oria Ricardo Ortega también se refirió a las quejas presentadas por la alianza empresarial de Befesa, y denunció «las prisas» del Consorcio para cerrar el contrato con la UTE liderada por FCC.

«Se está actuando con una precipitación injustificable para construir la incineradora», lamentó. «Lo que se debería hacer es revocar y dejar sin efecto el proceso de licitación del proyecto» hasta después de los comicios que pueden traer cambios en la representatividad de los partidos en el Consorcio.

Aralar reclamó a la Diputación que «no dé pasos irreversibles» en la construcción de la planta y pidió una moratoria. «Además del impacto medioambiental que supone la incineradora, se suma el impacto económico que tendrá en un contexto complicado», denunció la portavoz de este grupo en Juntas Generales, Rebeka Ubera.