El callejero provocó un guirigay

Una mezcla de 13 rue del Percebe y del camarote de los hermanos Marx. El Pleno del Ayuntamiento saltó por los aires ayer cuando debatía qué nombre dar a ocho calles, plazas y puentes. El gobierno municipal sacó los acuerdos por la mínima, ya que hasta la concejala de Aralar Ainhoa Beola se abstuvo de darle el nombre de Real Sociedad al nuevo puente. En la plaza de la Segunda República se discutió hasta lo de ponerle «Segunda» y por qué no ponerle «Española». Pero del pim pam pum no se libró ni el pobre Nelson Mandela. Y el motivo fue... que no estaba muerto. Todo ello envuelto en el protagonismo de la concejala popular María José Usandizaga, cuyas arremetidas contra el alcalde estuvieron a punto de provocar su expulsión del Pleno.

Todo empezó pronto. El Pleno comenzó a las 8.30 horas y a los pocos de minutos tocaba debatir la urgencia de incluir los nombres de las calles fuera del orden del día. Xabier Ezeizabarrena (PNV) fue el primero que calentó el ambiente al afirmar que no había urgencia ninguna ya que el nombre del sexto puente estaba puesto por el Pleno desde 1998 -Puente de Hierro-. María José Usandizaga cogió la palabra y encendió la mecha: críticas al personalismo del alcalde -«se va tres días fuera y a su vuelta decide el solo ponerle el nombre de puente de la Real Sociedad»- e incursiones en el fondo del asunto, que no era el momento de tratar. La presidenta del Pleno, Marisol Garmendia, le intentó quitar la palabra pero fue en vano. «Imagínense que al sr. Mandela se le ocurre hacer una barbaridad mañana...», proseguía la portavoz del PP. Entre la corporación y en los asientos del público todo el mundo se miraba y se preguntaba «qué ha tomado hoy para desayunar». Garmendia seguía sin poder frenar a la concejala y ésta continuaba martilleando al alcalde: «alguien le oyó en su entorno decir que 'por mis pelotas' le iba a poner el nombre de puente de la Real Sociedad...». Solo la amenaza de expulsión del Pleno pudo acallar a la portavoz popular.

Cuando tocó tratar el fondo del asunto, dos horas después, las aguas parecía que se habían calmado, pero fue sólo un espejismo. El concejal de Urbanismo, Jorge Letamendía, defendió el acuerdo de los socios de gobierno PSE-EE y Aralar-Alternatiba para llamar Real Sociedad al sexto puente dado que Puente de Hierro «es el nombre de una estructura que no ha desaparecido, que se va a colocar como paseo en Riberas, y no el nombre de un lugar. Parecía lógico que al nuevo puente se le diera un nombre y los méritos que ha hecho la Real al ilusionar a toda la ciudad y a Gipuzkoa nos llevaron a proponerlo». Respecto a la plaza Nelson Mandela - futuro ámbito peatonal de Amara Viejo- recordó que hay cuatro o cinco excepciones a la tradición de no poner nombres de personas vivas, «por ejemplo la plaza Aita Barandiaran». El argumento para denominar al espacio contiguo al sexto puente como plaza de la Segunda República es homenajear a los donostiarras fusilados por el franquismo en las inmediaciones al comienzo de la Guerra Civil.

PNV, EA y PP defendieron sin éxito una enmienda conjunta para que se mantuviera el nombre de Puente de Hierro. Xabier Ezeizabarrena criticó incluso que el expediente no hiciera mención a que este puente ya tiene un nombre. Tanto el PNV como EA defendieron que se mantuviera como plaza Andoizenea el nombre a dar a la plaza de Amara Viejo. Por el motivo de que Mandela está vivo y porque la propuesta etnográfica era denominarle con ese topónimo. «Hasta que ustedes no vieron el Mundial de fútbol no se les ocurrió llamarle Mandela», criticó Ricardo Burutaran (EA).

Usandizaga volvió a la carga: «Usted, señor Elorza es el responsable de la imagen que estamos dando. Impone sus caprichos a los donostiarras». Nueva amenaza de expulsión del Pleno. ¿Y por qué no le llaman II República española?, añadió Usandizaga, cuando en realidad recomendaba a Aralar-Alternatiba no mirar al pasado sino al futuro. El caso es que lo que una enmienda de PNV y EA pretendía era que se borrara lo de «Segunda» y se mantuviera como «plaza de la República». El debate siguió degenerando: Letamendía llegó a decir que «esperaré a matar al alcalde antes de proponer su nombre para la estación de autobuses». A todo esto Ainhoa Beola se abstuvo en lo de puente de la Real Sociedad porque «hay otras especialidades deportivas que también merecen ser homenajeadas». Por la tarde, el grupo PSE difundió una nota en la que lamenta el «espectáculo de descalificaciones enfermizas» ofrecido por Usandizaga hacia el alcalde y censura su «indigno comportamiento» como edil.