«La incineración es indispensable en el tratamiento de los residuos»

La incineración forma parte indispensable del conjunto de sistemas para el tratamiento de la basura. De lo contrario, entre el 30% y 40% de los residuos tendrían que seguir siendo arrojados a los vertederos. Así opina Jean Manders, presidente en funciones de la Confederación Europea de Plantas de Valorización Energética. Manders participó ayer en el ciclo sobre residuos que se desarrolla en los Cursos de Verano de la UPV en colaboración con el Consorcio de Residuos.

- ¿Cuántas incineradoras hay en Europa?

- En la Europa de los 27, el 40% de los residuos va a vertedero, el 23% se recicla, el 17% se transforma en compost y el 20% se incinera. Esta es la imagen general, pero la situación varía mucho de unos países a otros. Por lo que respecta a la incineración, España se encuentra en la mitad de la tabla en el ránking de uso de este procedimiento. En Europa hay unas 440 plantas, diez de ellas en España. Es decir, aquí hay un amplio margen para implantar este sistema, si tenemos en cuenta que en Alemania hay 35 plantas, en Holanda 39, en Suiza 49, en Austria 27 o en Dinamarca 54.

- ¿Estamos ante una técnica en expansión o en repliegue?

- En expansión y, además, con éxito. Los países que he citado han logrado eliminar casi totalmente los vertederos. Además, gracias a la energía lograda se disminuye el uso de combustibles fósiles y, por tanto, las emisiones de CO2. Hay que insistir en que las incineradoras son una parte de la solución, en combinación con el reciclaje y el biotratamiento. El éxito se logra mediante una combinación de sistemas.

- ¿La incineración es una parte indispensable de la fórmula?

- Así es. No hay ningún país que haya dado una respuesta satisfactoria a los residuos prescindiendo de la incineración. Se pueden alcanzar niveles elevados de reciclaje y de compostaje, pero siempre quedará entre un 30% o 40% de residuos que no se podrán ni recuperar ni compostar. Con esta fracción caben dos posibilidades: o se depositan en vertederos o se incineran.

- Estas infraestructuras generan una fuerte oposición en parte de la ciudadanía. ¿Está usted en condiciones de asegurar que el riesgo es cero?

- Está comprobado que es un método seguro para la salud y para el medio ambiente.

- ¿Viviría usted cerca de una incineradora?

- Sí. En Europa hay bastantes plantas que están en el centro de las ciudades: Viena, París, Rotterdam... Las incineradores se rigen bajo una normativa europea muy estricta.

- ¿Las dioxinas y furanos generados en la combustión son dañinas para la salud?

- El límite mínimo de emisiones es muchísimo más bajo que el que se exige en cualquier otra industria. Todas las plantas cumplen con estos requisitos. La información es pública.

- Sin embargo, no existe unanimidad científica. Hay estudios que indican que sí lo son y la duda genera inquietud.

- Entre la comunidad científica profesional y seria sí hay unanimidad. Disponemos de estudios publicados en toda Europa donde queda demostrado que no existen riesgos. Ahora bien, hay una serie de personas que se autocalifican como científicos pero, cuando te confrontas con ellos, queda en evidencia que manejan datos erróneos y que tienen una visión estrecha del tema. Entre los expertos de verdad la opinión es unánime, una opinión que además está avalada por los gobiernos de los países donde se ponen en marcha estas plantas, así como por la propia Unión Europea.

- En todo caso, la inquietud está ahí.

- Somos conscientes de que entre una parte de la población existe una preocupación seria y tenemos que afrontarla con información veraz. Gran parte de este miedo procede de la imagen que se tiene de las incineradores que funcionaban hace veinte años. Aquellas instalaciones carecían de sistemas de filtrado y sí había un problema con las dioxinas. Las incineradoras actuales no tienen nada que ver con aquellas.

- ¿Qué solución cabe dar a las cenizas y a la escorias resultantes de la combustión?

- La ceniza se puede utilizar como material para el asfaltado de carreteras o para la construcción. Los residuos que quedan en los filtros se llevarán a vertederos especializados en materias peligrosas.