«Todo está yendo demasiado rápido y no sé muy bien hacia dónde vamos»
Javier Gurruchaga Cantante de la Orquesta Mondragón
IÑAKI ZARATA
Lunes, 21 de junio 2010, 10:54
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Tras dos años largos de laboreo artístico en México, Javier Gurruchaga reaparece con su Orquesta Mondragón y un disco que homenajea a su padre ferroviario y al propio ferrocarril: 'El maquinista de la general', que tendrá forma de musical en otoño.
- Regresa la Mondragón, que celebró 30 años en el Kursaal, en 2006. Sigue el circo del r&r.
- No he sabido hacer otra cosa. Lo del Kursaal era un circo con un CD antológico. Este es diferentes: 12 temas nuevos y 4 versiones. Resume lo que venimos haciendo desde la primera actuación en el colegio de Los Ángeles: rock, parodia.
- Homenajea a su padre.
- Sí, a un año de su muerte. Estuvo bien hasta el último momento y se apagó en 4 meses. La amatxo está bien, con 92 años, aunque le fallan las piernas. Yo es que ahora no hago más que pensar en la muerte.
- ¿Le pesa la edad?
- No es eso. Tengo 52 años y no me siento ni joven ni viejo. El otro día en Barcelona un taxista facha y con mala leche me dijo: «Usted qué, ¿ya los 60-65 o así?». Y me vengué: «Pues usted no va mal, con esa cabeza, que parece Franco». En el gremio del taxi hay mucho fachorrón.
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- Así que con ganas de guerra.
- He sido un gamberro desde cuando iba a las escuelas de Amara y vi que mis bromas tenían aceptación, aunque también me procuré disgustos. No voy a contar mi vida, pero mi madre me inculcó el lado musical, quería que fuera txistulari y adquirí una cierta sensibilidad.
- Pero no salió txistulari, ni siquiera honroso empleado de banca.
- Pues no, estuve de botones en el banco de San Sebastián, pero me fui metiendo en la música. La Orquesta arrancó hace 34 años en el programa de Radio Popular, 'Club 44', de Gregorio Gálvez, que organizaba cosas en Sheraton, una discoteca de la Plaza Gipuzkoa
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- Acaban de jubilar a Gálvez.
- ¿Lo han echado?, ¿ya no tiene nada que ver con la Cope? Leí el otro día algo muy bonito en DV, hablaba de que presentó a un grupo veterano de Irun y hubo gente joven que no les respetó. Hay que reivindicar de dónde vienen las cosas, que no son gratuitas ni espontáneas y antes de unos grupos ha habido otros. Es injusto que una voz tan estupenda como la de Gregorio desaparezca. Alucino con las radios, despiden a gente valiosa.
- Se supone que hay un relevo generacional. Con todo el respeto para usted, mientras no se rompa algo en escena.
- Pues no lo digas muy alto, tengo un tobillo que me baila a veces para aquí para allá. Pero ahí seguimos.
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- A Bono, una ciática le ha tumbado la gira americana de U2.
-¿Qué le ha pasado? No me digas. Pues yo ando también con unos dolores de espalda que a veces me matan, estoy con un médico francés. Pero aguanto, aunque ahora me tenga que mover menos. Fíjate cuando vino Sinatra al Bernabeu, con 71 años y fantástico de voz. Y mira el Jagger, ¡capaz de moverse y cantar mejor que nunca! Hay cierta tendencia a prejubilar a gente válida. Es una pena.
- El vídeo mató a la estrella de la radio e internet está revolucionando el gremio musical.
- Me viene bien como consulta, buscar en Wikipedia alguna biografía, películas raras... Pero estar metido ahí las 24 horas del día... Parece que la revolución tecnológica está al servicio de una pobreza de contenidos; es como un estupendo listín de teléfonos.
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- Cambian los hábitos, es otra generación muy distinta.
- Pues muy mal. Es que además se lee poco. La Feria del Libro ha bajado y la gente está todo el día enganchada a la lavadora. Habría que leer más, ir más al cine. Nos hemos puesto muy cómodos, apenas quedan vinilos, los CDs no valen nada; me bajo esto, me bajo lo otro. Todo está yendo demasiado rápido y no sé muy bien hacia dónde vamos. Yo no tenía ni tocadiscos y escuchaba las canciones por la radio.
- De momento, usted ha tomado el «tren de la general».
- Le he dado al disco un paralelismo con la película 'El maquinista de la general', de Buster Keaton, y he preparado con el dramaturgo catalán David de Sola el libreto para un musical que reivindique esa máquina del tiempo y de la memoria.
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- El tren tiene gran reflejo en el folk y el rock , sobre todo en USA.
- Por eso tenemos desde temas de Duke Ellington ('Take the Train'), con el que los Stones iniciaron su concierto de Madrid del 82, o 'Mistery Train' de Elvis Presley, el 'Rock and Roll Train' de AC/DC... Tiene que ver con el meneo del 'swing'. Y haremos 'skteches', una especie de andadura a lo 'Magical Mistery Tour' en tren. Será una gira de teatros con una estructura de tren: un vagón restaurante, una estación. Un musical humilde, porque no hay mucho dinero, como homenaje a mi padre y a Keaton, a la vida y la muerte. Y también al cine, con un guiño al camarote de los Hermanos Marx o la secuencia del vagón en 'Con faldas y a lo loco'.
- Ha sustituido el avión de 'Bon voyage' por la máquina. ¿Quién mata al tren: el coche, los autobuses, el camión o... la Renfe?
- Son nuevos tiempos. Es una pena que no haya más líneas de velocidad rápida. Ahora, que voy y vengo por mi amatxo, me pego seis o siete horas de tren, un palizón. El avión me estresa: te atan como a un terrorista y cobran precios prohibitivos. En Fuenterrabía hay un par de viajes a la semana de cuatrocientos y pico euros por vuelo de ida. Y luego la vuelta. Es muy 'heavy'.
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- ¿Sigue yendo al cine a ver 'Quo vadis'?
- (Javier se hace un lío y no recuerda su viejo 'sketch' con ese filme). Fue una de mis películas favoritas. Voy poco. La última fue en la Bretxa, con mi amatxo: 'Tiana y el Sapo', de dibujos animados, ponía la voz al Dr. Facilier, y mi madre me dijo: «No está mal Javi, estás más delgado». Pero el personaje más que delgado es alargado, parece Obama. También he visto 'Alicia en el País de las Maravillas', con gafas. No hay mucho que ver.
- Sara Montiel ha colaborado en el CD, habano incluido.
- Me he visto en México todas sus películas, allí es una diva. Habíamos hecho hace más de 20 años 'Fúmame fúmame' y me ha devuelto 'Smokin'-No Smokin', de actualidad por la ley antitabaco. Estuvo presta a grabar y con sus veinte centímetros de puro nos dejó el estudio hecho un cristo.
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- ¿Cómo define su nuevo disco?
- Un encuentro con otras sensibilidades, mucho rock y blues, pero también guiños a la cumbia, el mambo, incluso la ranchera. Con letras más contundentes, más de madurez. Refleja lo mejicano, incluida la violencia en 'Pasó cerca la bala' o 'Noko'; el descreimiento de la juventud ante un panorama tan contundente. Hay una gran empatía de ida y vuelta con ese país.
- ¿Qué contó del caso Arny en el libro 'Garras humanas'?
- Prefiero pasar de largo. Tuvo su hueco en su momento y ya no viene al caso. Hice una exposición general de lo que ocurrió y no quiero darle más vueltas.
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- Su primer grupo fue Calígula y luego ha hecho de Nerón, Napoleón., ¿le ponen los dictadores?
- Quizás porque son como un actor con sus monólogos, aunque sus acciones tengan consecuencias terribles. Siempre me ha gustado jugar a ser esos personajes. Aun anda por ahí un texto para hacer de Napoleón VII. También hice de Colón, que tenía el toque ese del dedito señalador.
- ¿Cabe en la TV actual un programa como 'Viaje con nosotros'.
-No. Entonces estaba detrás Pilar Miró, se trataba de hacer una televisión más contestadora. Fue un acierto, tuvo un premio Ondas. Hoy hay miedo, los grupos editoriales que mandan sobre los canales no dejan mover ficha, todo deber ser políticamente correcto. No veo mucho la tele y lo que veo es de no molestar. Mira al Wyoming, que tampoco es que moleste tanto y las que le montan. Se habla de crisis y yo hablaría también de crisis de valores, de que así están los comportamientos sociales tan demenciados. Cada día hay elementos sorpresivos y hasta peligrosos: mira lo del suizo que goleó a España, ya están con los chistes terribles. Todo vale, no se respeta. Y las propuestas televisivas reflejan todo eso.
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