La basura llama puerta a puerta
Un estudio avala la viabilidad de la recogida de residuos urbanos puerta a puerta en Debagoiena. La Mancomunidad baraja implantar la recogida puerta a puerta por razones económicas y ambientales
KEPA OLIDEN
Domingo, 2 de mayo 2010, 12:48
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La implantación de la recogida de residuos urbanos puerta a puerta en Debagoiena es una alternativa económica y ambientalmente viable. Así lo afirma un estudio realizado para la Mancomunidad por los expertos Jon Kortabarria y Jordi Colomer i Missé. «Sólo se requiere una correcta organización del servicio y un poco de disciplina por parte de los ciudadanos para que esta modalidad triunfe en el Alto Deba», aseguraba Pedro Lasagabaster, vicepresidente de la Mancomunidad y presidente de la Comisión de Medio Ambiente.
A su juicio, Debagoiena, con su tradición de solidaridad, cooperativismo y conciencia ambiental, reúne las condiciones idóneas para la implantación de la recogida puerta a puerta. «Aquí la gente responde bien a las iniciativas planteadas con seriedad y rigor» añadía Lasagabaster.
La respuesta del público va a tener que ser unánime, entre otras cosas porque todos los debagoiendarras estarán obligados a respetar determinados calendarios y horarios para sacar según qué residuos. Habrá días y horas concretos para depositar materia orgánica, papel y cartón, envases... en un recipiente específico situado en el portal. Cada domicilio del inmueble tendrá su recipiente asignado. Obviamente, quien incumpla las normas en cuanto a horarios, fechas o residuos a depositar, será sancionado. Algo que, por otro lado, también ocurre actualmente con los infractores del sistema vigente.
Adiós a los contenedores
El reciclaje y separación de los distintos residuos domésticos dejará de ser un acto voluntario y libre para el ciudadano. Los contenedores selectivos desaparecerán con la introducción de la recogida puerta a puerta. Según Lasagabaster, la Mancomunidad baraja mantener sólo el verde, correspondiente al vidrio, por sus buenos datos de recogida y por la rentabilidad de su reciclaje.
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El resto de contenedores, muy especialmente el empleado para depositar la bolsa de basura de toda la vida, se suprimirían.
Lasagabaster ponía en cuestión el resultado global del sistema de recogida selectiva basado en contenedores. Las estadísticas evidencian un estancamiento de los volúmenes de esta modalidad de recogida. Prácticamente no han variado desde 2004 y rondan en torno al 31-32 por ciento del total de los residuos urbanos generados en la comarca. De las 27.232 toneladas de RU recogidas en 2008, sólo el 31,98 por ciento (8.708 Tn) correspondieron a residuos selectivos depositados en contenedores para su posterior reciclaje. El restante 68,02 por ciento (18.585 Tn) correspondió a RU recogidos por el camión de la basura y arrojados al vertedero de Sasieta. Estos datos, según Pedro Lasagabaster, se mantienen invariables desde hace más de seis años.
Encrucijada
A la vista del estancamiento en la recogida selectiva (vidrio, cartón-papel y plásticos-envases), la Mancomunidad encargó la realización de un estudio sobre la viabilidad de la implantación del puerta a puerta.
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El informe elaborado por Kortabarria y Colomer pone sobre la mesa la opción de incrementar infinitamente la recogida selectiva, pero al precio de obligar a todos los ciudadanos a participar en el esfuerzo.
La Mancomunidad, según Lasagabaster, tenía dos alternativas en su empeño por relanzar el reciclaje en el Alto Deba: o bien implantar el quinto contenedor -de residuos orgánicos- o bien la recogida puerta a puerta, con la corresponsabilidad y participación de todos los ciudadanos.
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El vicepresidente de la Mancomunidad dejaba claras sus preferencias apoyándose en datos concretos. Las estadísticas proporcionadas por el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa cifran en 5.875 kilos el volumen de residuos orgánicos recogidos durante el mes de marzo en el quinto contenedor (marrón) instalado en Aretxabaleta. Con alrededor de 6.500 habitantes, la vecina localidad instaló con carácter experimental en 2008 el citado contenedor. Su utilización es voluntaria.
Con poco más de 6.000 habitantes, Usurbil, localidad pionera en la implantación del puerta a puerta, recogió en el mismo periodo nada menos que 77.500 kilos de residuos orgánicos (incluyendo polígonos industriales y centros comerciales).
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La abismal diferencia entre los datos de Aretxabaleta y Usurbil pone de manifiesto, en opinión de Lasagabaster, la potencialidad de la recogida puerta a puerta frente al denominado 'quinto contenedor'.
El 'puerta a puerta' «multiplica por diez» el volumen de recogida del contenedor marrón. Es decir, que si se implantase en el Alto Deba «podríamos estar hablando de unos hipotéticos volúmenes de recogida de materia orgánica de más de 700.000 kilos al mes».
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Obviamente, el servicio puerta a puerta conlleva mayores costos de recogida y un incremento de personal, reconoce Lasagabaster, pero en su conjunto el sistema «quedaría compensado al requerir menores inversiones y un menor costo de tratamiento». Los residuos orgánicos tendrían una gestión «más económica y ecológica», concluye Lasagabaster.
Gracias a la bonificaciones fiscales vigentes, el tratamiento del compost en la planta de Lapatz resulta un 25 por ciento más económico que transportar y verter los residuos urbanos en Sasieta. Además del transporte, la Mancomunidad del Alto Deba paga en torno a 125 euros por cada tonelada de residuos urbanos que deposita en el vertedero beasaindarra. Y son alrededor de 28.000 las toneladas que anualmente se vierten, lo que supone un peaje anual de 3.500.000 euros por ese concepto.
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Si en su lugar depositase materia orgánica para compostar en Lapatz, su coste se reducía a 90 euros por tonelada, lo que reduciría el gasto a 2.520.000 euros al año.
Incineradora
El aprovechamiento de los residuos orgánicos para su compostaje abre además una vía alternativa a la necesidad de construir una controvertida planta incineradora en Gipuzkoa.
La vertiente ecológica del asunto, según Lasagabaster, estriba en que mientras el actual modelo de recogida 'alimenta' la necesidad de una incineradora cada vez más apremiantemente según se llenan los vertederos, el reciclaje y compostaje propiciados por el 'puerta a puerta' disparan el reciclaje en la misma proporción en que se reducen la generación de RSU.
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El vicepresidente de la Mancomunidad hacía hincapié en que no se trata de una cuestión política, sino «puramente económica y ambiental».
La Mancomunidad del Alto decidirá en los próximos meses qué solución dar al debate sobre los residuos domésticos. Lasagabaster, en cualquier caso, no quiere que el ente comarcal se precipite ante una decisión de semejante calado. En primer lugar por las propias características de un proyecto tan complejo, y en segundo porque 2011 será año electoral.
Pedro Lasagabaster subrayaba que lo importante es abordar con seriedad y con rigor el diseño de proyecto de recogida puerta a puerta que si ha funcionado en otras ciudades de Cataluña, Italia, Suiza o Estados Unidos «no tiene porqué no funcionar también aquí».
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La incógnita reside en la respuesta que los ciudadanos darán a la compleja y exigente recogida puerta a puerta. A nadie se les escapa que pese a los datos cosechados por Usurbil, la contestación social a este sistema de recogida ha sido también considerable. Pero, como apostillaba Pedro Lasagabaster, la realidad es que en Usurbil se han elevado las cifras de reciclaje hasta el 85 por ciento gracias a la participación ciudadana».
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