Tolosa

La plaza Euskal Herria, cada vez más cerca de estar libre de pintadas

Las razones que llevan al Ayuntamiento, a petición de los vecinos, a limpiar de pintadas y recolorear con su característico amarillo las paredes de los soportales de la plaza están lejos de ser por una razón puramente exclusivista, se trata de un ejercicio para proteger la belleza que atesora en su gran amplitud este patrimonio arquitectónico.

Los trabajos durarán toda la semana, en toda la plaza, por lo que es posible que el sábado luzca como nuevo para el mercado semanal. El procedimiento a seguir es el siguiente: primero se aplica un tratamiento para cubrir las pintadas y después se vuelven a pintar las paredes –hasta la altura de las ventanas de los soportales– con el mismo tono de amarillo. Con anterioridad, la brigada municipal de limpieza ha adecentado las columnas para eliminar las pintadas que había en ellas.

La plaza Euskal Herria es uno de los puntos de interés turísticos visitados para los numerosos viajeros que llegan a Tolosa, y una enseña de la Parte Vieja. Es el primer ensanche de la localidad, una plaza neoclásica del siglo XIX. Conocida popularmente como Plaza Justicia, porque en el edificio donde ahora se establece el Topic años atrás fue el Palacio de Justicia, además de cárcel tanto por aquel siglo como en la Guerra Civil. Es por estos motivos por los que la plaza requiere de su conservación y cuidado, y por lo que el Ayuntamiento, con el beneplácito de los vecinos, está llevando a cabo la limpieza de las paredes.

El Consistorio lleva varios meses realizando este tipo de actuaciones en la Parte Vieja. Concretamente desde finales de 2024, cuando encontró la base dentro del marco jurídico para poder actuar sobre infraestructuras de ámbito privado como las de la plaza Euskal Herria. El Real Decreto de Legislatura 7/2015 no permite que el ente municipal realice estos trabajos de mejora, sino que deja en los propietarios la obligación de mantener sus edificios «en buen estado de decoro y ornato público», especifican. La única excepción estaría en caso de que las pintadas tuvieran connotaciones ofensivas, como sexistas, racistas o de odio.

Por tanto, al tratarse esta zona clásica de un conjunto monumental desde que el Gobierno Vasco así lo nombrara en 1995, estas actuaciones por parte del Ayuntamiento tienen su amparo en la protección del patrimonio arquitectónico. «La Ley 14/2023 de Patrimonio Cultural Vasco recoge que ante el incumplimiento del deber de conservación de los bienes, se permite a las diputaciones y a los ayuntamientos adoptar de oficio las medidas necesarias para evitar su pérdida», indicaban en el anuncio de esta medida, en junio del año pasado.

Los trabajos se realizan de forma gradual y por zonas por la empresa concesionaria del contrato de limpieza viaria, con la autorización de las comunidades de vecinos. A ello se le debe sumar una declaración expresa de exoneración de responsabilidad por los posibles daños que pudieran ocasionarse. Las pintadas se eliminarán si las características de la fachada y el material usado para dibujarlo lo permiten. Los componentes de la limpieza pueden dañar algunas superficies, por lo que cada caso debe ser estudiado por el Ayuntamiento y la empresa de limpieza. Asimismo, siempre se tratará de fachadas colindantes con la vía pública, quedando fuera de la actuación accesos a garajes o portales.

Cabe señalar que desde el Consistorio avisan de que hay comunidades de la Parte Vieja que todavía no han realizado la solicitud, a través del registro municipal, para dar permiso a actuar sobre sus espacios. Por ello, hacen un llamamiento a hacerlo para poder mejorar y conservar el conjunto monumental que supone el casco histórico.