Jokin Altuna: «A algunos no solo se les exige jugar bien, cuando pierdes se convierte en noticia»
El delantero amezketarra considera que la pelota es una forma de vida y aboga por el fomento de su práctica en los jóvenes mientras reflexiona sobre su trayectoria
Larrunarri ha sido confidente en silencio del crecimiento y evolución de Jokin Altuna (Amezketa, 1996). Con las raíces profundamente arraigadas en su pueblo natal, es ... fruto del club de formación Zazpi Iturri del que tras la pandemia es presidente. Desde que Joxean Tolosa regresara al pueblo con la txapela individual en 1989, ningún otro amezketarra había logrado ser campeón manomanista.
Comenzó a jugar a pelota a los cinco años y se vistió de blanco por primera vez a los seis, pasando a jugar su primer partido oficial en el frontón Arrate de Andoain. Tras permanecer trece años en el mismo y haber llevado su nombre a lo más alto, llegó a su primera final de Primera a los veinte años, dos después de debutar en el Astelena de Eibar representando a Aspe.
Su nombre, consagrado por su constancia y técnica, es sinónimo de excelencia, dos de las virtudes más destacadas que le han llevado a convertirse en verdadera garantía de espectáculo en los cuadros delanteros, donde ha forjado su reputación. Junto a sus compañeros, Jokin ha conseguido despertar a toda una afición durmiente necesitada de figuras que cambiaran el devenir de la pelota en la comarca.
- ¿Qué es la pelota?
- Una vez que llegas al ámbito profesional el concepto cambia, pero para mí la pelota es una forma de vida. Gracias a ella he conocido a mucha gente, amigos, he llevado una vida muy saludable... Estoy agradecido, la pelota me ha ayudado a ser quien soy hoy en día.
- «Muy pelotari», «inteligente», «fino», «completo», «constante» y «estable». Así lo definen...
- Sí me considero un pelotari técnico. Desde pequeños nos catalogan y se pueden utilizar miles de adjetivos, pero creo que para estar a la altura en la pelota profesional, un pelotari necesita un poco de todo. Antes no resistía tan bien el ritmo de juego que mantengo durante todo el año.
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- Ha tenido uno de los veranos más agitados, con un promedio de un partido cada tres días. ¿Cómo le va el año?
- En agosto ya he solido jugar once partidos, pero en julio nunca había llegado a doce. Han sido muchos y este ha sido el mejor año en cuanto a mi rendimiento, aunque no haya salido campeón. Estoy muy satisfecho con el nivel que he alcanzado, y si algo he aprendido es que debes centrarte en ese nivel; depende de ti intentar mantenerlo. No creo que debas cegarte con la txapela, es peor. Quiero ganar campeonatos, aún estoy en forma para ganar más de uno, y el objetivo, por supuesto, siempre es ganar la txapela, aunque sea muy difícil. También es complicado mantener la exigencia durante todo el año; hay que valorar otras cosas, por eso estoy muy satisfecho.
- ¿Jugar tanto puede conllevar el riesgo de perder frescura?
- A lo largo de la temporada juegas partidos duros, pero es uno por semana. Somos jóvenes y siempre intentas recuperarte lo mejor posible para llegar bien al fin de semana. Con tantos partidos, es muy difícil controlar cuándo vas a estar en buena forma física, pero he notado que cuando tengo tres días de descanso, el cuerpo me lo agradece. Me parece inevitable que al tener cinco partidos en seis días, en algún momento salga a la cancha y note en el calentamiento que el cuerpo está perezoso y cansado. En verano lo he experimentado dos veces, pero a pesar de todo, estoy satisfecho con los resultados.
- ¿Es digna la pelota?
- Sí, pero en la pelota profesional hay muchas cosas que mejorar. A diferencia de otros deportes y de la vida, en los últimos bastantes años no ha habido una evolución en muchos sentidos. Debería cambiar la filosofía aplicando mejoras. Es un deporte muy individual; cada uno se tiene que buscar su propio entorno, los masajistas, dietistas, fisioterapeutas... Son detalles, pero jugamos a un nivel muy exigente, es un deporte que demanda mucho a nuestro cuerpo, y me parece que serían necesarios más avances. Implica un gasto, pero necesario. Cuanto más cuidemos y mimemos al pelotari, mejor será el espectáculo en la cancha. Además, a diferencia de otros deportes, no hay un ranking y son las empresas las que deciden quién debe jugar. Estamos seis u ocho pelotaris que tenemos ganado nuestro puesto y que jugaremos los próximos torneos, pero luego hay otros tantos que no saben cuál va a ser su lugar. ¿Es deportivamente justo? ¿Es justo debutar con 20 y que dos años después termine tu carrera hoy en día? Para mí no. ¿Si a los 26 años un pelotari tiene muy buen nivel acaso no puede debutar por edad? Cuando vas al frontón y pagas la entrada quieres ver al pelotari rindiendo a buen nivel. Hoy parece que tienes que debutar a los 19, y después, a veces las oportunidades son limitadas. Se debería dar más tiempo al pelotari para desarrollarse.
- ¿En qué ha cambiado?
- He cambiado mucho en cómo veo la competición. Ahora soy mucho más tranquilo y tengo menos altibajos. Si antes perdía algún partido me duraba bastante tiempo y siempre tenía algún bajón. Si bajas un poco mentalmente el cuerpo también lo nota. Lo mismo sucede cuando se gana. Sobre todo, aprendes de las derrotas. Siempre he sido trabajador, desde mis comienzos, pero vas aprendiendo poco a poco y con los años te conoces mejor a ti mismo, vas evolucionando.
- ¿Cómo es su juego?
- Desde que empecé hasta ahora es un juego bastante técnico. Podría parecer agresivo porque a veces arriesgamos, pero no me considero un pelotari que ande arriesgando de forma absurda.
- ¿Cómo ha mejorado su juego y en qué debería cambiar?
- Me parece que en los momentos en los que he recibido más flores después he tenido algún golpe. Normalmente, ahora me mantengo metido en el partido y en eso sí he mejorado. A veces, te das cuenta de que un fallo te afecta en los próximos tres o cuatro tantos. Me parece que en general soy bastante frío en la cancha, pero a veces es muy difícil, es inevitable, y te das cuenta de que te afecta.
- ¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?
- Me gusta leer todos los días porque me concentro en eso. Me gusta mucho estar con los amigos, aunque sea media hora para tomar un café, o cenar tranquilamente con ellos después de jugar un partido los sábados. Me parece necesario, todos necesitamos ese momento. Desde pequeño he sido aficionado al fútbol y jugaba a gusto también. Me gusta ver los partidos de la Real y del Athletic.
- ¿Un momento que no olvidará?
- Uno el debut, y otro un partido de 2015, con 18 años, cuando Merino y yo ganamos por primera vez a Irujo y Barriola. No pensaba que les pudiera ganar. Fue un momento bonito y especial. Increíble...
- ¿Ganar es cada vez más caro?
- Sí. Además, cuanto más tiempo estás en activo, los rivales también te conocen más. No sé cómo funcionan las apuestas en el frontón. Siempre he intentado mantenerme al margen, pero te das cuenta de que llega un momento en tu carrera en el que, cuando estás en buena forma, a menudo el dinero está a tu favor en las apuestas. Llevo bastante tiempo saliendo favorito en casi todos los partidos. Tienes que hacer todo lo que esté en tus manos para dar el mejor nivel posible. Si ganas mejor, pero a algunos deportistas no sólo se les exige jugar bien, y cuando pierdes se convierte en noticia. Me ha pasado, y cuando pierdo trato de tomármelo con más normalidad. Cuando sales a la cancha puedes ganar o perder, y los favoritos también pierden muchas veces.
- ¿La pelota goza de buena salud en Tolosaldea?
- Cuando era pequeño había más clubes, y creo que la afición en general también ha disminuido. Veíamos a muchos más niños jugando a la pelota en todas las categorías. No es casualidad que estemos tantos guipuzcoanos jugando en Primera; antes, había mucha afición y muchos más niños, de entre los cuales salimos más de un pelotari. Por algo hemos salido tantos. Hoy en día, tengo la sensación de que los niños se inclinan más por el fútbol, ya que lo ven todos los días en la televisión. En cambio, antes, esa posibilidad era más limitada. Además, ahora comienzan a acercarse a la tecnología a edades cada vez más tempranas. Antes, en cambio, los niños pasaban más tiempo en la calle, lo que los llevaba a aburrirse y a jugar más. Todo esto ha causado un cambio después.
- En el caso de la comarca es un fenómeno que no había ocurrido antes...
- Para que los cinco hayamos llegado a donde estamos, alguien tuvo que hacer bien el trabajo, pero en el pasado también habría momentos en los que se hizo bien... Es difícil y extraordinario que haya habido tantos pelotaris en nuestro entorno, y debe ser valorado, porque tal vez habrá un periodo largo en el que no surjan pelotaris de Primera en Gipuzkoa. Son ciclos, y yo creo que nos ha tocado. Lo que todos tenemos en común es que a todos nos ha encantado la pelota desde pequeños.
- La pelota ha despertado interés en los jóvenes locales gracias a figuras como ustedes.
- Cada uno de nosotros tiene su propio entorno. Conocemos a mucha gente en la zona, ya que es un mundo pequeño, y me parece que eso es una ventaja. Yo mismo noto en las calles de Tolosa que la gente joven sigue más la pelota y me alegra verlo.
- ¿Cómo impulsar este deporte?
- No es fácil. Creo que la gente se está esforzando en los clubes. Como he mencionado anteriormente, considero que las nuevas tecnologías están teniendo un impacto en muchos aspectos, y los padres tienen una gran responsabilidad en este sentido. La infancia que nosotros vivimos, especialmente en los pueblos pequeños, fue realmente hermosa. Debemos permitir que los niños prueben y jueguen. Llega un momento en el que deciden dejar la pelota, pero los padres deberían enseñarles que no todo se reduce a ganar o perder, que perder es normal y forma parte de la vida.
- ¿Ayudaría quizás una mayor presencia del Beotibar?
- Quizás se podría considerar la posibilidad de ampliar el horario de apertura y cerrar el frontón por la noche. Me parece que es un espacio precioso para que la gente de la zona se acerque y se anime a jugar a raqueta o a pelota, y de esta manera se podría aprovechar mejor el espacio. Al cerrarlo, parece que estás limitando su uso. Además, sería beneficioso jugar más partidos en el mismo. Es una pena que no juguemos tanto aquí. Hace dos años, Jaka y Artola jugaron un partido del Manomanista en Bilbao, mientras que Peña y yo lo hicimos en Vitoria el año pasado. ¿Por qué jugar allí cuando somos de aquí? Estos partidos deberían jugarse en Tolosa; atraerían a mucha gente. Cuando venimos los lunes, la gente generalmente responde positivamente. Tolosa es un pueblo al que la gente viene a gusto, ya que está bien situado, y se podría aprovechar el ambiente festivo que se genera los fines de semana.
- Defina a sus compañeros.
- Tolosa es un chico muy tranquilo y, como pelotari, diría que hace muy pocos partidos malos. Siempre muestra un nivel muy regular y me ha transmitido su forma de ser, calma y tranquilidad, cuando he jugado con él. Peña tiene una de las zurdas más espectaculares en profesionales. Se esfuerza mucho y ha llegado donde está por todas las horas que ha invertido aparte de los entrenamientos. Jaka es muy agresivo y arriesga mucho, es un pelotari capaz de brindar un gran espectáculo cuando está en buena forma. Desde que éramos pequeños, nos hemos ayudado mutuamente y ha sido un excelente compañero tanto en aficionados como en profesionales. Artola, por su parte, es una persona muy especial, inteligente, simpática y abierta. Siempre me siento a gusto con él, y como pelotari es muy fuerte y duro de enfrentar. Tiene un alto nivel, y si aún adquiere más confianza en sí mismo, puede alcanzar un nivel aún mayor.
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