34 arquitectos de Tolosa muestran su «preocupación» por el Zumardi Txiki

Un grupo de 34 arquitectos de Tolosa se reúne y tras analizar «en detalle el Proyecto de Ejecución» del Ayuntamiento sobre Zumardi Txiki han «sentido la necesidad de agruparse y expresar públicamente su opinión» y «preocupación» a través de un comunicado. «No tenemos ninguna motivación partidista, nuestra motivación es profesional y personal, porque como arquitectos y ciudadanos solo buscamos lo mejor para Tolosa», señalan.

Detallan que Zumardi Txiki es un «jardín urbano construido a finales del siglo XVIII pensado para el ocio, el paseo y las fiestas populares», que a pesar de que «en la mayoría de los pueblos hayan desaparecido, Tolosa conserva en gran medida la forma y características iniciales», con un «indiscutible valor histórico, formal y funcional que el Ayuntamiento ha considerado como espacio protegido, hasta que en el plan general de 2009 se eliminó».

Consideran «muy acertada» la decisión de «suprimir los aparcamientos», ya que este «uso de las últimas décadas ha eliminado el espacio urbano del imaginario colectivo». Sin embargo, opinan que «el proyecto propuesto no permitirá recuperarlo, sino que desdibujará el espacio convirtiéndolo en otra cosa. Si se lleva a cabo el proyecto promovido, Tolosa perderá para siempre su Zumardi Txiki».

Asimismo, hacen referencia a al «orden y disposición formal de los árboles» como «protagonistas y elemento troncal de las alamedas». «Difícilmente habrá alamedas sin árboles. ¿Qué sentido tiene que para la recuperación haya que talar los árboles? Cortar de raíz plátanos de más de 90 años, otros más jóvenes, olmos de unos veinte años, unos 60 árboles en total que cada año aportan follaje y una valiosa sombra, no parece la forma más adecuada para empezar a recuperarlo», cuestionan.

Describen el Zumardi como un «espacio público de 150 metros de largo por más de 20 de ancho con una superficie llana que ofrece múltiples posibilidades de uso». «Es un lugar para juntarse, relacionarse, un salón con capacidad para reunir a mucha gente, como se ha podido comprobar en los contados acontecimientos que se han celebrado», inciden.

Los arquitectos hacen referencia a que «el proyecto deshace, divide y escalona» el espacio. «Pasará de ser un espacio de estancia y reunión a ser uno de tránsito. Se prioriza la movilidad, por lo que la calle superior resta cuatro o cinco metros a la alameda en toda su longitud. La plaza que sirve para estar y reunirse se convertirá en un amplio paseo que desciende progresivamente hacia el río. No ofrece flexibilidad de uso, quedando limitado para la organización de eventos o festivales», añaden.

El grupo de arquitectos recalca que el proyecto supone la «desnaturalización» de la zona. «Se proponen escaleras, rampas, gradas, un carril bici, aceras... una utilización desmesurada de hormigón en una plaza en la que solo existe algo de asfalto, impermeabilizando gran parte del suelo y limitando el crecimiento de árboles de gran porte», a lo que añaden que «el espacio llano se divide en distintos niveles dificultando la accesibilidad», «con rampas y zonas de transición que reducen y condicionan el espacio».

Suscriben que «no es necesario hacer desaparecer el Zumardi Txiki actual para atender las necesidades de la Tolosa del siglo XXI. Un proyecto redactado desde el respeto al Zumardi podría cumplir con los requerimientos actuales en materia de movilidad, accesibilidad, inclusividad y bienestar», detallan.

En ese sentido, afirman «querer evitar un error histórico». «Valoran» el trabajo realizado por el Ayuntamiento y la empresa adjudicataria, pero «no creen que el proyecto sea el adecuado para la zona»: «Nos gustaría recuperar el Zumardi Txiki que los coches nos quitaron, definamos las bases adecuadamente, con calma y en colaboración», añaden. Una vez «acordadas las condiciones para poder retirar el aparcamiento y analizado adecuadamente el grado de protección volvamos a poner en marcha el proceso de rehabilitación y recuperación. Devolvámoselo al pueblo con la dignidad y la belleza que se merece».

Por último, subrayan que un pueblo como Tolosa cuenta con más de cincuenta ciudadanos formados en arquitectura y urbanismo. «Creemos que este capital humano debiera servir para ayudar al Ayuntamiento a acertar en la toma de decisiones. Nos ofrecemos para aportar nuestro punto de vista en aquellas decisiones urbanísticas de importancia que sin duda habrán de tomarse».