«Déjame las alubias y el queso en la taquilla»

La Feria de Ordizia ofrece sus productos todos los miércoles por la mañana para todos aquellos que quieran, y sobre todo, puedan acudir al mercado a primera hora de un día de labor. Ahora, gracias a la tecnología, las personas que por trabajo u otros compromisos no puedan comprar en la 'azoka' los miércoles, podrán disfrutar igualmente de sus productos en otro horario.

Las taquillas inteligentes que el Ayuntamiento de Ordizia ha instalado en los soportales de la Casa Consistorial permiten una mayor flexibilidad a la hora de adquirir productos. «Hay mucha gente que no puede venir los miércoles, y esta es una opción para seguir comprando los alimentos que se venden aquí», señala Leire Arandia, responsable del centro D'elikatuz.

El funcionamiento es muy simple. «A través de nuestra aplicación se contacta con los vendedores, se hace el pedido y los productores lo dejan en la taquilla el miércoles por la mañana. Una vez depositados los productos, el cliente puede pasar a recoger la compra cuando mejor le venga», explica Arandia. Una vez instalada la aplicación, se selecciona el baserritarra al que se le quieren adquirir los alimentos y a través de WhatsApp se realiza el pedido.

El pago se puede realizar por Bizum o por otros sistemas y el propio productor se encarga de depositar la compra en la taquilla. Para activarla basta con escanear un código que se envía por SMS al comprador cuando los productos ya están en el casillero. «El usuario deberá introducir ese código en la pantalla táctil y la taquilla se abrirá automáticamente».

Pero, ¿cómo se conservan productos como la fruta o la verdura? También es muy sencillo. Se han instalado dos tipos de taquilla. Unas refrigeradas y otras no oxigenadas. «De esta forma se puede conservar cualquier alimento en el mejor estado. Pero lo normal suele ser que se recoja el mismo miércoles por la tarde o el jueves». Se han habilitado 40 compartimentos, la mitad refrigerados y la otra no oxigenados.

Esta no es la única mejora tecnológica que se ha implementado en la Feria de Ordizia. Aunque en ocasiones la tecnología puede distanciar a las personas, esta vez se utiliza para unirlas en el contacto cara a cara. «La aplicación tiene una sección de fidelización para recompensar a las personas que compran en el mercado. Todos los vendedores tienen un código QR y las personas que compran presencialmente pueden escanearlo. Así, dejan constancia de que han comprado en persona y si lo hacen en tres miércoles diferentes, pueden desbloquear regalos en D'elikatuz». Los premios serán algunos de los materiales reutilizables fabricados en el centro (hueveras, tupper, utensilios de madera para la cocina...).

«Es una forma de fomentar la compra presencial. Queremos reconocer la apuesta por el mercado de esas personas que vienen todas las semanas», indica Arandia.

Las modificaciones tecnológicas no sólo afectan a los compradores. Los productores también tienen que adaptarse a estos nuevos métodos de venta. «Todos ellos han recibido una formación básica para que sepan cómo funciona la aplicación y puedan vender sus productos con normalidad».

Estas son las competencias básicas que deben adquirir todos los vendedores, pero hay una opción para aquellos que quieran ir más allá en su aprendizaje tecnológico. «Ofrecemos una formación personalizada para los productores que quieran seguir preparándose. Es una empresa que tiene cursos adaptados para las necesidades que precisa cada vendedor, que cuenta con una bolsa de horas para recibir la formación», detalla Arandia.

Todo esto forma parte de la segunda fase del 'Plan de Transformación Digital y Sostenible del Mercado de Ordizia: Azoka XXI', que cuenta con el respaldo de los fondos de recuperación europeos Next Generation para impulsar la digitalización. Las taquillas inteligentes representan uno de los dos ejes de este segundo periodo. El segundo responde a la necesidad de impulsar la compra presencial.

Para abordar esta exigencia, se ha puesto en marcha una campaña dirigida «a las personas de entre 30 y 50 años». Se trata de contenido audiovisual para llegar a este rango de edad. «Publicaremos vídeos en Instagram y también los pondremos en escaparates de comercios. En ellos aparecerán situaciones cotidianas como un comerciante comprando en el mercado antes de abrir su tienda, un autónomo que aprovecha un rato para pasar por la feria o una persona de baja que va a hacer la compra en la 'azoka'», apunta la responsable del centro D'elikatuz. Como recompensa por utilizar la aplicación también se realiza un sorteo mensual entre los usuarios con un lote de productos del centro como premio.

«Está teniendo mucho éxito, la gente está pidiendo bastante y están respondiendo al objetivo de estas medidas, que es fomentar la compra en el mercado. La finalidad es adaptar al máximo la infraestructura para que todas las personas puedan comprar, independientemente de si pueden ir a Ordizia los miércoles por la mañana o no», concluye Arandia. La renovación que se está llevando a cabo en el Mercado de Ordizia en su año centenario no se reduce únicamente a lo tecnológico. Lo más llamativo ha sido, sin duda, la reforma de la estructura cubierta de la plaza, clara muestra de la modernización del mercado.