Las claves de la Dana que inundó Lazkao: «La tormenta fue muy estática, llovió con fuerza una hora»
Onintze Salazar, meteoróloga de Euskalmet, explica el fenómeno que anegó casas y carreteras este domingo en la localidad goierritarra
Las lluvias torrenciales que causaron este domingo inundaciones con daños materiales de diversa consideración en Lazkao siguen siendo analizadas este lunes. El fenómeno meteorológico que ... castigó con violencia a esta localidad goierritarra, cogió por sorpresa a los vecinos del municipio, que se vieron, en algunos casos, con hasta un metro de agua en sus bajos y garajes. Una tromba sorpresiva ya que «normalmente este tipo de tormentas se desplazan a más velocidad y en 10 o 15 minutos ya no están», explica Onintze Salazar, meteoróloga en la Agencia Vasca de Meteorología.
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«Lo que pasó ayer en Lazkao es algo que ya hemos vivido en anteriores situaciones. El problema en este tipo de casos es el tipo de terreno en el que cae esta tromba de agua. La orografía, las características del lugar... Todo influye en los daños materiales», analiza para DV.
Salazar aclara que «los datos de las precipitaciones y la cantidad de agua que cayó no es algo nuevo para nosotros. Lo que teníamos ayer era una Dana que ayer estaba situada de tal manera que podían producirse precipitaciones muy intensas mientras avanzaba por el territorio». El problema, indica la meteoróloga de Euskalmet, «es que las tormentas fueron muy estáticas, apenas tuvieron movimiento. En un mismo lugar llovió con mucha fuerza durante casi una hora, cuando lo normal es que estas tormentas se pasen más rápidamente». Esa Dana, «una bolsa de aire frío en altura», tuvo poco movimiento y por eso la descarga de lluvia fue tan violenta en Lazkao.
En cuanto a la previsión meteorológica de esta semana, desde Euskalmet apuntan a que «la inestabilidad, que es la que provoca este tipo de tormentas, va a ir a menos. De haber tormentas lo más probable es que sean en Álava, especialmente en puntos del sur». La dana se está moviendo y va a desaparecer en los próximos días, «pero a pesar de que ha perdido fuerza sigue cerca y eso va a provocar que el ambiente siga siendo lluvioso, al menos hasta el jueves o el viernes».
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Será el viernes cuando los cielos luzcan más despejados y las temperaturas otoñales de estos días -de 16 o 17 grados de media- suban algo para poder guardar en el armario, aunque sea momentáneamente, el chubasquero, las botas de agua y el paraguas.
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