Idiazabal

En marcha 'la recuperación' de Gurutze Berri

Gurutze Berri nació entre 1964 y 1965 por iniciativa de un grupo de vecinos, siguiendo el ejemplo de las asociaciones de padres y madres de Ordizia y Beasain. Frente a la falta de viviendas en el municipio, decidieron constituir una cooperativa. Comenzaron siendo 22 socios, y más adelante llegaron a 36. Compraron terrenos, los adecuaron en auzolan (trabajo comunitario) y encargaron la construcción de los edificios a un contratista de Andoain. El resultado: seis edificios de ladrillo con tejado de pizarra, que aún hoy conservan su estructura original.

Casi seis décadas después, Gurutze Berri se encuentra en pleno proceso de transformación. Desde septiembre, el Ayuntamiento está llevando a cabo obras de urbanización que incluirán nuevas infraestructuras, zonas de aparcamiento, espacios de ocio y mejoras en la accesibilidad. Estos cambios también suponen la desaparición de algunos rincones característicos del barrio.

Uno de ellos son los huertos. Tras la construcción de las viviendas, las parcelas sobrantes se sortearon entre los vecinos, quienes las convirtieron en huertas. Más allá de los tomates, lechugas o alubias que allí se cultivaban, estos espacios fomentaban la convivencia vecinal. Con las obras, ya han desaparecido varios huertos, y los que quedan podrán utilizarse durante un año más, ya que las obras se realizarán por fases.

Otro de los símbolos del barrio es el local de la Asociación de Padres y Madres, que se encuentra en la planta baja del portal número cuatro. Se habilitó como alternativa a la falta de espacios comunitarios en el pueblo, y los vecinos del edificio recibieron como compensación dos garajes construidos ex profeso. Este local ha acogido funciones de teatro y cine, actuaciones de bertsolaris, charlas, ensayos de grupos de danza, e incluso una ikastola. Aunque el entorno cambiará, el local seguirá cumpliendo su función.

«Es importante que no se pierda la memoria colectiva del barrio. Queremos recoger las historias y recuerdos de quienes han vivido y viven aquí», ha señalado el Ayuntamiento. Por ello, la implicación vecinal será clave en esta iniciativa. El objetivo es mantener viva la historia de Gurutze Berri: mirar al pasado para construir con memoria el futuro del barrio.