¿Te sientes controlado en internet?

Desde que iniciamos nuestro móvil compartimos información sobre nosotros y nuestras costumbres... aunque la mayor parte podemos evitarla

Iñigo Galparsoro

San Sebastián

Sábado, 20 de febrero 2021, 08:17

Iniciamos el smartphone por primera vez: toca seleccionar el idioma, introducir la contraseña de acceso al WiFi, un usuario obligatoriamente de Google (o Apple) y… ... aceptar las Condiciones de servicio de Google, las Condiciones de servicio de Google Play y la Política de Privacidad. «¿Quién se las va a leer?», pensamos. Y aceptamos porque, simple y llanamente, no hay alternativa. Seguidamente, el sistema ofrece la opción de 'Enviar datos de uso y diagnóstico' pero llegado a este punto, desistimos de seguir configurando nuestro terminal y damos nuestro consentimiento. Ok a todo… y a empezar a disfrutar de nuestro flamante móvil. En los iPhone, tres cuartos de lo mismo.

Publicidad

«En ese momento tú estás aceptando unas condiciones de uso. Por tener un Android y una cuenta de Google tienes derecho a utilizar una serie de servicios y ellos en contraprestación te dicen que van a utilizar unos datos», explica Fernando Carrazón, director de operaciones de Botech, empresa de ciberseguridad, ciberinteligencia y antifraude a nivel global. «Cuando alguien se supone que te da algo gratis, el producto terminas siendo tú. No es tanto qué hacen con los datos que pueden utilizar de mí, sino que yo he sido expresamente, aunque no me lo haya leído, el que ha dado permiso para ello», añade

Salimos a la calle y probamos la conexión 4G de alta velocidad (o 5G, si es que ya disponemos de ella) de nuestra operadora de telecomunicaciones. Por cierto, ¿registra ésta algún tipo de dato sobre mí? ¿Y mi localización si no tengo el GPS activado? «Técnicamente, por cómo funciona el sistema de telefonía, se puede saber qué antenas te están dando servicio. No es una localización absolutamente exacta (tampoco el GPS). pero por dónde están situadas las antenas se puede triangular», indica Carrazón. «No hay interés por triangularte a ti, sino que esta localización como dato anonimizado se utiliza para medir aspectos mucho más masivos, de comportamientos de movimientos (que luego sirven para que servicios como Google Maps nos indiquen el tráfico), etc. Esa localización como dato anonimizado se utiliza, pero la personal de un usuario no tiene por qué, a no ser que un juez requiera esos datos».

Permisos de aplicaciones

Una vez que nuestro smartphone está operativo, toca el turno de instalar las ya clásicas WhatsApp, Twitch, Twitter o Facebook. Estas apps piden unos determinados permisos para funcionar correctamente. ¿Resultan excesivos? «Claro, te están dando un servicio aparentemente gratis, donde consientes el uso de tus datos. Ellos no te espían, eres tú el que quiere darles la información».

Publicidad

Y es ahí cuando el usuario tiene que tomar una decisión, en función de cuánto valora su privacidad. La alternativa es no usar la aplicación, quedarse fuera de una red social, etc. Y, cómo no, con los datos publicitarios como telón de fondo. Lo mismo sucede a la hora de navegar por internet con las populares cookies. «Al final tú eres el responsable de si recibes publicidad o no. ¿Que te llegan anuncios de cosas de las que estás hablando o buscando por internet? Es que estás dando permiso para que eso pase. Deberíamos ser más conscientes de dónde damos el dato y a qué permisos accedemos para que se utilice o no», explica Fernando.

¿Y qué sucede con la cámara y el micrófono del móvil? ¿Pueden activarse automáticamente y transmitir información personal? El director de operaciones de Botech vuelve a hacer hincapié en una buena gestión de los permisos en nuestro smartphone. Y recomienda: «Cuando una aplicación te pregunta por los permisos nunca hay que marcar la opción de 'Permitir siempre', cuando tienes la opción de aceptar el permiso una sola vez o solo al usar la app».

Publicidad

¿Y la seguridad?

Una cuestión que despierta recelos es la protección que ofrece el propio móvil. ¿Puede Google acceder a mis datos siendo la 'propietaria' de Android y de sus servicios, más allá de que los fabricantes lo adapten a sus necesidades a posteriori? Desde Google aclaran que «el código fuente de Android está licenciado de manera abierta, lo que permite su descarga y uso por terceras partes sin requerir el pago de royalties, autorización por parte de Google o la instalación de las aplicaciones». Android es el propietario del sistema operativo, sí, pero no del que está en tu teléfono; al adquirirlo el dueño eres tú.

Otro motivo de preocupación es el de la seguridad de los datos personales. ¿Están protegidos? Todos los terminales incorporan una encriptación que asegura una gran privacidad. Desde Google aseguran que «cifran los datos de Gmail, los archivos adjuntos y Drive mientras están en tránsito y en reposo, lo que garantiza que estén seguros». Compañías como Apple, Microsoft o Dropbox también disponen de sus propios estándares y protocolos de seguridad.

Publicidad

Fin a las conspiraciones. Me siento más seguro. Quizá, después de todo, películas como 'Enemigo público' o 'Snowden' nos hayan marcado en exceso.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad