Jorge Campanillas: «La pandemia ha aumentado el riesgo de ser víctima de un ciberdelito»
Jorge Campanillas, abogado donostiarra experto en Derecho de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). ·
Alerta a los jóvenes de los «peligros» de compartir contenidos y pide «más pedagogía para inculcarles el valor de la intimidad» y reducir así la comisión de delitos como el ciberacosoLa pandemia de coronavirus no ha alumbrado nuevas formas de ciberdelito, pero sí ha aumentado el riesgo de ser víctima por el mayor número ... de horas que pasamos conectados. Así lo asegura en el Día Internacional del Internet Seguro Jorge Campanillas (San Sebastián, 1976), abogado especialista en Derecho de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) y fundador del despacho Iurismática Abogados. Apunta que la mejor manera de protegerse es «sin volverse paranoico, no fiarse nunca de nada y no abrir mensajes o enlaces que resulten desconocidos, raros o sospechosos».
- ¿Ha modificado la pandemia el tipo de riesgos relacionados con internet?
- No. Más bien lo que ha hecho es incrementar los peligros. Los cambios de hábitos que hemos vivido, como el teletrabajo, el impulso de las compras y gestiones por internet, el aumento del tiempo que pasamos en casa, etc., hace que estemos más horas conectados y, por tanto, más expuestos a sufrir algún tipo de engaño o a contactar con extraños. No hay cosas nuevas, sino más cantidad de intentos de que alguien se aproveche de nosotros.
- ¿Cuál es el riesgo más relevante en estos momentos?
- Los de siempre. Hacerse pasar por una entidad de confianza (banco, aseguradora, compañía eléctrica...) para intentar obtener datos personales como claves, número de tarjeta, etc. ('phising', 'man in the middle'...), el envío de contenido sexual o erótico ('sexting'), el engaño pederasta ('grooming')... Últimamente están en auge también los timos vinculados a la inversión y los 'cryptolocker'. Entre estos últimos destacaría los falsos mensajes de Correos indicando que ha llegado un envío y se debe pulsar un enlace. Ese 'link' te introduce un virus troyano que te cifra el ordenador, tras lo que te exigen un rescate para descifrar los datos.
- En muchas ocasiones no es fácil distinguir entre los mensajes reales de los intentos de estafa...
- Así es. Por eso hay que estar siempre ojo avizor. Ahora especialmente, que estamos más conectados que nunca y hacemos muchos trámites por internet.
- ¿Cuáles son las reglas básicas que debe seguir el ciudadano?
- La clave es no fiarse nunca de nada. Sin volverse paranoico, hay que extremar las precauciones y no abrir mensajes, enlaces o archivos que no esperamos. En el caso mencionado de Correos, es lógico pensar que si no hemos pedido nada o no tenemos constancia de que alguien nos envía algo, puede tratarse de un engaño. También si recibimos un mensaje solicitándonos información personal de una empresa o web donde no nos hemos dado de alta. Un elemento fundamental es asegurarnos siempre de que iniciamos cualquier trámite desde la página verdadera de la entidad con la que vamos a operar. Merece la pena perder un minuto y en lugar de entrar a través de un enlace, dirigirse a la web en cuestión por uno mismo. Igual que cuando queremos descargarnos una aplicación. Es recomendable hacerlo desde la página oficial. Esto es algo que ha proliferado mucho este último año con la necesidad de usar herramientas que no conocíamos, como las plataformas de videollamadas o de compra por internet. Hay que desconfiar de quienes se presentan como intermediarios u ofrecen atajos.
«Sin volverse paranoico, la clave es no fiarse nunca de nada y no pulsar enlaces de los que no se esté seguro»
precauciones
«Merece la pena perder un minuto y entrar por uno mismo en la web que se busca y no por un enlace»
recomendación
«La normativa está bien adaptada a las formas de ciberdelito, el problema es encontrar al criminal»
legislación
- Como abogado, ¿está la legislación suficientemente actualizada o quedan lagunas?
- Históricamente las normativas han ido por detrás de los avances tecnológicos y la protección al ciudadano por detrás de los nuevos delitos que iban apareciendo. Pero ahora la situación está equilibrada y las leyes cubren suficientemente los derechos de los usuarios. Un ejemplo claro es la última modificación del código penal para los casos de difusión de imágenes sin consentimiento. El problema cuando se es víctima no es tanto la legislación, sino la dificultad de pillar al delincuente y, en caso de encontrarlo, para enjuiciarle. En los casos de 'phising', por ejemplo, porque estén en países con legislaciones más laxas con los que, además, no hay acuerdos de cooperación internacional.
- No siempre el problema es con países subdesarrollados... También hay conflictos con las grandes empresas de redes sociales, como Facebook o Twitter, por las diferencias legales entre EE UU y Europa en cuanto a privacidad, protección de datos...
- Así es. La cooperación con empresas americanas no ha sido la idónea y ha habido bastantes tiras y aflojas porque se amparan en la legislación de su país, menos exigente que la europea en cuanto a protección de datos. Pero se ha avanzado en ese tema y las propias compañías han adaptado sus estándares para poder actuar sin contratiempos en Europa.
- Siendo nativos tecnológicos, ¿son los jóvenes más o menos conscientes que sus padres de los riesgos que entraña internet?
- Aquí también se nota la brecha generacional. Obviamente los jóvenes dominan mucho más la tecnología que sus mayores, pero quizás por eso tienen la falsa percepción de que lo tienen todo controlado y tratan de coger atajos para obtener determinadas cosas que les ponen en riesgo. Pero sobre todo, el problema mayor entre los jóvenes es a la hora de compartir contenidos. Viven en un mundo muy visual en el que la privacidad y la intimidad tienen menos importancia que para sus mayores, y muchas veces no son conscientes de que compartir determinados vídeos, fotos o mensajes, o entrar en el correo electrónico de otra persona no solo es reprobable desde un punto de vista social o moral, sino que puede tener consecuencias penales.
- Como con el ciberacoso...
- Exacto. Puede que en ocasiones quien comparte una imagen lo haga sin verdadera mala intención, por hacer la gracia. O cuando es una imagen propia, de tipo erótico, por ejemplo, pensando que se va a quedar en el destinatario. Por eso debemos hacer un esfuerzo mayor en inculcar a los jóvenes el valor de la intimidad y la privacidad, y hacerles ver que sus actos pueden tener consecuencias graves para los demás y para uno mismo porque pueden ser constitutivas de delito.
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