¿Es seguro comprar por internet?
Claves para perderle el miedo al comercio online y aprovechar todas las ventajas que ofrece en términos de seguridad y comodidad
Antes de nada, toca explicación exprés para los más escépticos. ¿Hay diferencia entre comprar en tienda física y hacerlo vía internet? Apenas. Comprar online es ... similar a hacerlo en una tienda: primero exploras los productos, metes en un 'carrito' los que te interesa… y cuando terminas pasas por caja (o pulsas en Pagar). «En ese momento, una tienda online deriva el proceso de compra en un punto de pago, un pequeño portal. Es como si en la tienda física te pusieran delante el datáfono (o TPV), donde pasas la tarjeta, y terminas de realizar el pago introduciendo tu PIN (o a través del NFC de tu móvil). Es lo mismo pero de forma virtual», explica Urko Zurutuza, coordinador del grupo de investigación de análisis de datos y ciberseguridad de Mondragon Unibertsitatea. En ese momento el proceso pasa a ser del banco por un instante y a través de tu número de tarjeta se completa el pago. Luego vuelve otra vez a la tienda. Compra realizada. Compra segura.
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Con todo, ¿sigues con reticencias a la hora de adquirir productos de forma online? Razones no te faltan. Tal y como desveló la 'Memoria 2020 de la Delincuencia en Euskadi'. el año pasado las estafas por internet ascendieron notablemente en el País Vasco, hasta el punto de que la Ertzaintza recogió 15.728 denuncias, un 18% más que en 2019. No nos engañemos: el riesgo cero en internet no existe, ni dejará de existir en el futuro.
Entonces, ¿qué ha cambiado? «Una reciente regulación, la PSD2, obliga a nuevas medidas para proteger al usuario. Antes, al realizar los pagos, se hacía a través de los datos de tu tarjeta (nombre y apellidos, número y códigos de la parte posterior de la tarjeta - entre ellos el CVV-) y un SMS de comprobación. Ahora el sistema va más allá: pide verificar tu identidad a través de una capa más de seguridad», señala Urko Zurutuza.
Algo que yo sé, tengo y soy
La nueva Directiva Europea de Servicios de Pagos PSD2 refuerza la seguridad en cualquier compra online. Para ello asegura la identidad de quien la realiza partiendo de tres métodos de autenticación: algo que yo sé (una contraseña, por ejemplo), algo que yo tengo (caso de un móvil) y algo que yo soy (huella dactilar o voz). Y obliga a hacer una combinación de al menos dos.
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¿Un ejemplo? Una vez seleccionamos el producto a comprar en internet, introducimos los datos de pago (número de tarjeta, caducidad, etc.) y finalizamos la compra. Tan pronto como pulsemos en el botón de Pagar, nos llegará un SMS a nuestro móvil con un enlace a una página segura del banco, a la que accederemos a través de nuestra propia huella, reconocimiento facial, o usuario y contraseña. Otra opción es que simultáneamente nos llegue un código que deberemos combinar con nuestra clave de acceso de banca electrónica para aprobar la compra. «Si un usuario malintencionado controlara tu móvil podría incluso leer esos códigos, pero también necesitaría tener tu usuario y contraseña para confirmar la compra. Con este nuevo sistema en un hipotético caso de 'phising' solo podrá acceder a tu banco, pero no realizar transacciones porque necesitará también el control de tu móvil, sobre todo los códigos SMS para autenticar la compra».
El factor biométrico comienza a implementarse y, de hecho, la huella dactilar y la identificación facial son habituales en los móviles. «Las entidades financieras irán añadiendo este tipo de medidas poco a poco. Y aunque haya un malware que me pueda ver lo del móvil tendría una tercera capa y no podría hacer nada. Sí, la voz se podría cambiar con un sintetizador, pero es otro control más. El objetivo es que para un ciberdelincuente atacar resulte más caro que el propio beneficio».
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Con todo, la pregunta es obligada. Con estas nuevas medidas, ¿se acabará con el fraude? Para Urko Zurutuza se conseguirá reducir, pero no del todo porque surgirán nuevos modelos. «Aún habrá picaresca, la de siempre, casos en los que creamos que estamos comprando en una tienda y que ésta no sea real y nos esté defraudando. A veces confiamos en tiendas online en las que nunca hemos entrado», explica.
Cuatro consejos
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1. Sentido común. Es importante que nos fijemos en que la dirección sea la correcta y la web sea segura (después del 'http' debe incluir una 's' o un pequeño candado delante de la url).
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2. Precaución. Hay un exceso de confianza en internet, mucho mayor que en la vida real: en el día a día tenemos ojos y otros sentidos que nos hacen sospechar más fácilmente y en la web, no.
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3. Detección. Contar con un antivirus o un sistema de detección de malware asegura en gran medida (no al 100%) que nuestros dispositivos no se hayan descargado nada sin que lo sepamos.
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4. En caso de fraude. Avisar al banco inmediatamente de que hemos sido víctimas de una estafa, al igual que hacemos si perdemos una tarjeta de crédito.
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