¿Tiene sentido a día de hoy comprar un móvil no 'smart'?

Terminales compatibles con el 5G, lectores de huella en pantalla, paneles que alcanzan los 120Hz de tasa de refresco, cámaras con sensores telefoto de hasta 5x, baterías que superan los 5.000 mAh que se recargan en apenas una hora… el mercado de los smartphones sigue superándose año a año con especificaciones siempre tan sorprendentes como a veces escasamente innovadoras. Sea como fuere, con estos terminales premium los fabricantes aspiran a convencer a sus potenciales usuarios con las últimas tecnologías del momento.

Eso sí, hay un nicho de mercado poco explotado por las marcas, que va en sentido opuesto a la actual tendencia y que aún tiene mucho que decir: es el de los móviles 'no smart'. Y es que no todos los usuarios comparten las mismas necesidades ni preferencias. Tal y como señala Alberto Rodríguez, director de marketing de SPC, «para un buen número de personas -estiman que unos 6 millones de usuarios de 'móviles no smart'- un smartphone les resulta carente de valor. E incluso les da cierto miedo, ya que los móviles cuentan con tantas opciones que prefieren no tocar o no usar por miedo a que se desconfigure algo o a romperlo». Son personas que no quieren «tener miles de apps, y para los que lo importante de un teléfono es estar conectados con la familia», concreta Alberto. El SPC Jasper, recién salido al mercado, es un buen ejemplo de ello.

Este tipo de terminales no son 'aptos' para todo el mundo, ya que están destinados a un segmento de población muy concreto: el de las personas mayores o con problemas de accesibilidad. Por ello, se dejan a un lado los procesadores más potentes, los launchers más vanguardistas o la conectividad más avanzada para ofrecer una experiencia simple y adaptada a las necesidades de un usuario al que a menudo la tecnología le genera más problemas que soluciones a la hora de comunicarse con su familia y amigos. Ante todo, ofrece comodidad. Ni más ni menos. Pero, ¿en qué se diferencia en la práctica un terminal de esta gama?

Este SPC Jasper busca ante todo la facilidad de uso. De ahí que a nivel de diseño apueste por un formato de concha que recuerda a los primeros smartphones de hace dos décadas y genera, por qué no decirlo, cierta nostalgia: teclado clásico con los botones de activar y finalizar llamada, batería extraíble, marcos pronunciados, etc. Y, por supuesto, un tamaño mucho más comedido (que no de grosor) para llevarlo a cualquier lado en el bolsillo.

Al abrir el terminal, encontramos una configuración ya clásica, con teclas numéricas retroiluminadas grandes y bien visibles. Además, en los laterales incluye los dos botones de volumen y otro dedicado a la cámara, además de uno posterior de llamada a emergencias. Cuenta con una doble pantalla, una principal de 2,8 pulgadas y una secundaria, exterior, de apenas 1,44 pulgadas y que básicamente muestra la hora y las notificaciones.

Su rendimiento es correcto, tal y como garantizan los terminales que funcionan bajo el sistema operativo KaiOS. Apenas cuenta con memoria interna (100 mb.), con lo que hacer uso de una tarjeta microSD (de hasta 32 Gb.) resulta imprescindible. La cámara cumple su cometido, al igual que la conectividad, que es la estándar (WiFi b/g/n, 4G LTE, Bluetooth 4.2, radio FM, GPS). A la vista está que son números muy alejados de los que se manejan en los dispositivos más populares de la gama media-baja del momento… y que están, por supuesto, a años luz de los de los 'buques insignia'. Ni se acercan, ni lo pretenden… ¿Entonces?

La mayor virtud de este móvil es la facilidad de manejo y accesibilidad que ofrece, con una muy clásica disposición de los botones y con accesos directos a los contactos y a servicios de internet tan imprescindibles hoy en día como puedan ser Youtube, WhatsApp o Google Maps. Hay que señalar que la usabilidad de estos servicios no es perfecta: de primeras no resulta tan intuitivo navegar por las listas de reproducción, buscar una dirección concreta o añadir archivos adjuntos, al igual que hacemos con modelos de móvil más avanzados. Pero ahí entra el añadido de Google Assistant, que facilita el manejo del terminal, ya que gracias a un botón dedicado es posible controlar los comandos por voz y evitar invertir tiempo en la introducción de caracteres....

No hay que olvidarse de la batería, una asignatura aún pendiente en los 'flamantes' smartphones de hoy en día, pero que en este tipo de terminales brilla con luz propia (por motivos obvios). Los números hablan por sí solos: con un uso normal del dispositivo, éste puede alcanzar los cuatro días sin pasar por el enchufe y hasta 10 si lo dejamos conectado a la red 4G en stand-by. Todo depende del uso que le queramos dar, de si lo utilizamos conectados al WiFi durante mucho tiempo, etc. Sea como fuere, este dispositivo ofrece una buen autonomía para un tipo de usuario que no quiere complicaciones a la hora de comunicarse con familiares y amigos.