¿Es realmente el Bitcoin la moneda del futuro?

El dinero físico está perdiendo fuerza. Cada vez son más quienes pagan con tarjeta de crédito o quienes utilizan aplicaciones como Bizum para hacer transferencias. Todo ello mientras conceptos como las criptomonedas empiezan a resonar cada vez con más fuerza, incluso a pie de calle. Con grandes dudas, claro. ¿Realmente es esta moneda digital una alternativa al euro, dólar o libra? Países como El Salvador ya aceptan el Bitcoin como método de pago pero, ¿es rentable invertir en este sistema?

El Bitcoin es la criptomoneda más conocida del mercado, aunque hay miles diferentes. Quizá por la fama que le han dado grandes nombres de las nuevas tecnologías como Elon Musk, el dueño de Tesla y uno de los hombres más ricos del mundo, aunque también influye ser el activo que más ha aumentado en valor en los últimos años y que ha convertido a varios de los pioneros en millonarios en unos pocos años. En estos momentos, un único Bitcoin equivale a más de 50.000 euros cuando en 2011 equivalía a un solo dólar.

Sin embargo, esta moneda digital no parece que vaya a ser el sustituto del euro, libra o dólar a corto plazo. Por el precio que alcanza en estos momentos, la inversión en Bitcoin estaría más ligada con la compra de Tesoro del Estado o de oro. Es decir, se trataría más de una reserva de valor. Pero eso no la convierte en inutilizable.

«En un futuro no muy lejano la gente podrá pagar en Bitcoins. De hecho, aquí en Donostia, ya hay tiendas que aceptan esta moneda como divisa de cambio», explica Leire Neirea, de BitBase Donostia, una empresa dedicada a la compra y venta de estas nuevas divisas. Por otra parte esta experta apunta que «en caso de que el euro deje de utilizarse y se usen criptomonedas, probablemente, serán otras divisas distintas al Bitcoin».

«Existen muchos tipos de monedas digitales. El hecho que la palabra contenga 'monedas' puede dar pie a pensar que se tratan de una herramienta de pago, pero las 'criptos' tienen muchas funciones. Algunas pueden servir como reservas de valor, otras se podrían asemejar a lo que son las acciones de bolsa y otras similares a las monedas tradicionales», subraya Neirea.

Y es que las criptomonedas sí que podrían llegar a ser una alternativa al dinero fiduciario y hay algunas que se han creado con esa misma intención. «Por ejemplo Cardano -una criptomoneda de tercera generación- tiene un precio muy parejo al euro. Fluctúa entre los 80 céntimos y 1.20 euros y podría ser un candidato a suplantar al dinero como lo conocemos a día de hoy». De hecho, el 29 de octubre de este 2021, dos villas de lujo situadas en las islas de Madeira (Portugal) fueron compradas por un usuario mediante mediante Cardano por un valor de 4,1 millones de euros. La antesala de lo que puede ser un futuro no muy lejano.

Sin embargo todavía queda camino por recorrer para que este tipo de divisas se postulen como una alternativa real en el día a día. Son casi más las preguntas que las respuestas que genera su posible circulación para operaciones cotidianas. Estas incógnitas unidas a las fortunas milmillonarias que algunos pocos han sido capaces de amasar gracias al auge de estas monedas han dado pie a que muchas personas se hayan interesado en este tema. Aunque no es oro todo lo que reluce.

Uno de los principales problemas que envuelven a las criptomonedas es la desinformación que se tiene sobre un concepto novedoso y revolucionario. Precisamente esto ha sido lo que ha llevado a España y a otros países del mundo a estrechar el cerco sobre este tipo de monedas digitales debido a las estafas que las han rodeado durante los últimos años.

Sin embargo el punto fuerte de las criptomonedas es la seguridad. Todo gracias a la tecnología blockchain. Se trata de una base de datos compartida, descentralizada y segura. Compartida y descentralizada porque hay copias de esa base de datos en millones de ordenadores repartidos por todo el mundo. Segura, porque esas copias están protegidas criptográficamente: no se pueden atacar, prohibir o borrar. Y si hubiera discrepancia en los registros, un mecanismo de consenso hace de autoridad central y permite detectar cuál es el correcto.

«Va a suponer una revolución mundial y se va a utilizar para todo. Es la manera más democratica para hacer cualquier cosa y se va a poner fin a cualquier estafa», aseguran desde BitBase. Un mundo que todavía está por construir, pero para el que quizás no haya que esperar tanto como se puede presuponer.

Cada vez son más las empresas que se adaptan a estas nuevas divisas emergentes. Es por eso que aplicaciones como PayPal, uno de los portales de pago por internet más extendidos a nivel internacional, ya ha introducido la opción de pagar con criptomonedas. Además, VISA, Cripto.com o Bitnovo ya han lanzado tarjetas de débito para poder actuar en cualquier establecimiento con estas monedas. Esta apertura y aceptación por parte del mercado ha hecho que, además de las villas de Madeira, otros portales de venta ya hayan llevado a cabo compras con esta moneda.

En 2018, el portal Fotocasa publicitó un chalet en la isla de Santa Cruz de Tenerife por 450.000 euros, aunque aceptaba el pago en Bitcoins; 44 en aquel momento. Y se vendió en criptomonedas. La primera venta inmobiliaria en España. Apenas un mes antes, al otro lado del charco, en Miami, otra casa fue vendida por 33 bitcoins. Aunque no solo se puede invertir en inmuebles. La empresa de organización de viajes Destinia también acepta algunas 'criptos' como método de pago.

Y es que hacerse con este tipo de divisas es cada vez más fácil. Además de por internet, mediante portales como Coinbase o LocalBitcoins, también se han empezado a abrir tiendas físicas donde poder llevar a cabo la compra y venta de estas monedas digitales. En Donostia existe BitBasem donde además ejercen de asesores, aunque también en puntos más tradicionales como Fnac, Eroski, Game, Worten e incluso en algunos estancos se pueden adquirir estas divisas. De hecho, en el centro comercial de Garbera, hay un cajero en el que poder comprar y vender estas monedas. El futuro no está tan lejos.

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