Qué buena oportunidad para trasladarnos a dentro de 25 años justo cuando el Parque Científico y Tecnológico de Gipuzkoa acaba de cumplir esa misma efémeride. Pero intuyo que la manera en la que se van a desarrollar los acontecimientos no tendrá nada que ver con el pasado. En cualquier caso, está en nuestras manos construir ahora ese futuro. En el Parque ubicado Miramón estamos ya especializados en el futuro. Más de la mitad de las empresas instaladas aquí pertenecen a los sectores de las TICS, las biociencias y las ingenierías tecnológicas.
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Por eso, me arriesgo a prever que la industria den el Parque de 2045, pero también la de 2025 o 2030, podrá seguir siendo puntera y pionera: por ejemplo, convertirse en una de las productoras de vacunas para batallar contra enfermedades que, como esta pandemia, nos están poniendo en jaque. O tal vez no arriesgo, porque ya estamos en ello.
Nuestro modelo de industria va ya encaminado a las tres grandes transiciones, la energético-medioambiental, la tecnológico-digital y la sociosanitaria. Y en esa línea vamos a reforzar y renovar el tejido empresarial existente en Euskadi, así como para desarrollar nuevos sectores y nichos de mercado. Esa es la visión que puedo aportar aquí de la industria vasca para los próximos lustros.
Aprovechar estas transiciones supone avanzar en un cambio de modelo productivo donde la innovación tiene que ir acompañada de un cambio cultural hacia una industria más digital, más sostenible y más inclusiva. Y más aún cuando en este momento desconocemos el 85% de las profesiones del 2030. Lo que sí sabemos es que una gran parte de ellas van a estar vinculadas a la ciencia, la tecnología y la innovación. Una gran parte de los retos sociales se resolverán por profesionales de las STEAMS y nuestro reto es seguir impulsando la atracción de proyectos empresariales de futuro y a las personas que desarrollarán esos proyectos.
Por nuestra parte, la vocación y voluntad de cara a los próximos 25 años, en coordinación con el conjunto de la Red de Parques Tecnológicos de Euskadi, es mantener la vocación de agente catalizador de la innovación y el desarrollo tecnológico que nos ha caracterizado desde el principio; continuar contribuyendo a impulsar el intercambio de conocimiento y la transferencia de tecnología entre empresas, agentes tecnológicos y universidades. Y, en una perspectiva más global, contribuir a los objetivos de desarrollo sostenible del planeta.
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