Diferentes artes de pesca para la captura del bonito
¡Qué bonito es cuando se pesca con mimo! ·
Juantxo Monteiro, arrantzale del Clementina de Pasaia, explica las diferentes artes de pesca para la captura del bonitoJueves, 16 de junio 2022, 16:06
Tres décadas navegando en un barco dan para conocer de primera mano cómo es el sector. Juantxo Monteiro, arrantzale del Clementina de Pasaia, apura las jornadas antes de arrancar la campaña del bonito. Hay quienes han empezado a capturar esta especie tan apreciada en el territorio, pero «nosotros somos un barco pequeño, de doce metros, y todavía no podemos salir porque el bonito no está cerca de nuestra costa».
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Esta especie se ha ido acercando los últimos años al litoral guipuzcoano, pero «no podemos ir más allá de las 40 millas» para una campaña que «se ha convertido en fundamental de un tiempo a esta parte. En mi caso, llevo tres años pescando bonito; antes me centraba más en el verdel y en la merluza».
El Clementina apuesta por la pesca de cacea o curricán, «la que ha utilizado toda la vida la pesca de bajura de Euskadi». Esta se define de la siguiente manera: «Llevamos unas líneas con unas varas en el costado del barco y en la popa, y de señuelo utilizamos unos calamares de plástico». El barco está en constante movimiento, «vamos navegando a seis o siete nudos constantemente», y el pescado persigue tentado por el cebo. «Solemos pescar con nueve carretes y, a veces, te cogen los nueve a la vez», destaca Juantxo.
Otra opción bien diferente son los barcos de cerco que trabajan «con cebo vivo, con antxoa o txitxarro vivos» -técnica denominada pesca a cebo vivo-, que se emplea en la costa guipuzcoana -los hondarribiarras fueron los primeros en utilizarla hace más de medio siglo- y que consiste en una caña con un cebo vivo que hace que el pescado pique y sea capturado. Los barcos que trabajan este arte de pesca están parados y no navegando. Estas embarcaciones «buscan con sus sónares manchas grandes, más cardumen, más concentración de bonito, y los engañan con un chorro de agua».
La pesca pelágica, prohibida
Se habla mucho de la sostenibilidad de la pesca y de proteger el pescado en las capturas. Una filosofía que en Euskadi se lleva a rajatabla, toda vez que la pesca pelágica está prohibida en todo el Estado, aunque en otros países como Francia o Irlanda sí se permite. Se trata de un arte de pesca que «practican los franceses y los irlandeses, pero que es una burrada porque el pescado llega machacado». Es un arte «en el que van dos barcos en pareja con una red de pesca por la popa, buscan el pescado y van metiendo todo en el saco». La diferencia es sustancial porque «nosotros traemos el pescado impecable, vivito, vivito y pescado uno a uno. Se nota muchísimo». Eso sí, en una tirada, el pelágico puede capturar «5.000 o 6.000 kilos».
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