Un descanso más que merecido
Los arrantzales afrontaron una tregua hasta el pasado 15 de febrero para recuperar fuerzas y para garantizar una explotación sostenible de los recursos biológicos marinos
Viernes, 25 de febrero 2022, 11:05
El inicio del año para los arrantzales es tranquilo, relajado. Los barcos no tienen actividad ya que el sector se encuentra en un obligado parón biológico, implantado con el objetivo de fomentar una pesca más profesional y, sobre todo, sostenible a largo plazo. Conscientes de que los recursos no son infinitos, la Política Pesquera Común desarrollada por la Unión Europea pretende colaborar para que las empresas pesqueras sean económicamente rentables sin poner en riesgo el equilibrio biológico de las poblaciones explotadas y la integridad del medio físico.
Publicidad
De cara a este 2022, y siguiendo la iniciativa continental, el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, a través del BOPV, publicó la resolución que establecía el descanso biológico de la flota artesanal perteneciente al censo de artes menores para el periodo que arrancó el 15 de enero y que se extendió hasta el pasado 15 de febrero. Una decisión que afecta a oficios y modalidades como nasas, mallabakarra, trasmallo, palangre, líneas de mano y curricán.
«El descanso biológico es una forma de dejar descansar los caladeros»
leandro azkue
Estas semanas en las que la flota guipuzcoana se encuentra parada son vitales para facilitar la reproducción de alevines de algunas de las especies objetivo de esta flota artesanal. Un camino que, a su vez, va alineado con el descanso de los arrantzales, que aprovechan meses como enero o febrero para disfrutar de un merecido descanso.
Una mirada al futuro del sector
Este tipo de medidas busca poner el foco en el futuro, en la sostenibilidad de un sector que se está adaptando a los nuevos tiempos. El director de Pesca y Acuicultura del Gobierno Vasco, Leandro Azkue, señala que «contamos con un tipo de flota que pesca en un radio de acción pequeño, en caladeros que están cerca de la tierra». Es por ello que «el descanso biológico es una forma de dejar descansar este tipo de caladeros, que son los que más presión sufren por parte de los profesionales y de los recreativos».
Por otro lado, esta parada obligada se ve compensada con «una orden de ayudas por el mes de inactividad», que está prevista que vea la luz «a comienzos de marzo». Se trata de una partida económica que llega de los fondos europeos, pero que cuenta con una particularidad: «A diferencia de otros sectores, es el Gobierno Vasco el que adelanta el importe y, posteriormente, solicita el reintegro del 75 % del mismo».
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión