José Ignacio Asensio: «Las comunidades energéticas son una alternativa de ahorro para las familias y las pymes»

Gipuzkoa lidera la puesta en marcha de comunidades energéticas ciudadanas. En 2023 estarán presentes en 36 municipios y 5.166 hogares y pequeños comercios. Esta fórmula, que ya funciona en Zumarraga, Lasarte-Oria, Andoain, Larraul y Orexa, junto a las cooperativas solares (Ekiola) que se proyectan en Arrasate y Azpeitia, permitirá que el autoconsumo de renovables llegue a los 88 municipios del territorio en 2030.

¿Por qué ha apostado su departamento por las comunidades energéticas?

Frenar el cambio climático nos exige reducir drásticamente las emisiones. Para ello, es necesario abandonar el uso de los combustibles fósiles y hacer una transición a las energías renovables. Las comunidades energéticas, creadas en colaboración con los ayuntamientos, nos permiten ofrecer una alternativa para que los ciudadanos puedan pasarse al consumo de renovables, sin hacer costosas inversiones, con un ahorro importante en su factura de la luz y, todo ello, con la garantía de un modelo transparente que cuenta con supervisión pública.

¿Cómo influye el alza de precios provocado por la invasión de Ucrania?

La escalada de precios provocada por la invasión de Ucrania ha puesto al descubierto nuestras debilidades y la necesidad de acelerar la transición energética. Gipuzkoa tiene una dependencia del exterior que supera el 90 % y solo el 18 % de su consumo es de origen renovable. Si queremos un sistema con precios estables, respetuoso con el medio ambiente y que proporcione acceso a un bien de primera necesidad como la energía, en condiciones socialmente justas, la fórmula es potenciar el autoconsumo renovable. Además, con las actuales tecnologías y niveles de precios, el ahorro en la factura de familias, comercios y pymes es inmediato y ese es también un incentivo importante.

¿De qué niveles de ahorro hablamos?

El ahorro se obtiene por dos vías: la energía producida por las placas fotovoltaicas cubre entre el 20 y el 25 % del consumo y es gratuita para los usuarios; además, la comunidad permite negociar tarifas más ventajosas con las compañías para el suministro de la energía restante. Los ahorros en factura pueden oscilar entre unas comunidades y otras pero, por termino medio, representan aproximadamente un 30 %, superando los 500 € anuales en los hogares y llegando a los 2.500 € anuales en el caso de los comercios. Son cantidades muy importantes y el servicio se obtiene pagando una pequeña cuota (7/8 € mensuales) y sin necesidad de acometer otras inversiones. Y es energía kilómetro 0, renovable y con un importante componente social.

¿Quién financia entonces este tipo de instalaciones?

En el modelo de comunidades energéticas ciudadanas, los ayuntamientos ceden las cubiertas de edificios públicos y la instalación de las placas fotovoltaicas cuenta con financiación del Departamento de Medio Ambiente, que ha invertido más de tres millones de euros, y de los fondos europeos Next, en el caso de los municipios más pequeños. Las ayudas, en algunos casos, pueden llegar a cubrir el 100 % de la inversión necesaria. Además, desde la Diputación Foral de Gipuzkoa ofrecemos el asesoramiento técnico necesario para la puesta en marcha de las comunidades. Es una apuesta importante, pero el despliegue de las energías renovables y la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles es una prioridad en nuestro ámbito local y también en Europa.

¿Cuántas comunidades están en marcha en Gipuzkoa?

En este momento, hay tres que están ofreciendo servicio a las personas usuarias: Zumarraga, Larraul y Orexa. Además, otras 33 están en fase de constitución y estarán operativas en 2023, tanto en municipios urbanos de tamaño medio, como en otros menores de 5.000 habitantes y de carácter rural. Entre los primeros, además de Zumarraga, destacan Lasarte-Oria y Andoain. Es especialmente significativo el caso de Lasarte-Oria que, gracias a la ubicación estratégica de los edificios en los que se instalarán las placas, será el primer municipio en ofrecer esta opción a todos los barrios.

¿Quién puede formar parte de una comunidad energética?

El requisito es residir en un municipio que vaya a constituir una comunidad energética y que la vivienda o el comercio que lo soliciten estén situados en un radio de 500 m de los edificios en los que se instalen las placas, que es lo que prevé la actual legislación. En cualquier caso, el Plan de Seguridad Energética aprobado por el Gobierno de España prevé ampliar esa distancia, lo que facilitará que muchos guipuzcoanos puedan incorporarse a las comunidades energéticas de sus municipios. Por otra parte, también existe la posibilidad de que una comunidad de propietarios se constituya en comunidad energética, pudiendo optar a ayudas fiscales para realizar la inversión.

¿Qué otras medidas contempla Gipuzkoa para impulsar el ahorro energético?

El ahorro y la eficiencia son las medidas más eficaces e inmediatas para reducir emisiones y consumos, con el ahorro que ello supone. Por ello, además del autoconsumo de renovables, Gipuzkoa va a hacer una apuesta importante por la eficiencia y el ahorro energético con medidas como las auditorías de eficiencia en todos sus edificios públicos o el impulso a proyectos de 'district heating', como el que actualmente se está desarrollando en Beasain.