50 años de actividad asistencial gracias a la magnífica iniciativa que en el año 1975 tuvieron profesionales locales. Profesionales sanitarios que con el apoyo de ... profesionales de la empresa impulsaron lo que en aquel momento una sociedad donostiarra, una sociedad guipuzcoana, necesitaba: una clínica de atención integral y de calidad.
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Una clínica privada. Así es. Porque no existiendo en aquel entonces un sistema público de salud en los términos que hoy entendemos, Policlínica Gipuzkoa fue capaz de responder a las necesidades sanitarias y sociales de la época.
Una clínica que desde sus inicios y durante su medio siglo se ha caracterizado por su capacidad de arraigo con el territorio y por su excelente calidad. Esta calidad, tanto en lo asistencial como en el trato y la humanización cara a los pacientes, ha hecho que la ciudadanía de Gipuzkoa confíe en sus servicios y en sus profesionales.
Una calidad y un servicio asistencial que obviamente también han tejido confianza y colaboración con Osakidetza. La defensa de un sistema público de salud es compatible, pretende ser, precisamente, con iniciativas y experiencias como la de Policlínica Gipuzkoa.
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De ahí mi reconocimiento y agradecimiento a las iniciativas privadas que han sabido desarrollar su actividad en un principio basado en la colaboración. No se trata de competir sino de colaborar con el sistema público. Porque en eso se ha basado esta convivencia. No darse la espalda y aprender de manera conjunta a través de fórmulas de colaboración que permitan ofrecer una asistencia robusta y de calidad a las personas, en este caso de Gipuzkoa.
En Euskadi contamos con el sistema público de salud más público de Europa. Esto no significa cerrar puertas a la colaboración. Lo estamos haciendo en algunos aspectos asistenciales cuando así lo requieren los cuidados de los y las pacientes. Lo hacemos en investigación, en formación… Siempre en la búsqueda de la mejora asistencial de la ciudadanía garantizando la calidad del servicio.
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Cómo crecemos y cómo evolucionamos es fundamental. Y dónde lo hacemos, también. Nos hallamos en este momento en el centro de un ecosistema de referencia europea ligado a la salud. En pleno parque científico tecnológico en Miramon, donde gracias a la colaboración interinstitucional y a la colaboración público-privada vamos a dotar a este polo sanitario de una potencia imparable.
Aún es pronto para ver la eclosión de lo que va a deparar el sistema de salud en este entorno. Pero tenemos que ser conscientes de que lo que estamos construyendo entre todos va a ser algo muy relevante, desde el punto de vista sanitario.
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El Hospital Universitario Donostia, la reciente integración de Onkologikoa, la futura protonterapia, el instituto de investigación BioGipuzkoa, esta histórica y referente Policlínica Gipuzkoa, las empresas crecientes del parque, los centros tecnológicos, los centros de investigación colaborativa, otras fundaciones específicas… todo un conjunto de unidades llamado a formar un gran puzle en el que cada pieza tenga no solo «algo que decir», sino «mucho que aportar».
Un sistema en el que los agentes no compitan entre sí. Insisto en esta idea. Un sistema en el que los agentes colaboren. Se complementen. Y sean capaces de aportar valor añadido a la mejora final del servicio público de salud.
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Son muchas las razones para estar satisfechos con el camino recorrido, si bien, ahora con el recién acordado Pacto de Salud, nos ha interpelado y nos ha puesto muchos deberes que tendremos que ir implementado a futuro. Se lo debemos a la sociedad vasca. Se lo debemos, sobre todo, a los y las pacientes.
Porque todo proceso, todo sistema, y toda colaboración público-privada solo tiene sentido si es por avanzar en la mejora de su asistencia.
Zorionak Policlínica Gipuzkoa por vuestro medio siglo y que la salud os acompañe.
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