Lentes progresivas intraoculares: qué son, tipos y beneficios

Las lentes progresivas intraoculares son una opción cada vez más demandada para el tratamiento de defectos refractivos de la vista: miopía, hipermetropía o vista cansada. Son una buena alternativa para aquellas personas que no son candidatas al láser o los casos de hipermetropía y miopía muy elevada. Nos lo cuenta el Dr. Giacomo de Benedetti, jefe del servicio de Oftalmología de Asuncion Klinika.

Como su nombre indica, se trata de lentes que se insertan en el propio ojo. Hasta ahora, este tipo de lentes se utilizaban para sustituir el cristalino en las personas que sufrían de cataratas. Pero desde hace un tiempo se han empezado a utilizar en la cirugía refractiva, para tratar dolencias como la miopía, la hipermetropía, la presbicia e incluso la vista cansada. Este tipo de lentes son una buena opción para aquellas personas para las que no es aconsejable la cirugía con láser, los casos de miopía o hipermetropía muy elevada.

Según donde se coloquen pueden ser, lentes fáquicas o pseudofáquicas. Las primeras estas no sustituyen al cristalino, que se mantiene, sino que se colocan delante del mismo y detrás del iris. Vienen a hacer la misma función que las gafas pero colocadas de forma permanente en el mismo ojo. Las segundas sí sustituyen al cristalino. Se utilizan en aquellas personas que sufren de cataratas o empiezan a sufrir de presbicia o vista cansada. También pueden diferenciarse en función del número de focos que tengan las lentes. Las lentes monofocales solo disponen de un foco, cuya función es mejorar la visión lejana. En estos casos suele ser necesario el uso de gafas para ver de cerca. Este tipo lentes son las que se utilizan en las cirugías de cataratas para personas mayores.

Lentes multifocales bifocales de rango extendido, por su parte, tienen dos focos, uno para la visión de lejos y otro para la visión intermedia/cercana. Permiten una mayor independencia de las gafas. Por último, las lentes multifocales trifocales permiten enfocar a tres distancias diferentes, proporcionando una buena visión lejana, una clara visión intermedia y una aceptable visión de cerca.

Las lentes intraoculares son la solución para pacientes que no son candidatos para la cirugía láser, que normalmente suelen ser aquellos que tienen poco espesor corneal y un gran número de dioptrías. Proporcionan una alta calidad de visión en casi todos los casos y la intervención es indolora, rápida y muy poco invasiva.