Asuncion Klinika

¿Qué podemos hacer para vivir una vida más sana?

Dra. Lucía Nieto, médico general de Asuncion Klinika

Jueves, 7 de abril 2022

Cada 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud, un concepto que, tal y como lo define la OMS, va más allá de la mera ausencia de enfermedades. Nuestro estado emocional e incluso socioeconómico son factores a tener muy en cuenta para poder decir que disfrutamos de una buena salud. Si bien hay cuestiones que escapan a nuestro control, sí hay una serie hábitos y costumbres que pueden contribuir a que disfrutemos de una buena Salud, con mayúscula. Nos los cuenta la Dra. Lucía Nieto, médico general de Asuncion Klinika.

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¿Qué podemos hacer para vivir una vida más sana?

Lo primero es plantearnos a qué nos referimos cuando hablamos de salud. Tal y como la define la OMS, la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Es una definición muy interesante porque nos habla de un abordaje integral de la salud que va mucho más allá de los factores físicos e incluso mentales. Si no disfrutas de unas condiciones socio-económicas adecuadas, tu salud, tanto física como mental, sin duda, se va a ver resentida. En este sentido, hay parte de responsabilidad en las autoridades, que deberían garantizar el acceso a unas condiciones de vida dignas para toda la ciudadanía. Pero sin irnos tan lejos, podríamos decir que una persona, además de cuidar su cuerpo y su mente, debe cuidar también sus relaciones sociales para poder llevar una vida auténticamente sana.

«Para disfrutar de una vida saludable debemos tener una voluntad activa de cuidarnos»

Dra. Lucía Nieto

Médico general de Asuncion Klinika

¿Qué factores influyen en nuestra salud?

Hay factores que escapan a nuestro control, como nuestra propia biología. Por mucho que nos cuidemos, hay factores genéticos o biológicos que nos predisponen a padecer determinadas enfermedades. El medio ambiente también tiene una influencia directa en nuestra salud, así como los diferente sistemas sanitarios. Una persona que nace en un país con un buen sistema sanitario tiene acceso a vacunas, campañas de cribado, revisiones y cuidados médicos que van a contribuir a que tenga una salud mucho mejor que la que podría haber tenido en otro entorno. La parte que sí está en nuestra mano y que tiene una influencia mayor que la que imaginamos, reside en nuestros hábitos. Unos buenos hábitos no solamente previenen las enfermedades. Nos ayudan a vivir una vida mejor y más plena.

Entonces…

La clave reside en un concepto muy en boga el autocuidado. El primer paso para disfrutar de una vida saludable es tener una voluntad activa de cuidarse. Esta voluntad nos llevará a desarrollar unos hábitos de vida que nos ayudarán a prevenir enfermedades y a sentirnos bien con nosotros mismos y nuestro entorno. Podemos enumerar cosas tan básicas como mantener una alimentación equilibrada, hacer ejercicio moderado o evitar el estrés. Todo el mundo sabemos qué esto es bueno para nuestra salud. Lo importante es que lo interioricemos y que, dicho sencillamente, hagamos las cosas que realmente nos hacen bien y dejemos de lado las que nos dañan.

Dicho así suena fácil, pero el problema es que muchas veces somos los primeros en boicotearnos…

Sí, porque muchas veces confundimos el autocuidado con la autoindulgencia e incluso con el autocastigo. Por ejemplo, autocuidarse es coger el hábito de aumentar el consumo de frutas y verduras en nuestra dieta, pero sin dejar de lado el disfrute. Cenar todas las noches una pechuga de pollo al vapor con tres hojas de lechuga secas probablemente nos ayude a combatir la obesidad y el colesterol. Pero unas verduritas preparadas con gusto y esa misma pechuga sazonada con sabrosas especias cumplirán la misma función y, además, nos provocarán placer y disfrute, con lo que nos será más fácil afianzar el hábito. Darnos un capricho y comer un poco chocolate de vez en cuando, puede ser autocuidado. Darnos un atracón de chocolate porque «nos lo merecemos» es autoindulgencia y no nos hace bien ni a corto, ni a medio ni a largo plazo.

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¿Qué hábitos concretos recomiendas para cuidar de nuestra salud?

Mantener una dieta saludable, por supuesto. Lo que comemos no solamente influye en un montón de patologías sino que tiene una influencia directa en nuestro estado emocional. Hacer ejercicio moderado. Basta con salir a pasear un unos 30 minutos cada día. Evitar hábitos tóxicos como el tabaco, que está detrás de muchísimas enfermedades y que, además, influye en nuestro día a día causándonos tos, flemas, disminución del sentido del olfato, mal olor… Por supuesto, aquí incluiríamos el consumo del alcohol y otras drogas. Controlar el estrés es otro factor determinante. A veces es difícil cambiar el ritmo de nuestra vida laboral, pero si podemos asumir hábitos que nos ayuden a no vivir estresados las 24 horas del día, como la meditación, o simplemente, asumir que no podemos llegar a todo y distinguir entre las cosas importantes y las accesorias. Mantener una buena higiene, dormir entre 7 y 8 horas diarias, evitar las relaciones tóxicas y, sin duda, hacernos chequeos regulares son otras cosas que nos ayudarán a vivir mejor.

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