Hotel Parma: reapertura con ilusión, pero con incertidumbre

Lunes, 22 de junio 2020, 12:42 | Actualizado 14:43h.

Para el Hotel Parma de San Sebastián, la vuelta a la normalidad, además de una necesidad económica, es una necesidad psicológica. El periodo de cuarentena no ha sido nada fácil para el sector hotelero, acostumbrado a estar siempre abierto a disposición del cliente. Tal y como asegura su director, Iñaki Azurza, el equipo del hotel se encuentra con ganas e ilusión para afrontar esta nueva etapa de reapertura y quitarse cuanto antes la incertidumbre de encima.

La demanda que vaya a haber para el último fin de semana de junio determinará la vuelta a la actividad del hotel. Si las cifras para esos días no son convincentes, se retrasará hasta el primer día de julio. En la reapertura el aforo de las zonas comunes estará limitado al 50 %, sin restricciones en las habitaciones. Del mismo modo, ellos han decidido no ofrecer el servicio de desayunos para evitar riesgos innecesarios.

Por norma general, el cliente medio está siendo muy comprensivo y cooperativo ante las nuevas normativas que están aplicando los hoteles que están abiertos en esta paulatina vuelta a la normalidad.

Medidas de seguridad e higiene estrictas

Si antes de la pandemia la higiene ya era un asunto serio en los hoteles, la crisis sanitaria va a obligar a aumentar las frecuencias de limpieza y desinfección de los establecimientos.

Para abordar esta compleja realidad, desde el Gobierno se recomienda que cada empresa de alojamiento forme un Comité para la Gestión del Riesgo cuyo cometido principal será elaborar un Plan de Contingencia que deberá estar recogido dentro del marco de la Prevención de Riesgos Laborales. Este detallado instrumento de gestión agrupará todos los protocolos de limpieza a seguir para minimizar el riesgo de contagio en los hoteles y apartamentos turísticos.

Por otro lado, además de las habituales medidas básicas que se aplican en todos los establecimientos abiertos al público, en los hoteles también se van a implementar otras, como son el cambio en el orden de limpieza de una habitación para evitar la contaminación cruzada, introducir la ropa sucia en bolsas individuales antes de que toque el suelo, retirar todo tipo de textiles decorativos de las habitaciones, poner doble bolsa en las papeleras, aumentar la frecuencia de limpieza de las zonas comunes, etc…

Se avecina un verano complicado

Las expectativas para este verano en materia de ocupación no son demasiado optimistas. Se enfrentan a un mercado nacional que nada tiene que ver con el internacional al que están habituados.

Además, la gente aún tiene miedo e incertidumbre económica, y en estas condiciones son pocos los que se aventuran a reservar. En estos momentos, las reservas para julio y septiembre son escasas, con mejores previsiones para agosto. En la actualidad el sector de alojamientos se encuentra muy parado y todos los establecimientos tienen puesta la esperanza en las reservas de muy última hora.

Aún así, Azurza espera que esta tendencia cambie, y aunque la facturación distará mucho de la de años anteriores, cree que habrá una actividad más alegre a partir de finales de julio.