Rechazan la ampliación de una tienda de Zara en Burdeos al considerar que la compañía se beneficia de trabajos forzosos en China

La Comisión Departamental de Desarrollo Comercial de Burdeos ha decidido desestimar la solicitud de ampliación que quería llevar a cabo Zara en su tienda de esta localidad francesa. Sandrine Jacotot, teniente de alcalde de la localidad, recordó al resto de miembros de la comisión que la empresa del grupo Inditex ha sido llevado ante la justicia en Francia «por haber sido cómplices de conocer las condiciones de producción de los artículos de las tiendas de ropa del grupo, llevados a cabo por esa minoría china de religión musulmana», según ha recogido el diario galo Sud Ouest.

Con una superficie de venta de 972 m², Zara pretendía explotar otros 1.098 adicionales con la puesta en marcha de dos nuevos niveles a través de una reestructuración interna de los pisos cuarto y quinto, que debería haber llevado a una modificación de la fachada requiriendo la presentación de una licencia de obra.

La Fiscalía Nacional Antiterrorista de París mantiene abierta contra la compañía española Inditex (además de a las empresas Uniqlo, Sketchers y SMCP, propietaria de marcas como Sandro o Maje) una investigación por beneficiarse presuntamente del trabajo forzoso al que obligan las autoridades chinas a ciudadanos de la minoría musulmana de los uigures. Se acusa a las cuatro compañías textiles de subcontratar parte de su producción o comercializar productos que utilizan algodón de la región uigur de Xinjiang, que produce en condiciones cuestionadas cerca del 20 % de esa materia prima a nivel mundial.

El Colectivo Ética en las Etiquetas, el Instituto Uigur de Europa, la asociación judicial Sherpa y una víctima uigur están detrás de esa demanda interpuesta ante la Fiscalía del Tribunal Judicial de París, que espera conseguir que esas empresas dejen de trabajar en la zona.

El fundador de Sherpa y letrado del gabinete que interpuso la denuncia el pasado mes de julio basó su procedimiento en testimonios de víctimas uigures, en el informe del centro de estudios australiano ASPI, investigaciones periodísticas y otros elementos factuales que a su juicio permiten poner en el punto de mira a esas cuatro firmas.

El análisis australiano, disponible en internet, apunta que «bajo condiciones que sugieren fuertemente el trabajo forzoso, los uigures están trabajando en fábricas que participan en las cadenas de suministro de al menos 82 marcas mundialmente reconocidas».

Inditex se ha defendido con declaraciones a la agencia EFE en las que manifestaba que «la acusación carece completamente de fundamento». El grupo español, propietario de marcas como Zara o Pull&Bear, aseguraba que cumple «de forma escrupulosa con toda la legislación y recomendaciones existentes en defensa de los derechos de los trabajadores y dispone de un marco de cumplimiento en materia de derechos humanos basado en los más altos estándares internacionales».

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