Vivienda flexibiliza la ayuda a la emancipación de jóvenes tras denegar la mitad de solicitudes
Solo 135 de los 350 menores de 35 años que han pedido la prestación en Gipuzkoa la tienen | El Gobierno Vasco, que activó Gaztelagun en enero, rebajará a partir de 2020 la edad de solicitud a 18 años y ampliará un 20% el límite de ingresos
La mitad de los jóvenes que han intentado acogerse a las ayudas a la emancipación puestas en marcha en enero por el Gobierno Vasco ... se han quedado sin ellas. Gaztelagun se creó como una puerta para facilitar la independencia de las nuevas generaciones pero esa puerta, según evidencian los datos y ha constatado el Departamento vasco de Vivienda, se ha quedado solo entreabierta, ya que apenas 451 de los 1.173 jóvenes que han intentado cruzarla en Euskadi, apenas 135 en Gipuzkoa, para emprender una vida autónoma lo han logrado.
El ambicioso programa que se puso en marcha a principios de año con el objetivo de ayudar económicamente a pagar el alquiler a unos 2.500 jóvenes vascos de entre 23 y 35 años el primer año, se está quedando corto. Y el Ejecutivo ha decidido flexibilizar, a partir del próximo 2020 -o «antes si es posible»-, los requisitos que impuso con el fin de no dejar fuera a tantos solicitantes. Los ingresos mínimos y máximos exigidos en las bases de la prestación, la edad mínima o el precio de las rentas de alquiler se han erigido en barreras demasiado altas a superar por quienes precisan de un dinero 'extra' para poder plantearse una vida fuera del hogar paterno y afrontar el pago de un alquiler en solitario o en compañía, en un momento donde escasean y donde sus precios están desorbitados, sobre todo en Gipuzkoa y en San Sebastián.
El viceconsejero Pedro Jáuregui asume que no se están cumpliendo las expectativas, calculadas a partir de una estimación media sobre los potenciales beneficiarios. «Vemos la buena acogida del programa por el volumen de solicitudes recibidas», dice, pero al tiempo los números constatan que hay «más denegaciones de las previstas». En concreto, según los datos ofrecidos ayer por el Departamento, entre el 1 de enero y el 11 de julio, Alokabide, la gestora del parque de alquiler público que gestiona esta iniciativa, recibió un total de 1.173 solicitudes. De ellas, 350 procedían de Gipuzkoa, 592 de Bizkaia y 231 de Araba. Pero tras comprobar la documentación entregada, solo han logrado disponer ya de la ayuda un total de 451 personas, menos de la mitad: 135 de ellas son jóvenes guipuzcoanos, 221 vizcaínos y 95 alaveses. Estas prestaciones suponen el abono ya de 316.849 euros hasta el 15 de julio, y un compromiso de medio millón de euros para este año, y de 3,1 millones hasta 2021, fecha hasta la que podrían seguir cobrando si no cambian sus condiciones.
Los requisitos
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Los cambios
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Edad En lugar de 23 a 35 años, se amplía la opción de beneficiarse de la ayuda a jóvenes de 18 a 35 años.
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Ingresos Se amplía la horquilla ya que el 90% de las solicitudes denegadas fue por esta cuestión. Así, a partir de la nueva orden los ingresos mínimos exigidos serán 3.000 euros, los mismos que Etxebide pide a una persona que opte a una vivienda pública. El máximo pasará de 15.000 euros a 18.000 para solicitantes individuales; de 20.000 a 24.000 euros a unidades convivenciales; y de 25.000 a 28.000 euros en casos de familias numerosas.
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Rentas de alquiler Se mantienen los topes de renta máxima del piso de alquiler. Es de 750 euros en las tres capitales; de 650 euros en las áreas metropolitanas y en municipios de más de 10.000 habitantes; y de 600 euros en los de menos de 10.000 habitantes. Lo que se flexibiliza es la posibilidad de seguir percibiendo la ayuda, aunque la renta se actualice con el IPC y exceda, una vez concedida la prestación, de esas cuantías.
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Plazo Los nuevos requisitos entrarán en vigor a final de año o principios de 2020. El Gobierno Vasco contactará con solicitantes que se han quedado fuera con los requisitos previos, y que cumplirían los nuevos.
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Se mantienen
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Duración Un máximo de tres años
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Cuantía Nunca excederá de los 250 euros, el fijo establecido en otras ayudas como la PCV o la PEV. Se puede percibir hasta el 50% del alquiler que se abona si es titular único. En caso de compartir, hasta el 60% de la renta.
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Incompatibilidades Si se cobra otra prestación como RGI, PCV, PEV, ayudas municipales u otras administraciones para el alquiler, o AES. Si se tiene un piso de VPO.
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Condiciones El piso arrendado no puede pertenecer a un familiar; la vivienda debe ser domicilio habitual; no se puede tener otro piso en propiedad; hay que ser titular o cotitular del contrato de arrendamiento; la renta se tiene que pagar por transferencia bancaria; y hay que llevar al menos un año de residencia en la CAV.
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Solicitud Hasta el 31 de diciembre de 2021 en Alokabide
A estas prestaciones, aclara Jáuregui, se pueden sumar en próximas semanas y meses algunas más ya que quedan 195 expedientes por resolver. El resto son peticiones denegadas. 253, en concreto. Otras 26 están recurridas y 11 renunciaron al cambiar posiblemente su situación.
Entre estas últimas cifras, las de expedientes que se han quedado fuera, Vivienda indica que el 90% se debe a que exceden, por arriba o por abajo, los límites de ingresos establecidos. En este punto se introducirá por tanto el primer cambio. El viceconsejero especificó ayer que la nueva orden del consejero que modificará la anterior, a finales de año o principios del que viene, ampliará en torno a un 20% el límite de ingresos. «Queremos que jóvenes que ahora se han quedado fuera por este motivo, puedan volver a solicitar la ayuda» que permite costear hasta un 50% del alquiler, explica. Y de hecho, el propio Departamento se pondrá en contacto con ellos en otoño para explicarles la posibilidad de hacerlo.
Ahora, esos límites establecen un ingreso mínimo igual a la cuantía máxima de la RGI y un tope máximo de 15.000 euros al año a solicitantes individuales, de 20.000 para unidades familiares o 25.000 en caso de familias numerosas. Pero cuando se apruebe la modificación, desaparecerá esa vinculación con la RGI, «dado además que nadie que cobre otra prestación pública» de esa índole puede acogerse a Gaztelagun, y los ingresos mínimos serán de 3.000 euros -los exigidos para optar a Etxebide-, y los umbrales máximos se amplían a 18.000, 24.000 y 28.000, respectivamente para cada uno de los colectivos antes mencionados.
Otra de las principales novedades es que se va a rebajar de 23 a 18 años la edad para poder solicitar la prestación. La decisión que, según explica el viceconsejero, responde a la demanda recibida por parte de jóvenes que desde esa edad quieren vivir en su propia casa. Pero una situación, no obstante, no muy habitual en Euskadi, que ostenta el primer puesto del Estado en emancipación tardía, casi a los 30 años. Además, indica, también se soluciona el problema de unidades familiares en las que uno de sus miembros tenía entre 18 y 23 años y, aunque cumplía el resto de requisitos, no podía acceder a la ayuda por ser 'excesivamente' joven. El decreto estipula a este respecto que todos los integrantes de la unidad familiar, a excepción de los menores, deben ajustarse a los requisitos exigidos.
Alquileres inasumibles
El tercer muro con el que se encuentran los solicitantes es el de las rentas del alquiler máximas. El programa establece límites de precio de las viviendas alquiladas, en función de su localización. Un requisito que también ha dejado fuera a algunos solicitantes, sobre todo en capitales como San Sebastián, que tendrán que seguir ajustándose al máximo el cinturón para cubrir los gastos de una vida independizada.
El 90% de las solicitudes rechazadas fue por sobrepasar los ingresos estipulados
Los topes de renta de alquiler se mantienen para no «recalentar» más los precios
El Ejecutivo no modificará las rentas máximas establecidas porque cree que así podría «recalentar» aún más los precios ya desorbitados, pero sí «permitirá incrementos» que deriven de la actualización del alquiler por la aplicación del IPC. Es decir, si alguien obtiene la ayuda por un piso de 750 euros en Donostia -el máximo permitido en las capitales-, seguirá percibiéndola durante el máximo de tres años aunque el 'casero' le incremente la renta según el IPC. En las áreas metropolitanas y municipios de más de 10.000 habitantes, ese tope se mantiene en 650 euros; y en los de menor tamaño, en 600. «Sabemos que la oferta es escasa sobre todo en capitales como San Sebastián, pero no podemos dar más ayuda, así que quien tenga una necesidad real de vivir emancipado igual tiene que irse a la periferia, y no aspirar a vivir donde los alquileres son más altos», reconoce Jáuregui.
«Gaztelagun no es la panacea», añade. Está pensado para dar un empujón inicial a las generaciones más jóvenes que empiezan a trabajar y formar una familia.
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