El truco de los hoteles para limpiar la mampara de la ducha sin dejar manchas y devolverle su transparencia

La humedad constante en el baño es el caldo de cultivo ideal para la aparición de manchas blancas y suciedad incrustada, sobre todo en superficies de vidrio o plástico. Aunque se limpie con frecuencia, los residuos de cal y jabón tienden a acumularse, afectando la estética del baño y dando una falsa sensación de suciedad.

Frente a este problema doméstico tan común, los profesionales de la limpieza tienen un as bajo la manga que está comenzando a ganar popularidad y que no es otro que la esponja de melamina. Este producto, poco conocido por el gran público pero ampliamente utilizado en hoteles y establecimientos donde la limpieza debe ser impecable, ofrece una solución eficaz, económica y respetuosa con el medio ambiente.

La esponja, elaborada a partir de una resina polimérica transformada en una espuma densa, actúa como un abrasivo ultrafino. Al humedecerla, se convierte en una especie de «papel de lija» microscópico capaz de eliminar sarro, jabón y manchas sin dañar superficies delicadas como el cristal o el plástico. Lo más sorprendente es que no requiere el uso de productos químicos ya que basta con frotar suavemente en movimientos circulares.

Este método, además de sencillo, evita el gasto excesivo en productos especializados y reduce el impacto ambiental que generan muchos limpiadores convencionales. La esponja de melamina se puede adquirir fácilmente en supermercados o por internet, y también resulta útil para limpiar espejos, grifería e incluso otras superficies del hogar.

Así, un sencillo gesto inspirado en el mundo profesional puede transformar por completo el aspecto del baño y hacer que luzca tan impecable como el de un hotel. Una solución accesible que combina eficacia, ahorro y sostenibilidad.