Libros

Tribulaciones por el amor y la identidad

Martin Kordic entreteje en 'Mis años con Martha' una singular historia de amor y una mirada descarnada sobre la sociedad alemana y sus tics xenófobos

Iñigo Urrutia

San Sebastián

Sábado, 2 de marzo 2024, 01:00

Una singular historia de amor sutil y contenido, no exenta de cierta perversidad, enmarca 'Mis años con Martha', el relato en primera persona del hijo de unos emigrantes croatas de Bosnia Herzegovina en Alemania, un adolescente alemán que ve ingenuamente en la figura de Michael Jackson, el modelo para «un mundo en el que cualquiera pudiera ser como quisiera y lo que quisiera».

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Las desigualdades de clase, el estatus de los emigrantes y su traumática cuando no imposible integración en una sociedad alemana con sus tics racistas, imprimen un aire de ajuste de cuentas a esta notable novela de Martin Kordic (Celle, Alemania, 1983). Ese ajuste no sólo señala al país de acogida, también a quien pretende dejar de formar parte de «algo que nunca podría borrar», sus raíces culturales.

'Mis años con Martha' cuenta la historia de Zeljko Kovacevic 'Jimmy', un adolescente de quince años que se enamora de la catedrática Martha Gruber, una docente de mediana edad en Heidelberg, y en cuya casa trabaja su madre como mujer de la limpieza. La relación desigual con un adolescente que rastrea periódicos en los contenedores de basura para leer y formarse no empañará una relación peculiar y regida al comienzo por la contención de los instintos. «Años separaban nuestros cuerpos. Nada separaba nuestras miradas».

  • 'Mis años con Martha'

  • Martin Kordic

  • Traductor: Christian Martí-Menzel.

  • Editorial: Libros del Asteroide

  • Páginas: 288

  • Precio: 20,95 euros

Identidad escindida

Kordic conmueve con una mirada henchida de ternura sobre el progreso de una relación guadianesca, acompasada a un acerado análisis crítico sobre el racismo en ocasiones insultante en la sociedad alemana, como describirá en varias escenas. Así, cuando a Jimmy un profesor le sugiere que «como es tan bueno en matemáticas y biología, las flores y los árboles podrían ser exactamente lo indicado para usted», es decir jardinero, le está avisando que no tiene plaza en el ascensor social.

La culminación de sus expectativas educativas en la Universidad de Múnich tras no pocos obstáculos académicos –que discriminan por su origen cultural,– y con la tutela de Martha Gruber no colmará a Jimmy, por el contrario, le sumirá en una «época de oscuridad», entre la ira, una tentativa violenta y el estupor existencial.

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El desconcierto sobre su identidad, escindida entre su voluntad de ser alemán y la percepción de cómo le ven, y el rumbo que ha de dar a su vida, se acentuarán cuando se vea obligado por el fallecimiento de su abuelo a regresar a la localidad natal de sus padres en Herzegovina. «Lo que me conformaba no era blanco o negro. Extranjero y alemán, croata bosnio, y bosnio croata, carne y pescado... En mi vida se daba todo al mismo tiempo,. En mi interior se daba todo a la vez».

Y la peculiar relación con Martha, a prueba de distancia física –en cierto pasaje lo describirá como una suerte de ritual de despedida desde el primer día–, afrontará un escenario definitivo mientras Jimmy se embarra en ocupaciones inesperadas y se encamina a un destino paradójico.

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